Promesa, prosperidad y desafio| Parashát Vaierá

B»HBITSELA-04Vayera

Shalóm a todos nuestros querid@s lectores y lectoras,

En Parashá Viaierá, vemos a Abrahám nuestro padre en momentos clave en su vida. La noticia y el nacimiento de su hijo Itzják, la promesa que recibe de Hashém, hasta el gran desafío, la Akedáh de su hijo.

A través de la historia de su miembro familiar Lot, aprendemos de las relaciones de abrahám con su familia cercana:

El que juzga toda la tierra

Ante la destrucción de las ciudades de Sedom y Amoráh, Abrahám avinu intercedió por la salvación de las personas justas que hubieran allí. Abrahám se auto anula, y se compara con el plovo de la tierra, respectando la decisión de Hashém. A pesar de ello, él utiliza terminos muy fuertes en su discurso:

חָלִלָה לְּךָ מֵעֲשׂת | כַּדָּבָר הַזֶּה לְהָמִית צַדִּיק עִם רָשָׁע וְהָיָה כַצַּדִּיק כָּרָשָׁע חָלִלָה לָּךְ הֲשֹׁפֵט כָּל הָאָרֶץ לֹא יַעֲשֶׂה מִשְׁפָּט
Sería sacrilegio siquiera atribuirte un acto tal a Ti: matar al inocente con el culpable, permitiendo que el justo y el malvado sean tratados de la misma manera. ¡Sería sacrilegio atribuirte esto a Ti! ¿No actuará justamente el Juez de todo el mundo? (Bereshít 18:25)

¿Cuantas personas justas deben estar en una ciudad para que ésta se salve? Hashém contesta, por diez personas, justamente el número de personas necesarias para rezar juntos, no se destruirá la ciudad. Como todos sabemos, cuando sale Lot con su familia de la ciudad, ya no queda ninguna persona justa en ese lugar.

El paisaje visto desde el monte de Sdóm, hoy en dia

El paisaje visto desde el monte de Sdóm

 

El video del Rav

Os traemos el video que explica una parte muy difícil en nuestra parashá: la parashia de las hijas de Lot.

¿Como podemos interpretar la historia de las hijas de Lot? ¿De cual manera relacionan los Jajamim, los sabios,  entre la acción de las hijas de Lot y la venida del rey David?

Al final del video, el Rav concluye la enseñanza:

¿Cual es el gran valor en cumplir los preceptos con prisa y sin demoras?

Shabát shalóm umevoráj

Lightletter, OrEinSof.com

Estudio de jitas | Parasháh VAIERÁ (1)

B»H

Shalóm a nuestros lectores y lectoras,

Brujím habaim, bienvenidos al estudio semanal.

la Parasháh de la semana empieza con el dialogo entre Moséh y el creador.  En tres ocaciones de la Toráh, aparece la siguiente forma:»Y habló Elokim». Mas adelante, miramos el significado de ello. 

Os deseamos Estudio Fructifero. 

Lightletter, OrEinSof.

Yo Soy Havaiá

Nuestra parashá comienza diciendo (Exodo 6:12)

וידבר אלהים אל משה ויאמר אליו אני הוי

Vaidaber Elokim el Moshé, vaiomer elav Ani Havaiá

“Y habló Elokim a Moshé, y le dijo Yo soy Havaiá.”

Le hablo por que Moshé se había revelado, se enfrentó a Hashem diciéndole: “¿Por qué has hecho mal a este pueblo?” (Exodo 5:22). Ante semejante muestra de insubordinación, Hashem se vio obligado “Y le dijo Yo soy Hashem”. “Fiel para recompensar con bondad a los que van delante de Mí. Y no te he enviado en vano, sino para cumplir Mi palabra que le di a los patriarcas.”

Encontramos en diferentes lugares que Hashem utiliza esta expresión “Yo soy Hashem”, fidedigno para vengarse cuando se enfrenta al castigo, como en “y has mancillado el Nombre de tu Dios, Yo soy Hashem” (Levítico 19:12), y cuando habla del cumplimiento de una mitzvá , como en “Y cuidarán mis preceptos y los cumplirán, Yo soy Hashem, fiel para dar recompensa” (Levítico 22:31).

En la Torá y en el Tana”j en general, está escrito 3 veces וידבר אלהים , vaidaber Elokim , “Y Habló Elokim”. En la Torá la expresión “hablar” ( dibur ) es una forma de decir algo fuerte e importante, y Elokim es el Nombre de Hashem asociado con la cualidad de juicio, din .

