Querida Ana Frank (2) La Tefiláh como Diario Personal

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En la entrega anterior:

Ana Frank creció en una casa judía asimilada, y no estaba conectada con el judaísmo. Sin embargo, quiso la Providencia que llegue a ser la representante de todo el pueblo judío para millones de personas en todo el mundo. El Baal Shem Tov, el fundador del Jasidut –que abrió ante nosotros las puertas de los secretos de la Toráh– nos enseñó que en todo lo que hay en el mundo hay que meditar a través de la lente de la fe y la Toráh.

¿Qué inspiración podemos obtener de la personalidad y la historia de Ana Frank a través del instrumento de meditación de la dimensión interior de la Toráh?

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El diario de Ana Frank

La Tefiláh como un Diario Personal

Volvamos a leer el párrafo inicial del diario: “Espero que pueda revelarte todo lo que no pude revelarle a nadie hasta ahora, y espero que encuentre en ti un confidente fiel y comprensivo”.

Estas líneas no se las escribe Ana Frank a su amiga ni a un pariente, sino a su propio diario.

Así, a continuación Ana le otorga a su diario un nombre humano, “Kiti”, para poder mostrarse a sí misma aún más hasta qué punto utiliza su diario como una amiga de carne y hueso, en cuyo oído poder derramar todo lo que se encuentra en su corazón.

«Kiti» el diario de Anna Frank

En algunas de las adaptaciones teatrales del libro, esta idea cobra vuelo y “Kiti” se vuelve verdaderamente una personalidad encarnada por la actriz, reflejando desde un costado lo que sucede, sin que ninguno de los personajes se entere de su presencia, y le relata al público los pensamientos personales de Ana, evocados en las hojas del diario.

La idea de escribir o hablarle a una personalidad que no está ante nosotros –más todavía, que es en absoluto intangible– recuerda por supuesto a la tefiláh, la plegaria.

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Etapas del Proceso Creativo (6) Ana Emloj

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En el capítulo anterior:

Tal como un rey se aconseja con sus súbditos más cercanos, de la misma manera, Di-s, por así decirlo, antes de decidir crear el mundo, se aconsejó con las almas de Sus hijos, las almas rectas de Israel (que son una verdadera parte de Sí mismo).

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El «pensamiento» primordial del «Yo debo reinar»

La voluntad primordial de Di-s de ser «Rey»

Al principio del libro de Reyes (1:5) encontramos: «Y Adoniah, el hijo de Jaguit, se jactaba diciendo «yo debo reinar».

Esta es la fuente en el Tanaj de la expresión a que se alude extensamente en Kabaláh: «Yo debo reinar» (en arameo: ana emloj).

En el caso de Adoniah (cuyo nombre significa «maestro», semejante al Nombre Divino Adnut, el nombre de maljut, Reinado) la expresión es dicha con orgullo y pretensión, lo que refleja un estado no rectificado del alma.

Encontramos también en Kabaláh que los «reyes de Edom» primordiales (que aparecieron en el vacío creado por la contracción inicial de la luz infinita de Di-s, el tzimtzum) se cayeron y se rompieron («murieron») en cada oportunidad que con vanidad decían «Yo debo reinar».

De todo esto se aprende que existe sólo uno que puede decir: «Yo debo reinar» y ese es Di-s.

La manifestación Divina de ana emloj es de hecho la fuerza motivadora que precede inmediatamente al comienzo del verdadero proceso creativo. Como se explicará más adelante, ésta es la fuerza para revelar el nivel de la luz infinita de Di-s, que con posterioridad se contrae para lograr que lo infinito se vuelva finito.

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Etapas del Proceso Creativo (3) Ejad

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En el capítulo anterior:

Cuando un judío simple dice: “Di-s”, como en las frases “bendito sea Di-s” o “si Di-s quiere”, se está refiriendo a Atzmut, la Esencia Absoluta de Di-s. Esto es expresado por el dicho jasídico: “un judío simple está conectado a la simplicidad de Atzmut”.

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El Uno

Aquí es donde Di-s y Su capacidad innata se vuelven revelados.

En general, existen dos niveles de esta revelación: «la luz que brilla para Sí Mismo» y la «luz que brilla para el otro«.

«La luz que brilla para Sí Mismo» alude a los shaashuyím atzmyím, que se describirán más adelante.

«La luz que brilla para otro», alude a un «despertar» dentro de la luz infinita de Di-s (como es revelada a Sí Mismo), para brillar y brindar bondad a otros.

El significado de «la luz que brilla para el otro» es de esta manera «…en aras del otro», porque todavía no hay nadie que exista.

En esto yace el secreto de Ejad. Incluso antes del comienzo del proceso creativo, desde el momento en que Di-s decide, figurativamente, hacer brillar Su luz infinita para otro, hay en verdad «un otro» aunque absolutamente vacío de todo estado de «existencia» de algún tipo. Di-s y Su deseo de crear (con la presencia implícita de la Creación misma) es aquí verdaderamente Uno.

