
Egipto מצרים /mitzráyim/ significa “limitaciones”, aludiendo a los bloqueos psicológicos y a los estados de encierro. Jamétz (el pan leudado) simboliza el egocentrismo.
En definitiva, el “algo allí afuera” (no mi sentido inicial del yo) es D-os, que me rodea en Su verdadero egocentrismo, por así decirlo. Todo (incluyendo mi verdadero yo) existe dentro del “Yo” de D-os.
La primera palabra de los Diez Mandamientos, la culminación del Éxodo, es “Yo” –“Yo soy Havayiáh tu D-os que te ha sacado de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud”. El “Yo” absoluto de D-os nos saca de nuestro confinamiento psicológico y nuestra esclavitud de nuestro sentido exagerado del ego.
En hebreo, “algo allí afuera” דבר בחוץ /davar bajutz/ equivale a 312 = 12 veces 26, el valor del Nombre esencial de D-os, Havayiáh, cuyas 4 letras (2 de las cuales son la misma) permutan en 12 formas diferentes. Entonces, las 12 permutaciones de Havayiáh (correspondientes a los 12 meses del año, etc.) equivalen a “algo allí afuera”.
En un artículo anterior vimos que 312 = “Él no es un cuerpo y no es una fuerza en un cuerpo” אינו גוף ולא כח בגוף /eino guf velo kóaj baguf/. Un cuerpo es un estado de confinamiento, un sentido creado (finito) y bien definido de egocentrismo. Un cuerpo es todo “aquí” (en un sentido negativo) pero no “afuera”.
Pero D-os es todo lo que hay “afuera “ y Su “afuera” abarca a todo lo que hay “aquí”.
En el Cantar de los Cantares, que leemos en Pésaj, la novia, el alma colectiva de Israel, dice a su novio, D-os: “Te encontraré afuera, te besaré”.
“Allí afuera” besamos a D-os.