Kabalah y Educación | Meditacion, Plegaria y Educación

B»H

Querid@s lectores y lectoras de OrEinSof,

JAG SAMEAJ! !Feliz fiesta de Pésaj!. Esperamos que ya estáis preparados para esta fiesta tan importante en todas nuestras comunidades alrededor del mundo!

La noche que hemos salido de esclavitud a nuestra libertad nos implica la obligación de crecer como personas, ante Hakadósh baruj hu.

Esperamos poder compartir un momento de estudio antes del día festivo. ¿Que parte en el proceso educativo se lleva a cabo mediante la plegaria? ¿Como la plegaria complemente tal proceso?

Meditacion, Plegaria y Educación

El crecimiento espiritual se consigue a través del trabajo duro. Es importante comprender principios teóricos, pero esto sólo nos puede llevar hasta cierto punto. Es imposible aplicar esos principios en la acción sin dirigirnos hacia Di-s mediante la comunicación de la plegaria. Cada fase de la educación se refiere a este proceso. Durante la fase de iniciación/inspiración, el estudiante desarrolla la habilidad de contemplar a Di-s, mientras que en la fase de integración profundiza su relación con Di-s mediante la plegaria. No obstante, los dos están entrelazados: la contemplación/meditación inflama el corazón con amor a Di-s otorgando a la meditación profundidad y sinceridad, mientras que la plegaria crea una comunión con Di-s que dá significado y dirección a la meditación.

El servicio de la meditación es la búsqueda espiritual e intelectual de conocer, comprehender y sentir una verdad particular de la Torá en su máxima amplitud posible. Al procurar profundizar en un interrogante, ya sea un asunto esotérico o un asunto legal más simple, atraemos nuestro conocimiento de Di-s, heredado e instintivo, a un estado más conciente y revelado.

Inicialmente, nuestra inmadurez espiritual requiere que la idea sobre la cual meditemos sea corta, fija y perfectamente definida. Gradualmente, a medida que maduramos, nuestra mente puede ordenar temas de complejidad mayor, límites menos restringidos y de más espontaneidad. A medida que aprendemos a ver con los ojos de la Torá, nuestra perspectiva se alínea con la de Di-s, porque “Di-s y Su Torá son uno”. Toda plegaria formal también se vuelve una especie de meditación, porque la liturgia sirve como un punto o foco para el pensamiento y la atención. El valor de la meditación es que disciplina la mente a penetrar a través de las varias capas de veracidad que yacen detrás del significado simple de las plegarias.

Nos vemos en la próxima enseñanza

Desde OrEinSof.com

Kabalah y educación | La Fortaleza Interior de Abraham (2)

B»H

Bienvenid@s a la segunda parte de la enseñanza educativa semanal. Esta vez, seguimos con el análisis de la figura de Abrahám avinu. Sobre todo, veremos la característica descrita en la entrada anterior, que es  la fortaleza del patriarca. Al final del articulo, responderemos las siguientes preguntas: ¿Como puede interpretar la persona con tales fortalezas a los acontecimientos que suceden en su vida? ¿Cual esta en la raíz de tal interpretación?

Esperemos que disfruten la lectura

(Para acceder a la entrada anterior, podéis utilizar el siguiente Enlace)

La Fortaleza Interior de Abraham

La palabra hebrea eitan significa “la fortaleza de ser”, la característica internalizada por Abraham que revela el secreto de su poder. Está compuesta por las cuatro letras que se utilizan en hebreo como prefijo para construir el tiempo gramatical futuro simple (álef, iúd, táv y nún).

Esto apunta a una idea muy importante en el proceso de educación. Previamente a la iniciación y a la inspiración de un deseo o voluntad en aras del desarrollo espiritual, los estudiantes están atados al pasado. Sus horizontes los limitan a una explicación de la realidad basada en las leyes de la causalidad física. Sólo ven que algo previo a este momento actual a causado un efecto en él. Aunque esto es verdad, es sólo una parte del cuadro. Todas las acciones acarrean consecuencias y generan efectos para bien o para mal, según el caso. Pero semejante punto de vista es incompleto, ya que no puede hacer frente a realidades espirituales que desafían el tiempo.

La iniciación nos introduce al “presente continuo” donde son posibles todas estas cosas por la renovación y recreación continua de cada momento, donde se expande la conciencia hasta incluir dimensiones más allá del tiempo linear y donde se sobrepasarán o manipularán las leyes físicas de la causalidad.

Pero mientras que la iniciación/inspiración nos excita a un idealismo que finalmente trasciende cualquier confrontación real con la adversidad, la integración entrena al estudiante a enfrentar la realidad y abordar cada dificultad con fortaleza de espíritu y fe en Di-s. Pero la integración no se detiene aquí, va más lejos aún y extrae una revelación del futuro.

