B»H
Queridos amigos, como al inicio de cada nuevo año, nuestro Rabino Ginzburgh nos da algunas claves sobre los signos del año que comienza. Es un artículo un poco largo pero nos inspira mucho para profundizar y sacarle jugo a este estupendo año 5775. (no olvidemos que este shabat es Yom Kipur)! Un cordial saludo del Equipo de oreinsof.
1) Año de las Nueve Lunas para el Nacimiento
תשע»ה es la palabra tishá, «nueve».
Un adelanto de la conferencia del 18 de Elul 5774, Reunión Jasídica para Mujeres festejando el nacimiento de las dos luminarias del Jaisidut: el Baal Shem Tov y el Admur Hazakén.
Este año será será תשע»ה, 5775, y lo primero que surge es leer las letras de este año como una palabra simple. תשע»ה, tishá, significa “nueve” en género masculino. Hace cinco años también fue nueve, tesha, en género femenino. En la noche del seder de Pesaj, las familias de Israel se reunen y al final cantan el poema “¿quién sabe uno?”, ejad mi iodea. Cuando se llega al número nueve preguntamos ¿quién sabe nueve? Y la respuesta es “yo sé nueve”, “nueve lunas del nacimiento”. La luna que representa hoy al Admur Hazakén, frente al sol representado por el Baal Shem Tov. Son las nueve lunas del embarazo de la mujer.
Entonces, lo primero que pensamos es que la señal de este año es que sea un año del nacimiento, un nacimiento nuevo. Que toda mujer casada, con la ayuda de Dios de a luz en este año. Es un deseo, la primera bendición, que este año tishá, nueve, sea de nueve lunas para el nacimiento de otro niño, que es una imagen y semejanza Divina, y para eso Dios creó el mundo. Y quien cumple esa tarea es la mujer.
A quien todavía no le llegó el momento físicamente, también espiritualmente hay nueve lunas para el nacimiento. Cuando se está gestando algo nuevo, la característica de la mujer es que las cosas maduran y se captan mejor en ella que en el hombre. Esto lleva tiempo, pero después de que capta y madura una idea nueva, un sendero nuevo en la vida, al final nace y se concreta. En cada uno de nosotros hay un “¿Quién sabe nueve? Yo sé nueve: nueve lunas del nacimiento” del año 5775. Esto es lo primero y más simple.
El Midrash Tehilim sobre el capítulo 20, dice que tiene nueve versos correspondientes a las nueve lunas del nacimiento: “Dijo rabi Iehoshúa Hacohén: nueve versos hay en este canto, correspondientes a los nueve meses en que la mujer está embarazada…”
Vemos entonces que hay un salmo especial que corresponde a las nueve lunas del nacimiento, y por lo tanto, el año que viene a nosotros para bien es un año nueve, relacionado especialmente con las mujeres.
Pero vemos dos cosas sorprendentes: una que hay muchos capítulos de los salmos con nueve versos, y justamente este lo conectaron con las nueve lunas. La otra es que en realidad tiene 10 versos, pero la explicación es simple, que no se cuenta el verso inicial [“título”, coteret, keter]. Esto significa, tal como surge del midrash, que el primer mes del emvarzo corresponde a jojmá, “sabiduría”, el segundo a biná, “entendimiento”, y como todo es femenino no hay daat, “conocimiento”, el tercero es jesed, “bondad” y así hasta el último mes que es maljut, “reinado”. Así, sólo el último verso del salmo nombre explícitamente al reinado: “que el Rey nos responda en el día que lo llamamos”.
El mes anterior al primero es de la cópula hasta la fertilización, como explica rabí Abulafia sobre el secreto de los tres momentos: el momento de la fertilización, de la formación del feto, el momento del nacimiento, correspondientes a los Mundos de Creación, Formación y Acción, luego de la copulación que es Emanación. Entonces estos versos del capítulo 20 hay que meditarlos en correspondencia con las nueve lunas del embarazo, un verso por mes, y su sefirá correspondiente.
En el primer mes del embarazo la mujer sólo se siente mal y se reza a Dios: “Respóndeme Havaiá en el día de mi sufrimiento” (es sabido que por medio de la auto anulación de jojmá se transforma el “sufrimiento” (tzahar, צרה) en “mediodía”, (tzahar, צהר) de acuerdo con el secreto de “es un momento de sufrimiento para Iaacov y de él será redimido”.
2) Heijal Haemumá Ubitajón: La Recámara de la Fe y la Confianza
5775: El año de “La Vasija del Man”
La Mujer Infunde en el Hombre Fe y Confianza
Ahora vamos a decir una bella guematria del año 5775, תשע»ה : elegimos una guematria que inmediatamente la conectamos con la mujer, al cometido de la mujer de traer la redención con mucha mucha fe y confianza en Dios. Como está dicho “quién es la mujer de valor, la que hace la voluntad de su marido”, y la interpretación del Jasidut es que ella “hace”, en el sentido de “rectifica”, y moldea la voluntad correcta de su marido. En especial ella inspira en su marido gran fe y confianza de que todo irá bien. Si hay preocupaciones, está escrito “la mujer buena es un buen amigo”, refiriéndose a la mujer y a su función ayudar a su marido, brindándole mucha fe y confianza de que todo estará en orden.
Esto fue a modo de introducción para la alusión, quizá la más bella, que vamos a presentar ahora de la guematria del año 5775 que comienza: צנצנת המן , tzintzenet haman, “la vasija de man”. ¿Qué es la vasija del man, y dónde estaba [y todavía está] colocada? Después de la Apertura del Mar Rojo, la cúspide de los milagros y maravillas de la Salida de Egipto, después del Canto del Mar que Miriam y las mujeres salieron a cantar y danzar con sus tamboriles, está el relato del man. Hay judíos buenos y temerosos del cielo que acostumbran decir esto cada día. ¿Para qué? Para fortalecer la fe y la confianza en que Dios nos da todo lo que necesitamos, hijos, vida, sustento, cada día y día. No hay de qué preocuparse, no hay que temer, no nos falta nada, “no hay carencia para sus temerosos”. Quien teme a Dios no le falta nada.
El man caía cada mañana a lo largo de cuarenta años de nuestra travesía por el desierto. Al final de la parashá del man, Hashem le dice a Moshé que le diga a Aharón que tome una vasija, צנצנת , tzintzenet. Es la única vez en todo el Tanaj que está escrita esta palabra, y esto está resaltado en el texto del verso: “Y dijo Moshé a Aharón, toma una vasija y la llenarás con un omer, man. Y la colocarás frente a Havaiá, para su cuidado por todas las generaciones”. [Éxodo 16:33]
וַיֹּאמֶר מֹשֶׁה אֶל-אַהֲרֹן, קַח צִנְצֶנֶת אַחַת, וְתֶן-שָׁמָּה מְלֹא-הָעֹמֶר, מָן; וְהַנַּח אֹתוֹ לִפְנֵי יְהוָה, לְמִשְׁמֶרֶת לְדֹרֹתֵיכֶם .
Este es un verso que se relaciona de una manera muy bella con el año que comienza.
צנצנת המן – la Vasija del Man = 5775 = תשע»ה
Que este sea un año de sustento material y espiritual para todos y que pronto veamos el man en su vasija, donde se encuentra dentro del Arca del Testimonio, presentado por el Moshé de la generación, el Mashíaj que nos trae la redención final y eterna.
Que sean inscriptos y sellados en el libro de la vida para un año bueno y dulce.
[para los que quieran cumplir con esta segula, deben leer Exodo capítulo 16:4 en adelante