Del Rav | Crear un Mundo Nuevo

בס”ד

El Rebe de Lubavitch se ocupó de las palabras escritas en esta cita del Zohar, continuando las explicaciones de su padre rabí Levi Yitzjak, y preguntó…

  • ¿cuál es la importancia de saber cuáles luces se crearon antes de que se creara el mundo?
  • ¿en qué afecta al servicio de la persona y su tarea en el mundo?

Y la respuesta:

  • Por cuanto que la tarea del judío de estudiar Toráh hace que el mundo siga existiendo… el servicio del judío tiene que ser similar y un ejemplo del acto de D-os en la Creación del Mundo.

Es decir. Nuestro cometido es “crear el mundo” de nuevo, y para esto tenemos primero que ocuparnos en esas siete luces, en especial en relación a la redención que es la finalidad de la creación del mundo y su perfeccionamiento.

Siete luces: siete áreas-asuntos en que tenemos que ocuparnos hoy en día en relación a nuestra orientación de “crear el mundo de nuevo” en nuestra Tierra Sagrada.

Una nueva realidad, una nueva sociedad, el Reino de Israel.

Primero tenemos que crear siete luces y luego tomarlas e incorporarlas dentro de la realidad, y así llegar a una eventual rectificación, “muy rápido correrá su palabra.” [Tehilim 147:15]

FIN

Del Rav | Sexo y Política

בס”ד

“No des tu vigor [es decir, tu semilla] a las mujeres, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes”. Esta es la fuente bíblica para la relación entre el sexo y la política.

אַל תִּתֵּן לַנָּשִׁים חֵילֶךָ וּדְרָכֶיךָ לַמְחוֹת מְלָכִין

Maimónides cita este versículo[1] enseñando que uno debe ser moderado (no demasiado indulgente) en el sexo, si es que quiere vivir una vida sana. Cita el versículo completo (para el tema en cuestión habría sido suficiente citar el principio del verso solamente), sin explicar la relación de la primera parte con la segunda.

De este verso surgiría que el deseo sexual y el deseo por el poder político –para destruir y derrocar reyes con el fin de usurpar su posición y poder[2]– van de la mano.

Al parecer, nuestra generación no es la única donde las figuras políticas se ven envueltas en escándalos sexuales.

De la sintaxis del verso (y el hecho de que Maimónides cita el final del verso sin explicar su relación con el principio), está claro que todo -es decir, la política- se inicia con y deriva de la líbido, el impulso sexual. Cuanto mayor es la líbido, mayor es el impulso para entrar y tomar el control en la arena política.

En un plano más espiritual (entendiendo la segunda mitad del verso como totalmente dependiente de la primera mitad), demasiado sexo destruirá, a la larga, su potencial de liderazgo.

Pero en un plano espiritual más profundo[3], si caes en demasiado sexo en tu vida (ya sea en la forma de autoabuso o abuso a los demás), no te desesperes –involúcrate totalmente en el derrocamiento del sistema político contemporáneo, corrupto y anti-Toráh.

Esa es la manera de reparar el daño que te has hecho a ti mismo y a otros por mal uso de tu deseo sexual. En la Kabaláh se nos enseña que la rectificación debe venir del mismo impulso psicológico que produjo el daño.

Por lo tanto, rectifica el sexo con la política.

[1] del último capítulo de Proverbios, la ética del Rey Shlomóh, el más sabio de los hombres; en este versículo en particular, habla de su propia experiencia personal, donde resuena la exhortación que le dio su madre en su juventud.

[2] o quizá con el fin de promover la anarquía, para convertirse en una figura destacada en un movimiento anarquista.

[3] entendiendo la segunda mitad del versículo como una rectificación de la primera mitad -en el original, la palabra hebrea “ni” y las palabras “lo que” no aparecen en el texto, por lo que el versículo puede leerse como: “No des tu vigor a las mujeres, y tus camino a destruir reyes”, aludiendo a que “la manera de destruir a los reyes” es lo que hay que hacer si has dado tu vigor, demasiado de tu semilla, a las mujeres.

Del rav | La Kabaláh y el Arte de Atarse los Zapatos

בס”ד

Primero ponte el zapato derecho, después el zapato izquierdo, luego ata el zapato izquierdo, y finalmente, ata el zapato derecho. Esa es la manera en que los judíos lo hacen.

La Toráh nos fue otorgada para santificar lo mundano.

Los zapatos nos permiten caminar por la faz de la tierra, contactar lo físico y movernos libremente según nuestro deseo. Más que cualquier otro artefacto material que poseamos y utilicemos todos los días, los zapatos simbolizan nuestra participación en lo mundano. Protegen nuestros pies de las piedras y las espinas que cubren el suelo en el que andamos, mientras caminamos hacia el logro de nuestras metas en la vida.

En el Templo los sacerdotes servían descalzos, como para no separar sus cuerpos de la santidad del suelo del Templo. Similarmente, Dios dijo a Moshéh en la Zarza Ardiente que se descalzara “…pues el lugar que pisas es tierra sagrada”.

La guematria de la frase “es tierra sagrada” (אדמת קדש הוא, 861, admat kodesh hu), es la misma que la de “Templo Sagrado” (בית המקדש, Beit haMikdash).

Pero mientras no hayamos santificado la tierra en su totalidad para ser un santuario para D~os, necesitamos zapatos para proteger nuestros pies, mientras estamos continuamente en movimiento, esforzándonos al máximo para hacer de este mundo un lugar mejor –un punto de encuentro para nosotros y nuestro Creador.

En el Cantar de los Cantares, la novia es descrita con las palabras:

“¡Cuán hermosos son tus pies en los zapatos, la hija del benevolente”

מַה יָּפוּ פְעָמַיִךְ בַּנְּעָלִים בַּת נָדִיב

/má iafu peamaij banealim bat nadiv/ Sigue leyendo