Esto funciona así:

Cuando aprendemos a perseverar frente a las pruebas y las tribulaciones y a usar esas experiencias como un vehículo para profundizar nuestra relación con Di-s, le revelamos a Di-s y a nosotros mismos nuestro punto de “fortaleza del ser”, eitán. Esto es, hacemos real lo que ya existía previamente sólo como potencialidad. De esta manera crecemos hacia el futuro, como así también nos acercamos a la expresión de nuestro ser perfecto y verdadero, que es el punto final verdadero de la travesía de nuestro alma. Esto es llamado revelar el futuro, porque en cabalá el futuro (atid) significa “lo que está preparado pero aún no está revelado”, contrariamente a su definición más común como algo que no tiene existencia en absoluto en el presente. Esta es la rectificación requerida por la educación, descubrir que incluso nuestro futuro es una realidad actual.

Nos vemos en la proxima semana.

Cordialmente, Lightletter y el equipo de OrEinSof.com

Kabaláh y educación | El Poder de Renovar y la Fuerza de Perdurar (2)

Seguidores de nuestra enseñanza semanal, Shalóm.

Hoy, cerramos los conceptos de los cuales hablabamos el dáa lunes. Para los que quieren acceder a la primera parte, pueden encontrarla con este enlace

Para los que están listos a seguir ya, os deseamos un estudio fructífero. Esperamos que puedan recibir de la sabiduría del Rav, para beneficiarse y beneficiar a los demás, a sus familias y comunidades. 

En la entrada Anterior:

El estado de iniciación/inspiración se afirma y expresa a través del tiempo como un sentido continuo de renacimiento y renovación: “cada día debe ser a tus ojos como un nuevo comienzo”. La cabalá enseña que el secreto de la longevidad es la habilidad de reconocer cada momento como una creación original.

Un educador debe adiestrar a sus estudiantes para que corroboren esta verdad en tres niveles diferentes de la realidad:

1. a nivel del mundo

2. a nivel personal

3. a nivel de la Torá

El Poder de Renovar y la Fuerza de Perdurar (2)

En el nivel del ser, el maestro requiere de sus estudiantes que experiementen el renacimiento continuo de su propio ser y se regocijen con el despliegue de las infinitas posibilidades de crecimiento personal y espiritual que se presentan en cada momento. Cada instante ofrece el desafío y la oportunidad de escoger el bien. A través de este privilegio de elegir que los seres humanos transforman sus vidas en vehículos de Divinidad.

En el nivel de la Torá, el maestro quiere que sus estudiante experimenten nuevamente la revelación de la Torá, de acuerdo con las necesidades del estudiante y en concordancia con esas verdades y símbolos que le son más relevantes en ese momento. Por eso es posible leer la misma Torá semana trás semana, año trás año, una y otra vez y extraer una comprensión nueva y oportuna que “por coincidencia” se aplica al problema o asunto que tenemos entre manos.

Estos tres niveles de percepción se relacionan entre si. Como parte de un universo recreado continuamente todos participan en su renovación progresiva. A su vez, esto inspira un sentido de juventud y entusiasmo perpetuo que colorea cada experiencia, particularmente en relación con la ley de Di-s tal como está expresada en la Torá.

Los sabios enseñan que “la Torá es revelada nuevamente cada día”, pero si somos rígidos y rancios, fatigados y cansados de la vida, no podemos apreciar su frescura. ¿Cómo podemos, aquellos que estudiamos el mismo tema año tras año, mantener un sentido de vien nuestro aprendizaje? Podemos, pero sólo si comprendemos que cada día nos volvemos personas diferentes, con nuevas necesidades e interrogantes más profundos.

Así probamos y descubrimos las dimensiones de la Torá que pueden satisfacer a este nuevo “ser”. Esto requiere de nosotros leer nuevos materiales que no hayamos estudiado previamente, como también descubrir profundidades adicionales en lo que ya nos es familiar. Di-s revela Su Torá una y otra vez, día trás día, centuria trás centuria y también nosotros debemos renovarnos continuamente para apreciar la verdad única y singular de cada momento.

Esperamos que os ha gustado, volveremos en la proxima semana con enseñanza interesante sobre Abrahám avinú y su forma de educar

Yom tov

Lightletter y el equipo de OrEinSof

Kabaláh y educación | El Poder de Renovar y la Fuerza de Perdurar (1)

B»H

Shalom a nuestros seguidores y seguidoras, en la continuación de nuestra serie semanal, sigamos con el planteamiento educativo.

¿como puede el educador insertar contenido espiritual en la clase?

¿como las nociones estudiados en cualquier temario estudiado en la escuela, pueden reflejar sabiduría infinita, y demostrarnos otra cara de la Toráh?

