Shalom, querid@s amigos de oreinsof. En este discurso, el rabino nos anima a perseverar fuertemente en el estudio de la Torá, pues como bien dice, la teoría es importante en la práctica. Y la Torá es el camino del Árbol de la Vida para quienes se aferran a ella.
La teoría es importante en la práctica
Muy probablemente casi todo judío que estudia la Torá puede apreciar la importancia del estudio de la Torá, incluso cuando no tiene aplicación práctica. Sin embargo, la citada ley relativa a tzaraat (lepra) revela un nivel mucho más profundo: el gran secreto de la Torá es que para llegar a una conclusión halájica práctica uno debe estar familiarizado con las definiciones abstractas que no tienen aplicación práctica!
Esto significa que incluso el tema más abstracto de la Torá en realidad se convierte en una ley judía práctica, ya que, si se quiere llegar a una conclusión práctica, también debe especializarse en definiciones abstractas! Se podría decir que se necesitan dos títulos en Torá: un primer grado en teoría y un segundo título en aplicaciones prácticas. Si, en teoría, es significativa la distinción entre un blanco deslumbrante y un blanco mate, debes adquirir ese conocimiento y saber cómo nombrar correctamente la lesión y sólo después ocuparte de los detalles externos que se refieren directamente a la decisión halájica (como el tamaño de la lesión, etc.) Aunque no sabemos todavía cuál es exactamente el diagnóstico del color de la lesión y su nombre es pertinente, sin embargo, sabemos que de acuerdo a lo que determina el Rambam, en principio hay una importancia decisiva en la definición esencial, tanto es así que alguien que no entiende no puede afirmar si es «puro» o «impuro.»
De hecho, en algún nivel profundo, incluso las definiciones fundamentales que parecen estar alejadas de la realidad tienen realmente alguna influencia en el diagnóstico práctico.
Entre el padre y la madre
En la terminología cabalística, el Santo Arizal dijo que tzaraat es consecuencia de «la retirada de la luz del principio padre». «El principio padre» es la luz de la sefirá de sabiduría, que se conoce como «padre», en oposición a la sefirá de entendimiento, que se llama «madre». Sabiduría es el punto del intelecto puro y el entendimiento se apodera de este punto inicial y lo desarrolla en un ámbito más tangible. El alma raíz de las personas que tienden hacia el estudio puramente intelectual se deriva de la sefirá de sabiduría, mientras que la raíz del alma de individuos con una actitud más realista proviene más del entendimiento. Sigue leyendo