Parashat Vaerá: aprendiendo de Abraham Avinu

B»H

¡Shabat Shalom! Ya hemos llegado a la mitad del mes de Jeshván, y estamos leyendo la parashá de Vaerá, aprendiendo de Abraham avinu,  quien anda siempre en dirección a la Emuná. Ahora, esta semana tenemos una enseñanza de jasidut de mano de Rab Ginzburgh,  que nos enseña cómo podemos unir la Emuná (fe) con los detalles concretos de nuestra vida. El Rabino nos deja un mensaje muy importante, que debemos tener en cuenta cada día ¡Shabat SHalom y todas las bendiciones!

 

¿Qué dijimos hasta ahora? Que derecha (ימין , iemín) y fe (אמונה , emuná) son afines en la Lengua Sagrada. Que Abraham “y viajó Avram, se traslado y viajó hacia el Neguev [sur-derecha]”. [Bereshit 12:9] ¿Acaso no era suficientemente a la derecha? Está aquel que pertenece, se reconoce y es identificado por todos de la derecha. Antes incluso que Abraham Avinu vaya a la Tierra de Israel -que es la tierra a la derecha, ya está yendo hacia la derecha o iemina, es decir en dirección hacia la fe o emuná- antes todavía está escrito que es Avram אברם “el hebreo”, העברי , ivrí. ¿Qué es ivrí? Que todo el mundo entero está en un extremo [ever] y él está en el otro extremo. Es decir que él está en el lado derecho y todos los demás en el lado izquierdo en relación a él. Sigue leyendo

Todas tus crisis y tus olas han pasado sobre mí

B»H

En parashat Noaj la humanidad atraviesa dos grandes crisis. La primera es el diluvio – la destrucción completa no sólo de la humanidad sino también de todos los animales terrestres, excepto el remanente que huyó dentro del Arca de Noé. Y la segunda, “la generación de la dispersión”- que dispersa la humanidad por los cuatro puntos cardinales de la tierra tras la destrucción de la Torre de Babel.

Y he aquí también en la Parashá Bereshit se habla acerca de otra crisis, que es la expulsión del jardín del Eden, por causa del pecado de Adam y Javá, así que tenemos delante tres crisis.

Si se continúa contemplando mirando el conjunto de los cinco libros de la Torá, se puede decir que excepto estas tres crisis en el libro de noche y estrellasBereshit, el relato principal de la Torá se ocupa de una crisis mayor y más básica que esta – el exilio y la esclavitud de Egipto, y la salida de Egipto. Y como que “la parte del león” de la Torá se ocupa de la rectificación de la crisis del exilio de Egipto, hasta entender que el exilio desde su inicio nos ha sido dado a conocer como modelo para el resto de crisis que vienen detrás de él, es decir para llevarnos finalmente a una salida más rectificada.

Profundicemos un poco en el significado de estas cuatro crisis, y parece que que existe un modelo, un arquetipo, para clases distintas de crisis, que suceden una en la vida de un individuo en particular, esta en la vida del pueblo de Israel en particular, y esta otra en la historia de la humanidad entera.

1. La expulsión del jardín del Eden – el sueño perdido

La primera crisis, la expulsión del jardín del Eden, es la pérdida del sueño; el Jardín del Eden era otro mundo, como un mundo de ensueño. Ciertamente está claro que en la Torá el jardín del Eden no es solo una historia sino una realidad concreta; había árboles, había zonas geográficas que son mencionadas, como sugiere el versículo “y toda hierba del campo antes de que hubiese en la tierra…y el hombre no existía”- la existencia estaba “antes”, un “pre-mundo”, significa que el ser humano no estaba aquí. Sólo después del pecado cambia la imagen, el Jardín del Eden cambió  y nuestro globo se hizo realidad. En el lenguaje de la Cabalá, dice el Arizal que antes del pecado del Primer Hombre la realidad estaba 14 escalones más alta que hoy, más allá del alcance de nuestra mano (Yad, mano, suma 14).

La realidad de ensueño es la utopía – una dimensión idílica ejemplar. Pero lo que es nuevo es que ese sueño existió y fue creado, y también hoy tiene tiene una función muy importante en la consciencia. Nosotros vivimos en este mundo, pero en verdad nosotros “no somos de aquí”, todos nosotros fuimos expulsados del Jardín del Eden. Sin embargo, está prohibido apoyarse en la nostalgia de vivir dentro de un sueño, sino hay que trabajar en la realidad manifiesta, para actuar dentro del “afuera” que es ahora mi lugar, “y les envió Hashem Elokim del Jardín del Eden para trabajar en la tierra que fue tomada de allí”. Esta es la rectificación!!

En la vida de cada uno de nosotros, un punto de de apertura existe tras la expulsión del Jardín del Eden:

El alma fue expulsada del mundo utópico y de ensueño en el que estuvo, y empujado al suelo de la realidad dura. Desde ahora, toda nuestra vida está dedicada a sanar el trauma de este sueño roto. En este relato, como en el Jardín del Eden, hay un elemento estimulante (catalizador) de la expulsión, es la serpiente que es el yetser hará (la inclinación al mal). Cuando la serpiente tiene exito en engañar, la inocencia primera es quebrada, nosotros somos expulsados hacia la vida cruel y alejada, y ahora es necesario trabajar y competir en este mundo, y descubrir cómo rectificar lo roto (de manera similar es posible decir que la época de la niñez es el Jardín del Eden de cada uno de nosotros).