Aquí damos un paso mas para descubrir las respuestas a estas preguntas, Invitamos a todos los interesad@s acompañarnos en nuestro trayecto educativo.

Lightletter, OrEinSof.com

El Poder de Renovar y la Fuerza de Perdurar

Hasta ahora hemos discutido acerca de la inspiración y la integración como dos etapas separadas y consecutivas en el proceso de la educación. Esta simplificación algo exagerada fue necesaria para comunicar el carácter único de cada una y presentar el modelo básico de su interacción. En realidad, cada una es un proceso progresivo por si misma. Pueden verse como temas paralelos que forman juntos la columna vertebral de la educación y el desarrollo del carácter.

El estado de iniciación/inspiración se afirma y expresa a través del tiempo como un sentido continuo de renacimiento y renovación: “cada día debe ser a tus ojos como un nuevo comienzo”. La cabalá enseña que el secreto de la longevidad es la habilidad de reconocer cada momento como una creación original.

Un educador debe adiestrar a sus estudiantes para que corroboren esta verdad en tres niveles diferentes de la realidad:

1. a nivel del mundo

2. a nivel personal

3. a nivel de la Torá

A nivel del mundo el maestro busca que sus estudiantes estén permanentemente conscientes de la renovación continua del universo; sensibilizándolos a la luz y el amor de Di-s que irradia desde lo alto y re-crea todo el universo, desde la nada absoluta, en cada instante.

¿Cómo pueden creer los estudiantes (y mucho menos verificar) una noción como esta, especialmente porque aparentemente no tiene ninguna relación con la experiencia diaria?

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Una vez que comienzan a estudiar realmente el mundo que los rodea y extienden sus leyes para abarcar la totalidad de la creación, confirman al menos la posibilidad de la existencia de tal premisa. Ven que el universo necesita un suministro constante de energía para mantener su existencia, de la misma manera que una lamparilla electrica necesita un flujo continuo de electricidad para mantener su incandescencia. No obstante, aquí termina la comparación, porque cuando se jala de la perilla y la electricidad cesa de fluir, el bulbo continúa existiendo, la única diferencia es que ya no brilla.

La dependencia de su Creador que tiene la creación es más profunda que esto. Si Di-s desconectara el enchufe no sólamente todo dejaría de brillar sino que también dejaría de existir. La creación entera, no sólo su energía y su fuerza, depende permanente y completamente del deseo de Di-s, renovado constantemente, de que siga existiendo.

Este nivel del mundo es el más importante por fijar el escenario de los otros dos.

CONTINUARÁ

Cabala y Educación | Los primeros frutos (2)

Queridos seguidores de nuestra serie semanal,

Hace pocos días  empezábamos a estudiar de nuevo de las nociones educativas bajo la perspectiva de la Toráh y de la kabaláh. Con la claridad de las ideas del Rabino Ginsburgh, podemos detectar cuales son las etapas importantes de un fructífero proceso educativo.

Para los que entran en «la mitad de la clase», podéis echar un vistazo en la primera parte de la enseñanza (Kabalah y Educación | Los primeros frutos (1))

Los primeros frutos (2)

El verso de salmos que cerraba la ultima parte:

Los pasos del hombre están establecidos por Di-s,

Y es su senda [del hombre] la que El [Di-s] desea

Esto significa que aunque el resultado final está decretado por Di-s, de todas maneras, debemos determinar nuestro propio curso y cumplir nuestra misión. La paradoja es que incluso este área de soberanía personal es sólo una respuesta a la mano conductora de Di-s que orquesta la circunstancias de nuestras vidas. La elección que hacemos en respuesta a los cambios de la vida determinan si nuestro progreso es lento o rápido, terso o tedioso, feliz o doloroso. El final está decretado, pero nosotros debemos resolver cómo llegar allí. Aquellos de nosotros que estemos familiarizados con el terreno, o sea, aquellos que se molestaron en aprender primero las leyes espirituales sobre las que se basa el universo, podrán evitar las numerosas trampas y callejones sin salida que de lo contrario pueden plagar su camino y proseguirán con una mínima frustración e incomodidad. Pero aquellos que se embarquen en la travesía sin un mapa que los guíe encontrarán peligros, tribulaciones y desperdiciarán mucho esfuerzo en innecesarias idas y venidas y giros equivocados. Se encontrarán a si mismos eliminando la maleza, hachando árboles y abriendo un nuevo sendero, sin darse cuenta de que a unos pocos pasos hay uno bien señalizado y transitado.

El trabajo del educador es inculcar en sus estudiantes un sentido profundamente internalizado de la verdad y un apasionado deseo por el bien, por Di-s y su leyes tal como están escritas en la Torá. Esto les proveerá un buen mapa de viaje, porque si las elecciones de los estudiantes reflejan los valores de la torá, aprenderán a encontrar su camino con la más mínima dificultad y la máxima paz mental.

