Especial | La Construcción de un Liderazgo

בס”ד

Para celebrar nuestra entrada en el cuarto séfer de nuestra Toráh, os presentamos hoy este artículo especial, que incluye nociones muy interesantes acerca la relación estrecha entre nuestro pueblo y el desierto.

Desierto del Néguev, Israel.

La Paradoja del Desierto

El cuarto de los Cinco Libros de Moshé es llamado en castellano (y otros idiomas) Números, porque comienza con un censo del pueblo de Israel, pero en hebreo es conocido como Bamidbar, que significa literalmente: “en el desierto”. Es fascinante notar que la raíz de la palabra hebrea para “desierto”, midbar, ( מידבר ) es daber, ( דבר ) que significa “hablar”, y uno de los temas recurrentes de este libro es justamente la lucha -los diálogos y debates- permanente por el liderazgo que tuvo lugar durante los cuarenta años que los judíos deambularon por el desierto.

Pero paradójicamente, cuando uno se imagina un desierto, piensa usualmente en una enorme, árida extensión de penetrante silencio. Iaakov, Moshé y David eran líderes del pueblo judío que cultivaron su potencial innato de líderes mientras cuidaban sus rebaños en el silencio meditativo del desierto. También muchos profetas encontraron el silencio del desierto como un ambiente perfecto para la experiencia profética.

El Silencio habla

Una alusión al silencio que precede y lleva al potente discurso de un líder está contenida en la palabra más misteriosa de la Biblia, jashmal, utilizada por el profeta Iejezkel para describir su pasmosa visión de la carroza:

“Y miré y contemplé un viento tormentoso viniendo del norte, una enorme nube y una llamarada de fuego y un resplandor había por encima, como jashmal, saliendo de en medio del fuego.”

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Etapas del Proceso Creativo (3) Ejad

בס”ד

En el capítulo anterior:

Cuando un judío simple dice: “Di-s”, como en las frases “bendito sea Di-s” o “si Di-s quiere”, se está refiriendo a Atzmut, la Esencia Absoluta de Di-s. Esto es expresado por el dicho jasídico: “un judío simple está conectado a la simplicidad de Atzmut”.

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El Uno

Aquí es donde Di-s y Su capacidad innata se vuelven revelados.

En general, existen dos niveles de esta revelación: «la luz que brilla para Sí Mismo» y la «luz que brilla para el otro«.

«La luz que brilla para Sí Mismo» alude a los shaashuyím atzmyím, que se describirán más adelante.

«La luz que brilla para otro», alude a un «despertar» dentro de la luz infinita de Di-s (como es revelada a Sí Mismo), para brillar y brindar bondad a otros.

El significado de «la luz que brilla para el otro» es de esta manera «…en aras del otro», porque todavía no hay nadie que exista.

En esto yace el secreto de Ejad. Incluso antes del comienzo del proceso creativo, desde el momento en que Di-s decide, figurativamente, hacer brillar Su luz infinita para otro, hay en verdad «un otro» aunque absolutamente vacío de todo estado de «existencia» de algún tipo. Di-s y Su deseo de crear (con la presencia implícita de la Creación misma) es aquí verdaderamente Uno.

En general, el nivel de Ejad es el secreto del Nombre Esencial de Di-s: Havayiá –el nombre que revela (para Sí) Su verdadera Esencia– antes del comienzo de la Creación.

«Oye Israel, Havayiá es nuestro Di-s, Havaiá es Uno«.

Nuestros sabios nos enseñan que «Uno» alude a la unidad verdadera y absoluta de Di-s dentro de Su Creación. Aquí, el nivel de Ejad representa el origen primordial de su unidad previa a la Creación.

Se nos enseña en Kabaláh que las cuatro palabras (como son dichas en hebreo) «Havayiá es nuestro Di-s Havayiá es Uno» corresponden a las cuatro letras del Nombre Esencial de Di-s Havayiá.

Las primeras dos palabras, «Havayiá es nuestro Di-s», corresponden a la unión superior de las primeras dos letras del Nombre -yud hei- «las cosas ocultas son de Havayiá nuestro Di-s».

Las dos palabras siguientes «Havaiá es uno», corresponden a la unión inferior de las segundas dos letras de Havayiá -vav hei- «las cosas reveladas son para nosotros y nuestros hijos».

La unión superior es la de los shaashuyím atzmyím, que poseen en sí mismos dos niveles correspondientes a las dos letras iud hei (como se describirá más adelante). La unión inferior es la de los dos niveles de alyiat haRatzón y ana emloj correspondientes a las dos letras vav hei (como se describirá más adelante).

De momento que Ejad es la unión inferior que refleja en particular el secreto de «Havaiá es Uno [Ejad]», a menudo el nivel de Ejad alude a la unión de alyiat haRatzón y ana emloj en particular.

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Etapas del Proceso Creativo (2) Atzmut y Yajid

בס”ד

En el capítulo anterior:

Antes de la Creación existía sólo HaShem. Al decidir crear una realidad y una concienciaindependiente, primero reveló para Sí Mismo, como si fuera, Su Luz Infinita. […] Los diferentes estadios de la creación a menudo son llamados “mundos”, un término que es utilizado para denotar varios acontecimientos en el proceso creativo, como así también niveles de conciencia y fases espirituales.

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Atzmut | Esencia Absoluta de Di-s

Se dice de la Esencia Absoluta de Di-s: «Ningún pensamiento Te puede captar». El no es «algo», así como no es «nada», porque El es al mismo tiempo el «Algo Absoluto», y también la «Nada Absoluta».

Incluso cuando aludimos a éste u otros fenómenos para referirnos a Di-s como «la Paradoja de las paradojas», no se considera que esta frase misma Lo define, sino que sólo describe la naturaleza de cómo el hombre Lo experimenta.

La frase «ningún pensamiento« de la declaración anterior, implica que incluso el pensamiento primordial Adam Kadmón (que concibe toda la Creación en un instante), no puede conocer la esencia de Di-s, el Creador.

A pesar de que la facultad intelectual del alma Divina no puede conocer a Di-s, la esencia Divina interior del alma de Israel [1], se conecta con la Esencia de Di-s intuitiva y directamente (en segunda persona), como es evidente en la afirmación anterior: «ningún pensamiento Te puede captar».

Cuando un judío simple dice: «Di-s», como en las frases «bendito sea Di-s» o «si Di-s quiere», se está refiriendo a Atzmut, la Esencia Absoluta de Di-s. Esto es expresado por el dicho jasídico: «un judío simple está conectado a la simplicidad de Atzmut».

En hebreo Atzmut significa «Sí mismo» (que deriva de la raíz étzem, que significa «hueso»). La primera palabra de la entrega de la Toráh a Israel, o sea de los Diez Mandamientos, es «Anoji» [Yo], la revelación a Israel de la Absoluta Esencia de Di-s, Su definitivo «Yo». La experiencia de esta revelación imprime en el alma de Israel el sentido de que Di-s es «la Paradoja de las paradojas», como se mencionó arriba.

[1] «literalmente una parte de Di-s en lo Alto» (Tanya Cap. 2)

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