Querida Ana Frank (5) Ocultamiento y Revelación

En la entrega anterior

Vivimos hoy en una generación en que muchísimas personas que estaban completamente desconectadas del judaísmo, de la fe o en general de lo espiritual –como Ana Frank y su familia- de repente se despiertan en la edad de la madurez y encuentran su camino de regreso a su origen. Al mismo tiempo, también las almas que crecieron en el seno del judaísmo, pero por diferentes motivos experimentaron una desconexión o alejamiento, lo descubren de nuevo, a su manera. Esta vivencia del despertar y el retorno a Dios es de hecho la experiencia más íntima en la psiquis del hombre.

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Ocultamiento y Revelación – Ester veGuilui

Sabemos que cuando Ana comenzó a escribir el diario, no pensó que nadie lo vería. Por eso escribió los nombres verdaderos de las personas que estaban con ella en el escondite, y también escribió detalles personales y a veces negativos. Pero un día escuchó en la radio un discurso de una de los representantes del gobierno holandés en el exilio, que hablaba desde Londres, y dijo que quería publicar después de la guerra los informes y diarios de los holandeses que sufrieron bajo la ocupación alemana.

Inspirada por esta declaración decidió que cuando salga libre publicaría el diario como un libro, porque eso ayudaría a los demás, y comenzó a editarlo y cambiar los nombres de los huéspedes de la casa para protegerlos.

Esto nos muestra algo significativo acerca de la escritura privada:

La escritura de las emociones tiene que ejecutarse desde del lugar personal más profundo, de tal manera que no queremos exponerlo ante nadie en el mundo.

También si sabemos que quizás un día lo llegarán a leer, o incluso que nosotros mismos lo publiquemos, la escritura tiene que realizarse como si nadie más la ha de ver.

Pero luego tenemos que preguntarnos, si lo que escribimos puede llegar a ayudar a alguien más. Si nuestras palabras personales pueden tocar a otro, ayudarlo a realizar una rectificación significativa en su vida, o acercarlo a Dios. Si ellas pueden tener una buena influencia sobre el mundo, si el arrepentimiento es positivo, ya que tenemos que realizar un acto de mesirut nefesh, dar la vida, e incluso las cosas más privadas, después de la revisión necesaria, dar a conocer.

La transición de la escritura privada a la difusión pública se entiende más en profundidad a la luz de las enigmáticas

palabras de los sabios en el tratado de Jaguigá, que Dios tiene recámaras externas e internas.

En las cámaras externas de Hashem, explican los sabios, se cumple el verso:

“Fuerza y alegría en Su Lugar” (Crónicas I 16:17)

Dios demuestra alegría. Frente a esto, en las cámaras interiores se cumple el verso

“en los lugares ocultos llorará mi alma” (Irmiahu 13:17)

Dios llora en secreto por el exilio y el sufrimiento del pueblo de Israel.

De la misma manera, la difusión de las cosas privadas que se escribieron con una vivencia personal e íntima de llanto, es para que al final las cosas se conviertan en “fuerza y alegría”: llegaron al público y de tal manera que refuerza y los eleva (tal como el llanto oculto de Dios al final se hará público, y nos consolará al escucharlo).

CONTINUARÁ

Querida Ana Frank (4) Diario de Teshuváh

En la entrega anterior:

Después de que el diario fue publicado y tuvo un éxito excepcional en todo el mundo, comenzaron a escucharse voces acerca de su falta de credibilidad…Por más gracioso que suene, la incertidumbre de su existencia o la veracidad de sus palabras son una indicación de su grandeza…La raíz de todas las almas de las que se duda su existencia, se puede decir, está arraigada en un estrato sumamente elevado en la Divinidad misma, y en lo que respecta a nosotros, su existencia depende más que nada de si lo creemos o no.

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Diario de Teshuváh

El escritor Primo Levi, sobreviviente de Aushvitz cuyos escritos también trajeron el holocausto a la conciencia de multitudes, dijo una vez:

“Una Ana Frank nos conmueve más que las historias de otros, que sufrieron como ella pero su rostro quedó en la oscuridad. Posiblemente es mejor que sea así, porque si hubiéramos podido comprender todo el sufrimiento de todas aquellas personas no hubiéramos podido sobrevivir”.

Las palabras de Levi recuerdan una idea fundamental de la sabiduría de la Cabalá conocida como la idea del “tzimtzum”, “la contracción. Cuando Dios quiso crear el mundo tenía infinitas luces con las que quería iluminarlo. Pero sabía que el mundo no iba a ser capaz de soportar todas esas luces, y se iba a destruir. Por eso Dios contrajo su luz en una línea delgada de luz, y la insertó dentro del mundo. Este hilo de luz se revela en nuestro mundo en los libros de Torá, en las palabras de los profetas, y también en la chispa Divina en cada uno y una.