2. El diluvio – la destrucción

La segunda crisis, el diluvio, es la destrucción dle mundo. El Primer Hombre dice “he sido expulsado del jardín del Eden”, pero Noaj no El fin del diluvio: el pacto y el arco irishabla acerca de la expulsión y vive una realidad diferente dice: “se destruyó por mí mi mundo”. Ciertamente antes del diluvio el mundo no era un lugar tan agradable para vivir en él, y ciertamente no era utópico, pero es un lugar asentado, humanos y animales, enemistades y riñas, estrépito y voces de vida – y he aquí ahora el mundo se estremeció, un silencio terrible habita en el aire y sólo una única familia pequeña, que estába encerrada en una caja con un jardín zoológico completo, necesita ahora empezarlo todo desde el principio.

NO todos debemos pasar una crisis como esta, pero muchas personas pueden contar acerca de mundos que se destruyeron sobre ellos. Por ejemplo, un hombre que que perdió toda su familia y ahora, después de su diluvio particular, necesita empezar desde el principio. Esto en verdad es una tarea dificil, y es necesario tener mucha fuerza interior para empezar con esto – y mucha motivación para huir  y enrollarse dentro de la tienda como Noaj…pero no hay opción, el mundo estaba viejo pero se destruyó y no quedó ninguno, y ahora tú quedas para construir sobre sus ruinas un mundo nuevo. La generación anterior se destruyó, y tú – que eras parte de esa generación – tú eres la rectificación, esta consistirá en  que tengas éxito en mirar hacia adelante. No es necesario ir lejos: impresiona ver toda la muerte de judíos que pasaron el Holocausto;  perdieron todo lo que les era querido, y después de la destrucción levantaron tal cual todo de nuevo. Sigue leyendo

Bereshit: el drama original en nuestras almas

B»H

Shalom queridas lectoras y lectores, ya hemos terminado las fiestas y estamos en la semana de Shabat Bereshit, el Shabat del Principio. Os proponemos este estupendo estudio del rav Ginzburgh para poder recibir toda la luz de este Shabat con el corazón abierto y la mente inquieta.bereshit

La historia de Adán, Eva y la serpiente primigenia plantea el escenario para el desarrollo de todos los acontecimientos que suceden en la realidad. Por eso, estos tres personajes, cada uno con su propio nivel de conciencia, también existen dentro de nuestras almas. En esta meditación, el rabino Ginsburgh explora los roles que desempeña cada uno de ellos en nuestra psique y cuando nos concentramos en la rectificación de estos niveles de conciencia, traemos la redención para nosotros y para el mundo entero.

El Escenario está Planteado

Todos los acontecimientos de la Torá y todo el curso de la historia han sido determinados por el primer acto, el pecado de Adán, Eva y la serpiente. La cabalá nos enseña que estos tres actores básicos representan tres niveles de conciencia, los asentamientos de la mente, el corazón y el hígado, respectivamente.

Representada por Adán, la mente es conciencia intelectual pura y abstracta; el corazón representado por Eva, es el asiento de las emociones, mientras que el hígado representado por la serpiente, es el pragmatismo, la conciencia Adan y evainvolucrada en los beneficios y pérdidas materiales que resultan de nuestras acciones.

El Proceso de Toma de Decisiones

El gran comentador talmúdico Maharshal, explica que hay tres fuerzas motivadoras en nuestro proceso de toma de decisiones:

– tov, «bueno»

– arev,»placer»

– moil, «ganancia»

Las iniciales de estas palabras en hebreo forman la palabra ta’am, que significa razón o motivo. En hebreo, esta palabra significa «gusto». Cuando tomamos decisiones debemos poder «gustar» (saborear) el motivo que hay detrás de ellas.

Estos tres niveles de conciencia en nuestro proceso de toma de decisiones son nuestros Adán, Eva y serpiente personales.

El origen de la elección por el bien, incluso cuando no podamos definirlo, está en «jojmá», la sabiduría de la mente personificada por Adán.

El origen de la elección del placer está en el corazón. La belleza nos atrae al pensar que cuanto más cerca nos encontremos de ella más placer habremos de sentir. Este sentimiento de placer potencial se asienta en las emociones, el entendimiento del corazón, biná, representado por Eva.

El origen de la elección del beneficio está en el hígado. Este es el asiento de daat, el poder de conectarse con la realidad. El nivel de conciencia que se conecta con la realidad es el sentido instantáneo e inmediato de ganancia y pérdida, el pragmatismo representado por la serpiente.

El Reinado Rectificado

En hebreo, estos tres órganos se llaman moaj, lev, kaved, cuyas iniciales forman la palabra melej, que significa «rey».

Cuando la mente rige sobre el corazón y este a su vez sobre el hígado, el imperio del rey está rectificado.

Si la serpiente no hubiera seducido a Eva -quien a su vez sedujo a Adán- hubiera permanecido en su posición natural subordinada a ellos, posición en la que hubiera sido el sirviente más grande de la humanidad. El valor numérico de najash, «serpiente», es 358, al igual que Mashíaj. Esto alude a un potencial muy elevado de la serpiente cuando está subordinada a Eva, el corazón. Sigue leyendo

Nuestras fiestas: «la cadena de oro»