Bienvenid@s a la segunda parte de la enseñanza educativa semanal. Esta vez, seguimos con el análisis de la figura de Abrahám avinu. Sobre todo, veremos la característica descrita en la entrada anterior, que es la fortaleza del patriarca. Al final del articulo, responderemos las siguientes preguntas: ¿Como puede interpretar la persona con tales fortalezas a los acontecimientos que suceden en su vida? ¿Cual esta en la raíz de tal interpretación?
Esperemos que disfruten la lectura
(Para acceder a la entrada anterior, podéis utilizar el siguiente Enlace)
La Fortaleza Interior de Abraham
La palabra hebrea eitan significa “la fortaleza de ser”, la característica internalizada por Abraham que revela el secreto de su poder. Está compuesta por las cuatro letras que se utilizan en hebreo como prefijo para construir el tiempo gramatical futuro simple (álef, iúd, táv y nún).
Esto apunta a una idea muy importante en el proceso de educación. Previamente a la iniciación y a la inspiración de un deseo o voluntad en aras del desarrollo espiritual, los estudiantes están atados al pasado. Sus horizontes los limitan a una explicación de la realidad basada en las leyes de la causalidad física. Sólo ven que algo previo a este momento actual a causado un efecto en él. Aunque esto es verdad, es sólo una parte del cuadro. Todas las acciones acarrean consecuencias y generan efectos para bien o para mal, según el caso. Pero semejante punto de vista es incompleto, ya que no puede hacer frente a realidades espirituales que desafían el tiempo.
La iniciación nos introduce al “presente continuo” donde son posibles todas estas cosas por la renovación y recreación continua de cada momento, donde se expande la conciencia hasta incluir dimensiones más allá del tiempo linear y donde se sobrepasarán o manipularán las leyes físicas de la causalidad.
Pero mientras que la iniciación/inspiración nos excita a un idealismo que finalmente trasciende cualquier confrontación real con la adversidad, la integración entrena al estudiante a enfrentar la realidad y abordar cada dificultad con fortaleza de espíritu y fe en Di-s. Pero la integración no se detiene aquí, va más lejos aún y extrae una revelación del futuro.
Esto funciona así:
Cuando aprendemos a perseverar frente a las pruebas y las tribulaciones y a usar esas experiencias como un vehículo para profundizar nuestra relación con Di-s, le revelamos a Di-s y a nosotros mismos nuestro punto de “fortaleza del ser”, eitán. Esto es, hacemos real lo que ya existía previamente sólo como potencialidad. De esta manera crecemos hacia el futuro, como así también nos acercamos a la expresión de nuestro ser perfecto y verdadero, que es el punto final verdadero de la travesía de nuestro alma. Esto es llamado revelar el futuro, porque en cabalá el futuro (atid) significa “lo que está preparado pero aún no está revelado”, contrariamente a su definición más común como algo que no tiene existencia en absoluto en el presente. Esta es la rectificación requerida por la educación, descubrir que incluso nuestro futuro es una realidad actual.
Nos vemos en la proxima semana.
Cordialmente, Lightletter y el equipo de OrEinSof.com