En general, el nivel de Ejad es el secreto del Nombre Esencial de Di-s: Havayiá –el nombre que revela (para Sí) Su verdadera Esencia– antes del comienzo de la Creación.

«Oye Israel, Havayiá es nuestro Di-s, Havaiá es Uno«.

Nuestros sabios nos enseñan que «Uno» alude a la unidad verdadera y absoluta de Di-s dentro de Su Creación. Aquí, el nivel de Ejad representa el origen primordial de su unidad previa a la Creación.

Se nos enseña en Kabaláh que las cuatro palabras (como son dichas en hebreo) «Havayiá es nuestro Di-s Havayiá es Uno» corresponden a las cuatro letras del Nombre Esencial de Di-s Havayiá.

Las primeras dos palabras, «Havayiá es nuestro Di-s», corresponden a la unión superior de las primeras dos letras del Nombre -yud hei- «las cosas ocultas son de Havayiá nuestro Di-s».

Las dos palabras siguientes «Havaiá es uno», corresponden a la unión inferior de las segundas dos letras de Havayiá -vav hei- «las cosas reveladas son para nosotros y nuestros hijos».

La unión superior es la de los shaashuyím atzmyím, que poseen en sí mismos dos niveles correspondientes a las dos letras iud hei (como se describirá más adelante). La unión inferior es la de los dos niveles de alyiat haRatzón y ana emloj correspondientes a las dos letras vav hei (como se describirá más adelante).

De momento que Ejad es la unión inferior que refleja en particular el secreto de «Havaiá es Uno [Ejad]», a menudo el nivel de Ejad alude a la unión de alyiat haRatzón y ana emloj en particular.

CONTINUARÁ

Etapas del Proceso Creativo (2) Atzmut y Yajid

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En el capítulo anterior:

Antes de la Creación existía sólo HaShem. Al decidir crear una realidad y una concienciaindependiente, primero reveló para Sí Mismo, como si fuera, Su Luz Infinita. […] Los diferentes estadios de la creación a menudo son llamados “mundos”, un término que es utilizado para denotar varios acontecimientos en el proceso creativo, como así también niveles de conciencia y fases espirituales.

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Atzmut | Esencia Absoluta de Di-s

Se dice de la Esencia Absoluta de Di-s: «Ningún pensamiento Te puede captar». El no es «algo», así como no es «nada», porque El es al mismo tiempo el «Algo Absoluto», y también la «Nada Absoluta».

Incluso cuando aludimos a éste u otros fenómenos para referirnos a Di-s como «la Paradoja de las paradojas», no se considera que esta frase misma Lo define, sino que sólo describe la naturaleza de cómo el hombre Lo experimenta.

La frase «ningún pensamiento« de la declaración anterior, implica que incluso el pensamiento primordial Adam Kadmón (que concibe toda la Creación en un instante), no puede conocer la esencia de Di-s, el Creador.

A pesar de que la facultad intelectual del alma Divina no puede conocer a Di-s, la esencia Divina interior del alma de Israel [1], se conecta con la Esencia de Di-s intuitiva y directamente (en segunda persona), como es evidente en la afirmación anterior: «ningún pensamiento Te puede captar».

Cuando un judío simple dice: «Di-s», como en las frases «bendito sea Di-s» o «si Di-s quiere», se está refiriendo a Atzmut, la Esencia Absoluta de Di-s. Esto es expresado por el dicho jasídico: «un judío simple está conectado a la simplicidad de Atzmut».

En hebreo Atzmut significa «Sí mismo» (que deriva de la raíz étzem, que significa «hueso»). La primera palabra de la entrega de la Toráh a Israel, o sea de los Diez Mandamientos, es «Anoji» [Yo], la revelación a Israel de la Absoluta Esencia de Di-s, Su definitivo «Yo». La experiencia de esta revelación imprime en el alma de Israel el sentido de que Di-s es «la Paradoja de las paradojas», como se mencionó arriba.

[1] «literalmente una parte de Di-s en lo Alto» (Tanya Cap. 2)

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Especial | Pésaj: Limpieza de Pensamientos…

…Pureza de Habla, Castidad de Actos.

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En la escalera de diez peldaños del crecimiento espiritual delineado por Rabí Pinjás ben Yair, tres peldaños consecutivos son: “La limpieza nos lleva a la pureza, la pureza nos lleva a la castidad (es decir, abstinencia de la exagerada autoindulgencia de los placeres físicos)”

Estos tres atributos corresponden a las tres vestimentas del alma: pensamiento, habla y acción (aunque no en ese orden), como así también a las tres festividades de peregrinación, los regalim.
Limpieza es principalmente un atributo del habla. Explica Maimónides que una de las propiedades especiales del Hebreo, “la lengua sagrada”, es que es esencialmente un lenguaje limpio, si palabras sucias.

