B»H
Shalom. Os traemos aquí una historia para toda la familia, de estas que solían explicarse durante las largas noches del invierno. Es sólo el inicio de la historia, que no hemos podido incluir totalmente por falta de espacio-pero aunque sea sólo un trocito, es una riqueza que vale mucho la pena compartir. La grandeza de este tipo de relatos es la posibilidad de que los más pequeños disfruten imaginando los detalles de las historias, en cómo debía haber sido el rey Nimrod, cómo Abraham era tan bebé pero al mismo tiempo, ¿cómo es que pensaba tanto?. Os invitamos a leerlas y compartirlas, especialmente con los más pequeños.
(Extraído de «Meam Loez Bereshit», edición en ladino de Ed. Gredos, Biblioteca Universal Sefardí, 1969, a cargo de David Gonzalez Maeso y Pascual Pascual Recuero). Adaptación al español actual por Oreinsof.com Barcelona.
.
«Y dice el versículo que Jarán murió en vida de Teraj, su padre, en Ur Kasdim, y por allí hallareis toda la historia de Ur Kasdim por entero. De donde sabréis que antes que naciera el señor Abraham avinu era NImrod el rey de todo el mundo, según escuchasteis arriba, y era escéptico a la fe en Hakadosh Baruj Hu, y tanta soberbia tenía que se presumía por dios, y toda la gente de aquella generación se encorvaban ante él y servían abodá zará según el orden que él les daba. Y por aviso de esto dice el versículo: “e hijos de Kush, Sebá y Javilá…y Kush tuvo a Nimrod (Gen, 10, 8)”. Que os podéis preguntar, si ya había dicho que Kush tuvo a Sebá y Javilá, por qué no incluyó allí a Nimrod? Pero es aviso de que Nimrod se tenía por dios y estaba toda la gente engañada de él, siendo que les dio a entender que él creó los cielos y la tierra, y no sabían que Nimrod era nacido de mujer, y así pensaban que Kush no tuvo más que cinco hijos, que son: sebá, Javilá, Sabtá, Ramá, Sabtejá. Por esto dice: “Y Kush engendró a Nimrod”, haciendo burla de aquella gente necia que lo tenían a Nimrod por dios, pero él era hijo de Kush. Y dicho Nimrod era astrónomo, y sabio en la ciencia de la astrología, y alcanzó a saber con su ciencia que tiene que nacer un hombre en su tiempo que le será muy problemático, porque hará despertar a la gente de su engaño.
La noche que nació Abraham avinu vieron los sabios de Nimrod con su ciencia que una estrella grande salió de la parte de oriente y corrió por el cielo y englutió cuatro estrellas de las cuatro partes del mundo, y se quedaron maravillados de ver tal milagro, y dieron crédito que sería cierto de que había nacido aquella criatura que tiene que ser grande y cobrar fama y heredar toda la tierra de Kenaan y matar a los reyes. Por la mañana se pusieron de acuerdo diciendo que debían darle aviso a Nimrod de lo que vieron durante la noche, porque:
-Después, si pasa algo, se enfurecerá con nosotros por lo que no le avisamos, y es capaz de matarnos a todos. Por esto debemos contárselo, y que él mire la manera de remediarlo.
Y así fueron todos los sabios delante de Nimrod diciendo que estuvieron la noche en casa de Teraj, el segundo del gobierno de Nimrod, que los invitó por la fiesta del hijo que le nació:
-Y después del convite salimos al cortijo a pasear y vimos esto y esto, y cierto que será lo que viste tú con tu ciencia: que tiene que nacer una criatura que tiene que heredar este mundo con el otro, y destruirá tu fe. Ahora, si te place, contenta a Teraj con dinero y tóma su criatura y mátala antes de que se haga grande y suceda algún desastre que no podremos remediar.
Dicho Nimrod se lo agradeció mucho por el aviso que le dieron, y llamó a Teraj y le dijo:
-Un hijo te nació anoche; dámelo que quiero matarlo. Y le prometió una casa llena de oro. Respondió Teraj diciendo:
-Estoy dispuesto a cumplir tus órdenes, y tú dame lo que quieras.
