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En la entrega anterior:
Finalmente, un defecto más sutil respecto a la fuente de nuestro estudio es que muchos de los maestros que enseñan hoy en día sólo comprenden los aspectos externos de la Kabaláh. La parte más grande de las enseñanzas del Arizal está basada en la distinción entre los aspectos externos e internos de las cosas. Incluso alguien que sabe de Toráh y Kabaláh, puede carecer completamente de su conocimiento interior.
Los Peligros de la Kabaláh | Parte 2
El anterior Rebe de Lubavitch, Rabi Yosef Yitzjak, dijo algo muy importante a este respecto. Si una persona acostumbra observar el mundo superficialmente, arruina su habilidad de adquirir luego un punto de vista o perspectiva interior. Es como si la perspectiva externa produjera una especie de daño mental o espiritual al alma Divina.
Para explicar un poco más este fallo, debemos utilizar la declaración de nuestros sabios que dice:
una mujer crea un lazo sólo con el primer hombre que hace de ella un recipiente (es decir, que ella es íntima de él) [1]. Un maestro de la Toráh es llamado rav (rabino). Un maestro de la dimensión interior de la Toráh es llamado Rabi (con la letra yud adicional al final).
La relación entre el estudiante y el maestro de Kabaláh es como la de marido y mujer. Así, como una mujer, el estudiante crea un nexo o pacto intelectual con el primer maestro que te inspira con las enseñanzas de la Kabaláh. Es difícil romper esta unión, no del todo imposible, pero muy difícil.
Kabaláh y Jasidut
El tercer peligro en nuestra generación es estudiar Kabaláh sin Jasidut. Como ya se explicó, la quinta etapa de la revelación de la sabiduría de la Kabaláh es el Jasidut. Desde la época en que éste fue revelado es la forma preferencial para estudiar esta sabiduría. La Kabaláh debe ser estudiada también de los textos originales, pero siempre con la inspiración y las fuentes supremas que brindó y reveló el Jasidut. El Baal Shem Tov explicó que incluso cuando los textos clásicos de Kabaláh, que precedieron al Jasidut, son estudiados con un corazón ansioso por el entendimiento interior, no obstante, a causa de la tosquedad de la mente humana, las enseñanzas pueden ser malinterpretadas y pueden resultar en un antropomorfismo del Todopoderoso, que por otro lado es conocido en hebreo como hagshamáh.