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Shabat Shalom, y Jag Sameaj. Os presentamos algunas enseñanzas, unas gotitas más de Torá para recibir la fiesta de Shavuot con toda la familia y con la alegría que se merece. Este año shavuot empieza a la salida de Shabat.
Terminamos la cuenta del omer, cuarenta y nueve días en los cuales nos ocupamos de la rectificación de las cualidades del corazón. Siete sefirot desde jesed hasta maljut, que también representan esas cualidades de la psiquis relacionadas principalmente con el mundo de nuestras emociones. En la noche de Shavuot ya no contamos en la práctica, y sin embargo está dicho en la Torá: “Y contarán para ustedes cincuenta días”, y de aquí que también en Shavuot hay una cuenta. ¿Cuál es?
Por encima de las siete sefirot con las que trabajamos, se encuentra la sefirá de biná, בינה , “entendimiento”, en la cual hay “cincuenta portales de entendimiento”, jamishím shaarei biná”. Tal cual como el día cincuenta de la festividad de Shavuot. Es decir que después de haber trabajado en el mundo de los sentimientos, relativamente externos, subimos a una dimensión más elevada, el estrato de la mente representada por la sefirá de biná. Aquí la sefirá como que se rectifica a sí misma, un día que “se cuenta” por sí mismo, y así ameritamos recibir la Torá (que habla en el idioma del intelecto, biná). Dentro de los “portales de entendimiento”, el portal cincuenta llamado “shaar hanun”, el portal nun (50), es conocer a Hashem, como la vivencia que se experimentó en el monte Sinaí, donde Hashem se revela y dice “aquí estoy”, Anoji Havaiá Elokeja, “Yo soy Havaia tu Dios”.
La experiencia interior de la sefirá de biná es la simjá, alegría. Así después de que culminamos la rectificación del corazón con la cuenta del omer, no caemos en esa baja auto satisfacción (que puede estropear todo lo que hicimos), sino que simplemente nos alegramos. Nos alegramos en la festividad, en este Iom Tov, y nos alegramos por recibir la Torá. La palabra חמשים , jamishím, “cincuenta” misma cambia el orden de sus letras y se transforma en שמחים , semejim, “alegres”.
Jag Sameaj.
DE LOS LOS SABIOS CABALÁ
En el verso «Tus dos pechos son como dos cervatillos, hijos gemelos de la gacela» (El Cantar de los Cantares 4: 5), Rashi comenta que la expresión shnei shadeja, “tus dos pechos”, se refiere a las dos tablas de la Ley. Son descritos como «gemelos» porque eran dos dimensiones idénticas y contenían cinco mandamientos cada una. Los mandamientos son paralelos entre sí.
El mandato de no asesinar corresponde al mandamiento de que «Yo soy el Señor tu Dios», porque el asesino disminuye la estatura de Dios al destruir la obra de Sus manos.
El mandamiento de no tener otros dioses corresponde a la prohibición del adulterio, porque la adúltera practica el engaño de su marido, mientras que el adorador de ídolos practica la infidelidad contra su Hacedor.
El mandamiento de no usar el nombre de Dios en vano corresponde a la prohibición de robar; al final todo ladrón recurrirá a un falso juramento para negar lo que hace.
El mandamiento de observar el Shabat y guardarlo de forma sagrada corresponde a la prohibición de dar falso testimonio; quien no cumple el Shabat testifica que Dios no creó el universo y descansó el séptimo día.
El mandamiento de honrar al padre ya la madre se corresponde con el mandamiento de no codiciar; el que ambiciona a la esposa de alguien en última instancia engendrará niños de que lo repudiarán y maldecirán en vez de honrarlo.
[Seleccionado con el permiso y adaptado de los tres volúmenes de la edición en inglés de Shnei Lujot HaBrit – el Shlah, según la traducción, condensación y edición de Eliahu Munk.] Sigue leyendo