Y dejó pasar unas dos horas hablando con él acerca de cosas del reino, siendo que era su segundo y debía de avisarle de todo lo que pasa. Después le dijo:
-Sabrás, señor, que me ocurrió una cosa anoche, y no tuve ánimo de hacerla sin tu permiso. Me vino tal fulano rogando que le dé el mejor caballo que tengo y me prometió darme un lugar lleno de cebada. Yo le respondí diciendo que no le podía decir palabra hasta que me encuentre contigo, que eres nuestro rey y patrón del mundo, que si te parece que es buen negocio lo haré; y quedemos en esto. Ahora me está esperando con la respuesta. Te ruego que me muestres el camino de esto que es bueno para mí, que siendo soy tu segundo, cierto buscas mi provecho y no quieres mi daño.
Nimrod se quedó encantado y creyó que Teraj estaba loco, al escucharle tales palabras, y le respondió diciendo:
-Si con este meollo (cerebro) riges mi reinado, cierto que no durará mucho tiempo, que siendo un caballo tan valioso, que no hay provecho de cambiarlo por dinero, cuanto menos por cebada.
Teraj le dejó que terminara de hablar con su rabia, y después le respondió diciendo:
-Cierto que esto te pesa siendo un caballo, ¿qué sentiré yo de lo que intentas, que venda a mi hijo querido por dinero, que siendo lo matas, quién heredará mi hacienda y qué bien espera el hombre más que esto?.
Nimrod se encendió con mucha rabia, tanto que ya pensaba de matarlo. Viendo Teraj que Nimrod estaba con el mal, lo convenció que le diese 3 días de tiempo para hablar con la mujer, y afalagarlos con dádivas y buenas palabras. Finalmente, le entregó el hijo de una de sus esclavas.[…] Y así, Abraham se hizo grande.
Y siendo Abram de tres años reflexionó con su mente sobre quién creó los cielos y la tierra; y al principio entendió que el sol los creó; y así todo aquél día ordenó su oración al sol. Como se hizo tarde y se puso el sol en el Occidente, y esclareció la luna en el Oriente, y a su alrededor muchas estrellas, entendió que la luna creó al mundo y las estrellas eran sus esclavos, y estuvo aquella noche ordenando su oración a la luna. Al otro día, viendo que salió el sol y desapareció la luna, dijo entre sí: “Parece que ninguno de los dos es patrón del mundo, y cierto hay Dios en los cielos que rige el mundo”!.
Se fue donde Teraj, su padre y le preguntó quién creó los cielos y la tierra. Teraj le trajo un ídolo en la mano y le dijo:
-Este es el dios que te creó a ti y a mí y a todo el mundo.
Se fue donde su madre, y le dijo que le hiciera buenas comidas, que las quería llevar por ofrenda delante de su dios; y haciéndolas, las tomó Abram y las allegó delante del ídolo; y vio que tal como las puso, así se quedaron. Y siendo que trabajó mucho por conocer a Hashem, se posó la Shejiná sobre él y le dio a entender que todos aquellos ídolos eran hechos de mano de persona, y vino el ángel Gabriel y le enseñó muchos secretos.
Y hay quien dice que viendo el señor Abraham a su padre y su madre cegados por el engaño de la idolatría, no le dio la gana de estar con ellos. Y de allí se fue a la Yeshibá (academia) de Noaj y Shem y se sentó con ellos a estudiar los secretos de la Ley Santa (la Torá); y estuvo allí 39 años largos y nadie sabía dónde estaba. Y estudiando tanto tiempo con mucho reposo y amistad grande y mucha gana, se hizo un gran sabio y alcanzó a saber con su mente que toda aquella generación estaba engañada y equivocada de servir figuras de palo y piedra. Y cuando cumplió tres años empezó a conocer a Hashem, y cuando tuvo 48 años lo conoció por entero».
B»H, que buena enseñanza, excelente articulo, gracias por enseñar las maravillas de la Toda.
Nos alegra que te haya gustado. Pensamos continuar con esta sección semanalmente, y recoger las historias más hermosas que vienen a dar detalles de lo que vivieron nuestros abot. Un cordial saludo del equipo de Oreinsof.