Se dice que Pésaj es la festividad del habla, la libertad del habla. Hablar libremente no significa hablar como se me antoje, utilizar las palabras que me gusten, sean limpias o sucias.

Como hemos explicados, hablar libremente significa ser capaz de dar expresión verbal a las emociones más íntimas del corazón. Esa auto expresión profunda y auténtica surge (el secreto del Éxodo) “limpia”.

La festividad de Shavuot, que conmemora la Entrega de la Torá, corresponde al atributo depureza, más precisamente, la pureza de pensamiento. Durante 7 semanas la novia (el alma colectiva de Israel) se purifica para desposarse con su novio (Dios) en Shavuot. Todos sus pensamientos se concentran exclusivamente en su novio.

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Sefirot | Emanaciones Divinas (12) Reinado

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En la entrega anterior:

Correspondiendo con el órgano reproductivo en el hombre, yesod es el fundamento de las generaciones por venir. El poder de procrear, es la manifestación del infinto dentro del contexto finito de la criatura llamada ser humano. Cada hombre individual, es “pequeño” respecto de todas las generaciones que vendrán (de él).

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Maljut es la última de las diez sefirot, y el atributo emotivo final dentro de la Creación (o más precisamente, el poder de expresar los pensamientos y emociones propios a los demás).

Aparece en la configuración de las sefirot en la base del eje central, directamente debajo de yesod, y corresponde en el tzélem Elokim a la «corona» del órgano de la reproducción (corona en el hombre; labia en la mujer), o a la bocaMaljut está asociado en el alma con el poder de autoexpresión.

La Kabaláh identifica tres «vestimentas» básicas (levushim) del alma, las cuales le permiten expresarse:

  • pensamiento (majshaváh), con el que el alma se revela interiormente;
  • habla (dibur) y
  • acción (maaséh), con los que se revela hacia el exterior.

Maljut como un todo, es llamado a menudo «el mundo del habla», de momento que la palabra hablada representa el medio esencial de autoexpresión, permitiéndole a uno no sólamente revelarse a si mismo a la realidad exterior, sino también guiarla e influenciarla. Por otra parte, el habla le permite a uno ejercitar autoridad y «realeza», el significado literal de maljut.

Maljut, sirve también como un instrumento para establecer una identificación con la realidad exterior.

Ejercitar realeza, requiere una extrema sensibilidad hacia las necesidades del reino que uno trata de regir. Por lo tanto, maljut requiere que todo agente de influencia dentro de la Creación asuma una postura receptiva con respecto a la fuente Divina de la autoridad, como el único camino de asegurar el bienestar definitivo del reino mundano.

Al meditar acerca de la Divinidad, el alma sólo puede percibir y ascender a las sefirot superiores a través de la «ventana» o portal de maljut. «Este es el pórtico hacia Di-s, los justos van a entrar a través de él» (Tehilim 118:20). En el servicio devoto del individuo a Di-s, esto significa recibir sobre si mismo, bajo total compromiso, «el yugo del reino de los cielos«.

Maljut = 496, que es la suma de todos los números desde el 1 hasta 31. Sumado a que es un «triángulo» (como fue descrito anteriormente, respecto de las sefirot tiferet y hod), 496 es un número perfecto (un número que equivale a la suma de todos sus divisores. Los primeros cuatro «números perfectos» son 1, 6, 28, 496). De esta manera, las diez sefirot finalizan (llegan a su consumación) con un número perfecto.

La unión de las últimas sefirot, yesod (80) y maljut (496) = 576 = 242.

El principio, la continaución y el final de las sefirot (todas a lo largo del eje central), kéter (620)tiféret (1.081), y maljut (496) = 2.197 = 133.

La sefiráh de maljut se desarrolla para formar el partzuf de Nukva deZeir Anpín [1]. Comenzando como un punto únicoNukva deZeir Anpín recibe todas sus sefirot superiores desde los niveles individuales de maljut contenidos dentro de cada una de las sefirot superiores (maljut de jojmáh pasa a ser jojmá de maljut, etc.).

El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefiráh de maljut es la de shiflut (humildad).

FIN

[1]  Es el partzuf que se desarrolla desde el punto inicial de la sefiráh de maljut en el mundo de Atzilut [2], recibiendo su energía Divina por intermedio de su contraparte, Zeir Anpín. En el alma corresponde a las distintas formas de expresión, que primariamente es el poder del habla, razón por la cual es conocido como «el mundo del habla», o en general «el mundo revelado». Las seis primeras sefirot de Zeir Anpín requieren la «plenitud» de los tres poderes mentales para su desarrollo y expresión, jojmáh-bináh-daat, pero Nukva de Zeir Anpín posee inicialmente un solo punto, el kéter de maljut, y por eso requiere la plenitud de las nueve sefirot adicionales.

[2] El Mundo de Atzilut es el Mundo de Emanación. Es la percepción exclusiva de la unidad Divina.