B»H
Shalom. Estamos en la primera semana del mes de Tevet, el decimo mes de nuestro calendario, y tiene una gran conexion con la forma con la que miramos las cosas. El Rab Ginzburg tiene un mensaje en el que nos transmite el sentido espiritual de este mes y como nosotros podemos integrarlo en nuestras vidas. Jodesh Tevet Tov para tod@s!!
Tevet: el buen ojo טבת: עין טובה
¿Cómo podemos cambiar la perspectiva que tenemos del prójimo, abrir de nuevo los ojos y verlo con una luz positiva? Esta tarea es adecuada para Tevet, ya que de acuerdo a la Cabalá este mes se creó con la letra ain ע , y una simple conexión entre el nombre de la letra y del mes crea el concepto de buen ojo, ain tová.
En el Tratado de Avot, dedicado a rectificación de las cualidades, está dicho que el “buen ojo” es la cualidad que se destacó en Abraham, versus el «mal ojo», que es cualidad Bilaam el malvado. Y tenemos que ser «de los discípulos de Abraham Avinu» que llegan a ser «comemos en este mundo [buena vida y feliz] y alcanzamos el mundo por venir [la recompensa por las buenas acciones]». [El Tratado de los Padres, 5:19 y explicación de Rashi: “Un buen ojo, es aquel que no tiene envidia por su compañero y es preciado para él el honor de su compañero como el suyo propio”, y ver también la explicación del Rambam allí]
Simplemente, «buen ojo» significa ver al otro de forma positiva, frente a la característica del mal ojo que ve y resalta el medio vaso vacío y perverso, la especialidad del malvado Bilam. Pero la cuestión es ¿Cómo logramos adoptar esta visión del buen ojo?
¿Cómo ve el ojo?
Para ello, meditaremos en nuestra letra especial, ain, עין , y comencemos por el hecho de que la palabra עין , tiene tres significados principales en la lengua sagrada:
a. Ain: Órgano de la visión,
b. Ke’ein: La apariencia de algo y sus matices, como en los versos “la apariencia de la tierra”, [ain haaretz, Éxodo 10:5 y Rashi], “y su apariencia era como el “ojo de cristal” [einó keain habedola, lit. “perla”. Números 11:7, respecto al “man”].
c) Maaian: “manantial”, como en «Yo estoy sobre el ojo de agua». [Génesis 24:13]
Estos significados están relacionados entre sí, ya que nuestro ojo ve la apariencia de las cosas, y hay un sorprendente parecido entre el ojo (del que fluyen constantemente gotas-lágrimas) y el manantial de aguas vivas.
El ojo es un órgano maravilloso, y el proceso visual hasta el procesamiento final de la percepción visual en el cerebro es más maravilloso todavía. Acostumbrados a pensar que la visión es completamente objetiva, “veo las cosas tal como son”, pero cuando nos familiarizamos con el sistema visual nos damos cuenta de que la vista no es simplemente un reflejo de la realidad exterior, sino (y sobre todo) la forma en que percibimos.
Y si es así con la visión física, cuánto más con la visión espiritual: ¿Cómo veo al otro y lo juzgo? Depende de mi perspectiva. La apariencia de la cosa (su aspecto y su color) depende de cómo lo ve mi ojo (y luego llegaremos también al manantial, maaian.). Pero todavía hay que entender ¿cómo se puede determinar y ajustar el punto de vista? Sigue leyendo