La primera vez la encontramos en Noaj al finalizar el diluvio: “Y habló Elokim a Noaj, diciendo. “Sal del arca, tu y tu mujer y tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo” (Génesis 8:16). La segunda vez en nuestra parashá, en el verso que ya citamos: “Y habló Elokim a Moshé y le dijo ‘Yo soy Havaiá ”. La tercera vez es en verso que sirve de título al enunciado de los Diez Mandamientos “Y habló Elokim todas esas cosas, diciendo.” (Exodo 20:8) Yo soy Havaiá tu Elokim… etc.”

Cuando se trata de Noaj Rashi no aclara cual es el din , “juicio” que hay en este “hablar”. Por el contrario, fue dicho al finalizar el castigo del diluvio y viene a permitir que Noaj y toda su familia salgan del arca, de “la cárcel” en que estuvieron confinados durante todo un año, y volver a vivir libremente sobre la tierra de la manera normal en que se comporta una familia “tu y tu mujer y tus hijos y las mujeres de tus hijos contigo”, cada hombre con su mujer, aquí les permitió tener relaciones matrimoniales (Rashi).

Tratándose de los diez Mandamientos encontramos que Rashi se refiere al Nombre Elokim en el verso-título: “ Y hablo Elokim”, el significado de Elokim no es otro que juezdaián ), como está dicho ‘Elokim no maldecirás’, y Onkelos lo traduce ‘ daina’ , porque hay cuestiones por las cuales la persona que las cumple debidamente recibe su recompensa pero de lo contrario no recibe castigo alguno. Según esto: ¿Podría ser que lo mismo ocurre con los Diez Mandamientos? La respuesta es: ‘Habló Elokim’, habló el que es juez para saldar cuentas”.

CONTINUARÁ

De nuestr@s lector@s | Mishpatim: La Semilla robada no florece

בס”ד

OrEinSof.com publica esta nota en honor de Shlomo Alexander ben Reuvén, en el 35º aniversario de su bar mitzváh y por su 35ª lectura anual ininterrumpida de su parasháh: Mishpatim.

Relata el Talmud (Avodá Zará 54b) que si un individuo roba algunas semillas de trigo y las planta en su propio campo, estas semillas no florecen. Parece un hecho imposible, pero veremos, gracias a nuestra parasháh, que así es.

Estamos en parashat Mishpatim, donde abundan las leyes y decretos. Nuestros sabios explican que todos los misterios están codificados en ella, sobre todo los que hacen referencia a los misterios de las almas. Empieza la parashá diciendo:

«Y éstas son las leyes que ordenarás ante ellos».

El Zohar lo interpreta así:

«Éstas son las leyes divinas de las reencarnaciones».

Cuenta el midrash que Moshéh le pidió a Di-s que le explicara cómo es la justicia divina, y HaKadosh Baruj Huh le responde con este cuento:

Un hombre va a beber agua en un manantial y desgraciadamente le cae al agua un saquito lleno de monedas, pero él no se da cuenta y reemprende su camino.

Al cabo de un rato, un segundo hombre va a beber agua y por sorpresa suya encuentra el saquito con las monedas, y se va del lugar contento con su hallazgo.

Aparece un tercer hombre que quiere beber agua, pero de pronto, el primero se da cuenta de que no tiene el saquito, vuelve al manantial, ve al tercer hombre, y cree que éste le ha robado el saquito.

Como el tercer hombre lo niega, el primero se enoja y lo mata…

Moshéh exclama: “¡Cómo va a ser esto la justicia divina!”

Y entonces HKB»H responde:

“Mira y entenderás. El primer hombre robó la bolsita, el dinero no le correspondía, y por eso ahora no lo tiene. El segundo hombre hacia unos meses había perdido una suma de dinero y ahora la recupera a través de encontrar las nuevas monedas. El tercer hombre había matado al hermano del primero, y ahora este, sin saberlo, lo venga”.

Como vemos, nada es lo que parece.

¿En qué se parece la semilla robada, el misterio de las reencarnaciones de Mishpatim y el cuento de Moisés?

En que el mundo se rige por una justicia divina, invisible a los ojos y al entendimiento.

Lo que está claro es que la semilla robada no florece, y aunque nosotros la veamos florecer, tarde o temprano esta semilla se rebelará contra nosotros, o contra nuestros hijos, o contra los hijos de nuestros hijos.

Mishpatim nos explica que nosotros somos y seremos nuestros propios hijos, ya que somos los padres de nuestros actos, y que nosotros mismos padeceremos la semilla robada, en esta vida o en otra, o aun en otra.

Que tengamos el mérito de que nuestra semilla robada –que seguro que todos tenemos muchas– se pudra apenas plantarla, o como máximo, al cabo de pocos días. ¡Será menos doloroso para todos!

– Moriáh Mazal, Barcelona.