El Rocío y la lluvia, anulación y meta

B»H

Querid@s compañer@s, Olamot: Rav ginsburgh

Nuestros tiempos están cambiando, y nosotros tenemos cambiarnos con estos. En la tefiláh de cada día, rezamos por la bendición de esta tierra con rocío durante todo el año, y con lluvia durante los meses del invierno. Los estudios de la Kabbalah pueden sorprendernos de nuevo. allí, la lluvia no solo nos alimenta fisicalmente, y el rocío es esencial para nuestra sensibilidad espiritual.

El siguiente ensayo es una adaptación en castellano del artículo: טל ומטר, ביטול ומטרה que se dedica a la fecha que estamos acercando, de 7 de Jeshván. Es la fecha en la cual empezamos a pedir la lluvia en nuestras oraciones diarias.  Esperamos poder disfrutar todos del contenido del articulo.

El rocío y la lluvia, anulación y meta

A partir de 7 del mes de Jeshván, empezamos a pedir «y denos el rocío y la lluvia para bendición sobre la tierra». El rocío y la lluvia representan dos tipos opuestos de la abundancia divina, y tambien, reflejan dos tipos del estado del alma: la lluvia simboliza la aspiración hacia la meta mientras que el rocío refiere a la cualidad de la autoanulación que la equilibra.

Segun la Halajá, partimos en dar las gracias al Kadosh baruj hu de las primeras lluvias, durante la fiesta de Simját Torah. la bendición formal de la lluvia entra semanas mas tarde, durante la noche de 7 de Jeshván.  la bendición se constituye de una corta linea, que se incorpora en el la liturgia habitual:

«ותן טל ומטר לברכה על פני האדמה»

«Vetén Tal umatár lebrajáh al penei haadamah»

(y dé rocío y lluvia de bendición sobre la tierra)

Trataremos observar esta bendición, y a partir de ésta, seguiremos el significado espiritual de las aguas en la kabaláh.

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Entre el rocío y la lluvia

En el judaísmo, la agua representa la abundancia que viene de Hashém, y sobre todo, la sabiduría divina que viene de la Toráh. Las aguas provienen de orígenes ocultos, sacian nuestras almas sedientas, y son esenciales para nuestra sobrevivencia. Asimismo, simbolizan perfectamente la abundancia y la sabiduría que pedimos de Hakadosh Baruj Hu.

Entendiéndolo así, como se entiende que la petición de la lluvia refiere a dos tipos de agua que bajan del cielo, el rocío (טל Tal)  y la lluvia (מטר matár) parece que propone la distinción entre dos tipos de la sabiduría divina.

La Llluvia es una alegoria a la hashgajá directa de Hakadósh Baruj Hu de su mundo, ya que es su dueño, y está por encima de él. Estas aguas que llegan directamente del cielo son esenciales para nuestra existencia material, y nosotros dependemos de estas como los sirvientes que están por delante de la mesa de su dueño.

En cambio, el rocío simboliza la presencia oculta de Hashémque reside entre nosotros. por un lado, el rocío «desciende» durante todo el año, pero por otro lado, no podemos ver ni medir como desciende. De hecho, el rocío no nos llega directamente del cielo, sino que es un fenómeno físico, el aire que se enfría da lugar a la acumulación de los líquidos encima de la tierra y de las hojas de las diferentes plantas. (Así, aparecen de repente todos los líquidos que ya estaban en el aire anteriormente).

Por el mismo modo, Hakadosh baruj hu esta presente en nuestro mundo durante cada momento y en cada sitio, pero actúa y se revela de varias formas. Para notarlo, tenemos que prestar mucha atención.

En el mundo material, la fuerza del rocío es menor que la de la lluvia, pero en la dimensión espiritual, puede evocar mas resonancia: el rocío nos recuerda que existen cualidades finas y delicadas en nuestras almas, que emergen solas cuando estamos en estado «nocturno» de paz y reposo. asimismo, se explica que la resurrección de los muertos se realizará mediante un Tal tejiah, un «rocío de resurrección «. El rocío simboliza a la emergencia de nuevas vidas dentro de nosotros.

Pronto vendremos con más, de este mismo articulo, y de otros ensayos del libro Olamót, del rabino Ginsbugh. Shalóm ubrajá.