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Hoy miércoles 13 de Enero al anochecer festejamos el 4 del mes de Shevat, fecha en la que recordamos al tsadik Rabí Israel Abujatsira, conocido como el Baba Sali. Es una costumbre encender una vela en su memoria, y alegrarnos con una mesa diferente. (fuente: http://www.mem-guimel.blogspot.es)
Rabí Israel Abujatzira nació en Tafelatlej, Marruecos, en el seno de una de las más ilustres familias de la judería local. Familia de grandes Tzadikim (justos) y Jajamin (personas versadas en leyes judaicas).
Su infancia estuvo marcada por el estudio de la Torá, en un entorno de santidad. En vez de juguetes, lo único que quería era un nuevo sidur (Libro de Plegarias), para dirigir sus peticiones al Altísimo. Llevando un estilo de vida ascético, comiendo y hablando muy poco. Una de las lecciones más importantes que aprendió en su casa, fue guardar su lengua y utilizar el poder de la palabra sólo para honrar a Hashem.
Tras su Bar-Mitzváh, a los 13 años, Rabi Israel Abutjazira entró en la Yeshivá de su familia para perfeccionar sus conocimientos de Torá. Esta era conocida por contar con los más destacados abrejim y estudiosos de la Torá en Marruecos, con reglas de estudios estrictas y horario muy riguroso. Se levantaban muy temprano para hacer ‘tikun jatzot’ (la corrección de la medianoche), continuaban estudiando trabajos kabalísticos hasta el amanecer, hora en la purificaban su cuerpo en el mikve (baño ritual), continuaban con estudio y plegarias hasta bien entrada la noche.
Durante la Primera Guerra Mundial se decretó la masacre de todos los judíos de Tafelatlej. Optando muchos miembros de esta comunidad huir a la ciudad de Bodniv (Marruecos), entre ellos la familia Abujatzira. Pero la desgracia ya había llegado a su familia con el asesinato de su hermano Rabi David.
Al llegar a Bodniv, ya era reconocido el prestigio de Tzadik de Rabi Israel, siendo recibido por los dirigentes comunitarios. Le pidieron que sirviera como Rabino, siendo negativa su respuesta alegando que no se sentía espiritualmente preparado para guiar a una comunidad, ni tampoco de suceder a su hermano David.
Toma la decisión viajar por primera vez a tierra prometida, Israel, para editar el legado dejado por su hermano David, escritos y libros halájicos. Al regresar a Bodniv, una comisión le visitó para pedirle nuevamente que se convirtiera en su guía espiritual, en esta ocasión su respuesta fue afirmativa, ejerciendo como Rabino y Dayán (Juez).
Su trabajo al frente de esta comunidad fue muy dinámico, transformando la ciudad en un centro activo de Torá. Estableció la Yeshivá Abir Yaakov, donde surgieron grandes Talmidim y Jajamin, líderes del pueblo judío.
Enseguida ganó notoriedad y renombre en todo el mundo Judío, acudían a él para recibir una Berajá (Bendición) incluso desde muy lejos, sus palabras puras y santas se cumplían. Corriendo su fama a través de los cuatro puntos cardinales. Cada bendición suya era una nueva luz.
En el reciente estado de Israel, se instala en la ciudad de Lod, cerca de su hermano. Pero al poco tiempo se traslada a Jerusalem, donde alquila un pequeño departamento en el vecindario de Baka. A los tres años de su llegada a Jerusalén, le ofrecen el puesto de Gran Rabino Sefardí de Israel, pero –una vez más- declinó la oferta.
Emprende nuevamente la marcha, en esta ocasión a Netivot, donde se instala definitivamente. Esta pequeña ciudad se convierte en una de las más conocidas por la llegada de este Gadol. Enseguida comienza a peregrinar judíos para ser recibidos por Baba Sali y recibir una berajá. El impacto en este pueblo fue muy grande, numerosos residentes cambiaron sus formas de vida influidos por el Tzadik.
El 4 de Shevat 5744 (8 de enero 1984) Rabí Israel Abujatzira da su último suspiro, para ocupar un lugar destacado en Tzadikim en el mundo de la verdad. Deja de brillar una de las luces más destacadas, un pilar del pueblo Hebreo. Pero su bendición y peticiones al Altísimo nos protegen hasta hoy en día.
Fue enterrado en la ciudad de Netivot, asistiendo a su entierro multitud de personas de todo el país, e incluso llegados de otros países. El 4 de Shevat de cada año, fecha conmemorativa de su fallecimiento, se celebrara su Hilulá en todos los confines del planeta. Se dan disertaciones sobre la vida de Baba Sali.
Acompañado con una comida con fin espiritual para decir berajot (bendiciones),en honor del Tzadik. Estas hilulot se celebran en la tumba del Tzadik en Netivot (Israel), en sinagogas, casas de estudios y en domicilios particulares.