Cuando la inspiración y la integración son comparadas con plantar y nutrir un árbol, el propósito de la educación es revelado de la siguiente manera:

Primero, el maestro inspira a sus estudiantes a percibir la mano de Di-s dentro de toda la experiencia, sembrando dentro de ellos el conocimiento de la inquebrantable benevolencia de Di-s. Segundo, motiva a sus estudiantes a comenzar a actuar de acuerdo con esta información (las acciones de los estudiantes denotan que ha tenido lugar la integración).

Procediendo de esta manera, un maestro exitoso libera a sus estudiantes de ira, resentimiento, depresión y ansiedad, todos las consecuencias negativas de una apreciación incompleta de Di-s, como Amo y Director que ama cada detalle de Su creación.

La culminación de estos esfuerzos en aras de la educación es la ofrenda de los “primeros frutos” a Di-s, representado por las acciones de un estudiante que ha hecho una decisión independiente de vivir en concordancia con Di-s y Su Torá.

Nos vemos en la próxima enseñanza

OrEinSof.com

Cabala y Educación | Los primeros frutos (1)

Amigos y amigas de nuestra comunidad de estudio,

Seguimos esta semana con la serie Kabaláh y Educación. Aprendemos que la actividad educativa no es nada mas alimentar la mente y crear las condiciones para el desarrollo intelectual de los que quieren aprender. Nuestro rabino sigue organizando estas ideas, y mas, con su manera magnifica, basando en nociones de la Toráh y de la Kabaláh, y utilizando  terminos extraidos del mundo de la agricultura, comparándolos con la actividad educativa. 

para no perder el hilo de la enseñanza, vemos un poco de lo dicho en la ultima semana:

Otra metáfora que se asemeja a la relación iniciación/inspiración e integración es la de plantar un árbol y luego nutrirlo hasta que fructifique. Esto se ajusta particularmente bien con nuestra metáfora anterior de entrar y establecerse en la Tierra de Israel, ya que el proceso de plantar árboles fue el máximo símbolo de reclamo de la tierra.

Para acceder a la entrada anterior,podeis utilizar el siguiente enlace. (Kabalah y Educación| Plantear y alimentar )

Los Primeros Frutos

En el proceso de educación, la etapa de plantar es la iniciación-inspiración. El maestro toma la responsabilidad de incentivar en sus estudiantes la percepción de la Divina Providencia, sembrando en sus mentes la noción de que Di-s está decididamente dirigiendo cada momento y comunicando Su voluntad a través de los detalles de cada aspecto de la realidad. Los estudiantes aprenden que cada experiencia es una comunicación entre Di-s y el alma. Y aún más, llegan a ver, con la experiencia personal, que la motivación subyacente de Di-s es siempre el amor, aún cuando puedan sentir lo contrario cuando se enfrenta al dolor de aprender algunas lecciones por el camino difícil.

Una vez que el maestro ha inspirado de esta manera a sus estudiantes, puede ir a la fase de integración que se asemeja a nutrir las semillas hasta que se puedan mantener por si mismas. Un árbol bien encaminado puede eventualmente volverse autosuficiente, pero hasta que alcance cierto nivel de madurez, necesita el soporte y la atención de alguien más fuerte que él. El sembrador desmaleza, fertiliza, poda riega los brotes en crecimiento y la culminación de sus esfuerzos es la alegría de ofrendar sus “primeros frutos” a Di-s, reconociendo de esta manera que fueron la tierra de Di-s, Sus lluvias y Su Providencia la verdadera fuente de toda abundancia.

Similarmente, el objetivo de un educador es ayudar al desarrollo de sus estudiantes hasta un nivel de maestría y sabiduría en el cual puedan comenzar a tomar la responsabilidad de sus propias vidas. El maestro premia y cstiga, estimula y aconseja, prueba y alienta a sus estudiantes a actuar en concordancia con verdades espirituales de la Torá. No obstante, también sabe que los estudiantes deben volverse independientes de él, porque sólo cuando den sus propios pasos hacia adelante, sus almas pueden comenzar realmente el ascenso de nivel en nivel, de triunfo en triunfo desde abajo hacia arriba. Sin este esfuerzo independiente desde abajo, nunca habrá frutos. El cultivador puede crear las circunstancias más saludables para el crecimiento positivo, pero eso es todo lo que puede hacer, los frutos mismos sólo provienen del árbol. Es impotente en lo que respecta a esto.

Esta misma idea es expresada en el libro de Salmos:

Los pasos del hombre están establecidos por Di-s,

Y es su senda [del hombre] la que El [Di-s] desea

CONTINUARÁ

ENLACE A LA SIGUIENTE ENTRADA:  Cabala y Educación | Los primeros frutos (2)