Setenta caras al mundo | La fiesta de Shavuót

B»H

Querida comunidad de OrEinSof.

Estamos a distancia de un solo día de la entrega de la Toráh en monte Sinai. Hemos contado 49 días, subiendo 49 escalones. Parece que nuestro trabajo personal a lo largo de esto días esta a punto a concluirse. Sin embargo, cada año, la cuenta del Ómer y la fiesta de Shavuót son diferentes. cada año nos queda algo nuevo a aprender y a mejorar.

Esta fiesta, nos complace presentar un capitulo del libro, Olamót. (Mundos) escrito por el rabino Ginsburgh y editado por Nir menussi. En los ensayos del libro, se comentan de manera excepcional las los conceptos de la Kabalah. en este capitulo, se habla de temas relacionadas con la fiesta de Shavuót. Esperamos que lo disfruten.

!Jág Saméaj! !Feliz fiesta de Shavuót! 

Desde Todo el equipo de OrEinSof 

Setenta caras al mundo

La fiesta de Shavuot es «jág Matán Torah»: El día que simboliza la entrega delante del Monte Sinái.  este día se caracteriza por el sonido de truenos, la imagen de los relámpagos del fuego y del humo.

En este acontecimiento, que no tiene precedentes, bajó hakadósh Barúj Hu , nos bendecía con los mitzvót, y nos dió su Toráh.

Pero, ¿Como nos encuentra en este gran acontecimiento? Nosotros no llegábamos del cielo, sino de la tierra. no somos santos, sino empolvados en la arena del desierto. hemos sobrevivido las dificultades de semanas de peregrinaje y de años de exilio. Es cierto: ya hemos salido de Egipto, y hemos lavado nuestras vestiduras, pero en nuestros corazones, todavía estamos sumergidos en las dificultades del mundo en el que vivimos. ¿Como podemos estar delante de la Toráh divina y celestial?

Esta pregunta se dirige especialmente a los que nacen lejos del judaísmo: Mientras que nuestros ancestros llegaron unidos al monte Sinái,  nosotros, en el presente, venimos desde todos los mundos posibles. hemos viajado por el mundo. vimos una variedad de culturas y hemos aprendido diversas formas del pensamiento. no todos hemos crecido en la inocencia del barrio judío (Shtetel שְטעֵטֵל), o dentro de la vecindad Jaredí. Nadie de nosotros nos puede decir que no existe un mundo entero allí afuera.

Sin embargo, queremos conocer y volver a la Toráh: después haber aprendido de todas las culturas del mundo, comprendemos que nuestra propia cultura queda abandonada. De nuevo nosotros volvemos a buscar las piedras preciosas que quedaban escondidas en nuestro propio ático.

por otro lado,  ¿ podría nuestra Toráh contener a todos que hemos venido desde todas las tierras del mundo?

Mas adelante, veremos que los distintos terrenos que dejamos para recibir nuestra Toráh, no quedan tan separados de su entrega en monte Sinái. De hecho, estas partes alejadas, constituyen una parte inseparable de la misma Toráh.

Cuatro veces Setenta

Una pista que nos da la solución se proporciona de forma de un numero. En la Toráh existen números tan cargados de significados, cuya contemplación, o meditación, puede descifrar misterios enteros. Así es en el caso que tenemos por delante. El numero que esta en la cuestión es el númeo 70.  los distintos componentes que se identifican con este numero en la Toráh, se conectan entre si, y su permutación revela la respuesta.  ¿Como podemos conectar entre la Toráh y todos los mundos que parecen tan alejados de ésta?

Setenta Naciones:

Un concepto que se repite en los Midrashim de Jazál, describe las setenta naciones del mundo. que hablan setenta lenguas. esta declaración se basa en que éste es exactamente el numero de los descendientes de Noej que se mencionan en el libro Bereshít. Unas generaciones después, sucedió la mezcla de la lenguas en Babel, y la lengua única  «se bifurcó» a los diferentes lenguas de las distintas naciones.

¿El concepto de la setenta lenguas puede comprenderse también en nuestros días?  las naciones antiguas ya se han mezclado, las lenguas se mezclaban entre si. El numero de las naciones y de las lenguas se mucho mayor que lo que hubo antes, y no existe barreras claras, ni entre naciones ni entre lenguas.

Sin embargo, podemos adaptar hoy la idea de las setenta naciones, para representar un espectro de formas de pensamiento, lenguajes culturales, o prototipos sociales. Una diversidad que atraviesa a los idiomas y las naciones y se encuentra dentro y entre tales. También en la Kabaláh,  las naciones-lenguas se describen como las derivaciones de setenta sarím (señores) espirituales. Cada uno de estos lidera un grupo humano determinado: se trata de una gamma de distintas fuentes de nuestras almas. no se hace referencia necesariamente a grupos étnicos.

Hoy en día  sucede un proceso interesante en el cual la división entre naciones y países, desocupa su sitio a una red de «comunidades virtuales», cuyos centros no se basan en orígenes entices ni de una localidad geográfica, sino que son de intereses comunes. podemos ver este proceso como una nueva presentación que nos puede aproximar a las raíces de los setenta naciones y lenguas originales, superando en cierto sentido la mezcla de las sociedades modernas.

CONTINUARÁ