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Hoy es 14 de Iyar, Pesaj sheni, el segundo Pesaj. Hoy también es el día de la muerte (Hilulá o Yahrzeit) de Rabi Meir Baal Hanes. Si recordamos, murieron 24000 alumnos de Rabí Akiva, porque no se respetaron el uno al otro. De todos los discípulos, sólo sobrevivieron 5: Rabi Meir Baal Hanes, Rabbi Judá ben Ilai, Rabbi Eleazar ben Shammua, Rabbi José ben Halaftá, y Rabbi Shimon bar Yojay.
Rabi Meir está enterrado en Tiberias. La guemará nos dice que su padre era un general romano, de la familia de Neron. Él quería saber si Dios había dado la tierra de Israel, y Jerusalén, en su mano. Cogió su arco, lanzó una flecha, esta cayó en Jerusalén. Tiró la flecha al lado opuesto, cayó en Jerusalén. Entonces entendió que Dios le había entregado la tierra. Y nuestros sabios nos dicen que él abandona su ejército, y se convierte en parte del pueblo de Israel.
Es un acto heroico; siendo un hombre muy rico, que poseía todo, oro, plata, riquezas, grandes mansiones, acepta ponerse al lado del pueblo de Israel».
Su nombre de nacimiento es Nehorai o Mishá. El sobrenombre de Baal HaNes (Dueño del Milagro) se basa en la siguiente historia:
Rabí Meir estaba casado con Bruriah, la hija del rabino Jananiá ben Teradyon , uno de los diez mártires. El gobierno ordenó la ejecución de la pareja por el delito de enseñar la Torá públicamente . La hermana de Bruriah fue enviada aburdel. Rabí Meir tomó una bolsa de monedas de oro y se fue al burdel disfrazado de caballero romano. Él ofreció el dinero como soborno al guardia. El guardia respondió: » Cuando llegue mi supervisor, se dará cuenta de un desaparecido y matarme. » Rabí Meir respondió : «Toma la mitad del dinero para sí mismo , y utilizar la otra mitad para sobornar a los funcionarios . » El guardia continuó: » Y cuando ? no hay más dinero, y los supervisores ven – entonces, ¿qué voy a hacer «, respondió el rabino Meir «Di : ‘ El Dios de Meir – respóndeme!- ¡Y estarás salvado!)
Preguntó el guardia, » ¿Y cómo puedo garantizar que esto me va a salvar?» Rabí Meir respondió: » Mira – hay perros que comen hombres allí. Voy a ir a ellos y velo por ti mismo . «Rabí Meir se acercó a los perros, que corrieron hacia él para hacerlo pedazos. Él gritó: «Dios de Meir – respóndeme ! » Y los perros se retiraron. El guardia estaba convencido y le dio a la chica. Cuando llegó el grupo de supervisores, el guardia los sobornó con el dinero. Cuando el dinero se agotó, arrestaron al guardia y lo condenaron a muerte en la horca. Cuando le ataron la cuerda alrededor de su cuello , él dijo, «Dios de Meir – respóndeme ! » Y la cuerda se rasgó.
Por ese motivo, existe la costumbre de-en momentos de dificultad ((y es un secreto también para encontrar cosas perdidas)) dar caridad en nombre de Rabi Meir Baal Hanes, diciendo: Elaha di Meir Aneni.
Si podéis, no dejéis de encender hoy una vela para su recuerdo y un tanto de tsedaká en su nombre.
(Extraido parcialmente de wikipedia y de un shiur de Rab. Itsjak Attali)