Primo Levi habló sobre la contracción del sufrimiento, sobre la historia de Ana Frank como un pequeño resplandor que permite a las personas aprender acerca del holocausto de manera que no los colapse. Pero podemos llevar esta idea a un lugar positivo, más parecido a la contracción cabalística.

Si una historia personal aislada puede revelarle al mundo la oscuridad que experimentaron millones, es porque también puede revelar una gran luz.

Vivimos hoy en una generación en que muchísimas personas que estaban completamente desconectadas del judaísmo, de la fe o en general de lo espiritual –como Ana Frank y su familia- de repente se despiertan en la edad de la madurez y encuentran su camino de regreso a su origen. Al mismo tiempo, también las almas que crecieron en el seno del judaísmo, pero por diferentes motivos experimentaron una desconexión o alejamiento, lo descubren de nuevo, a su manera. Esta vivencia del despertar y el retorno a Dios es de hecho la experiencia más íntima en la psiquis del hombre. Esos momentos preciados, raros y frágiles de revelación de la raíz del alma producen chispazos de revelación Divina, nada menos que eso.

Sobre el verso del libro de Debarim (30:3)

“Y regresará Havaiá tu Dios a tus retornantes”

pregunta Rashi: “tendría que haberse escrito ‘y hará regresar a tus retornantes”. ¿Por qué está escrito “regresará”? La respuesta de Rashi: “Es tan grande el día del kibutz galuiot, la recolección de los exiliados, y a duras penas, como si fuera ‘Él [Hashem] mismo tiene que ser el que traiga de las manos tal cual a cada uno y uno desde su lugar’”. La reunión del exilio físico y espiritual de las almas de Israel se realiza de tal manera que Hashem mismo, como si fuera, acompaña a las almas desde donde se encuentran de regreso a casa.

En nuestra generación, todo aquel que logra experimentar un despertar espiritual como este, tiene que transmitirlo verbalmente o por escrito, para que otras personas también puedan probar de sus mieles

“Prueben y ven que bueno es Hashem” (Salmos 34:9)

Así como el diario de Ana Frank le transmitió a millones una idea de las dificultades de los judíos, como así también la confianza en la vida a pesar de las dificultades, así los diarios de teshuvá pueden transmitir a muchos la fe en lo que está por encima y más allá de la vida, la luz Divina que le da a la vida el motivo y el significado.

La escritura de un diario de teshuvá es diferente de la escritura de un diario común, porque en él tenemos que tratar de expresar en palabras aquello que no se puede expresar, decir algo imposible de decir. En otras palabras, en la escritura de este tipo, lo que no se escribe es más significativo que lo que se escribe. Pero esto no tiene que disuadirnos del intentarlo. Las palabras que salen del corazón entran en el corazón, y esto es cierto incluso en cuanto a lo que no se dice explícitamente, sino un susurro entre líneas.

CONTINUARÁ

Querida Ana Frank (2) La Tefiláh como Diario Personal

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En la entrega anterior:

Ana Frank creció en una casa judía asimilada, y no estaba conectada con el judaísmo. Sin embargo, quiso la Providencia que llegue a ser la representante de todo el pueblo judío para millones de personas en todo el mundo. El Baal Shem Tov, el fundador del Jasidut –que abrió ante nosotros las puertas de los secretos de la Toráh– nos enseñó que en todo lo que hay en el mundo hay que meditar a través de la lente de la fe y la Toráh.

¿Qué inspiración podemos obtener de la personalidad y la historia de Ana Frank a través del instrumento de meditación de la dimensión interior de la Toráh?

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El diario de Ana Frank

La Tefiláh como un Diario Personal

Volvamos a leer el párrafo inicial del diario: “Espero que pueda revelarte todo lo que no pude revelarle a nadie hasta ahora, y espero que encuentre en ti un confidente fiel y comprensivo”.

Estas líneas no se las escribe Ana Frank a su amiga ni a un pariente, sino a su propio diario.

Así, a continuación Ana le otorga a su diario un nombre humano, “Kiti”, para poder mostrarse a sí misma aún más hasta qué punto utiliza su diario como una amiga de carne y hueso, en cuyo oído poder derramar todo lo que se encuentra en su corazón.

«Kiti» el diario de Anna Frank

En algunas de las adaptaciones teatrales del libro, esta idea cobra vuelo y “Kiti” se vuelve verdaderamente una personalidad encarnada por la actriz, reflejando desde un costado lo que sucede, sin que ninguno de los personajes se entere de su presencia, y le relata al público los pensamientos personales de Ana, evocados en las hojas del diario.

La idea de escribir o hablarle a una personalidad que no está ante nosotros –más todavía, que es en absoluto intangible– recuerda por supuesto a la tefiláh, la plegaria.

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