Clases Sod Hashem Lireav (6)

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Queridos amigos del blog Oreinsof, ponemos a vuestra disposición un resumen del shiur semanal. Todo está basado en las enseñanzas del Rav Ginzburgh, en su libro Sod Hashem lireav, y el comentario a este libro, titulado Shiurim al Sod Hashem Lireav. Gracias a Oded, sin él nada de esto sería posible…! Por cierto, esta semana sí que habrá clase. Ya sabéis que estas clases tienen lugar el martes a las 21hs, en Valldoreix a 20 kms de Barcelona. Si podéis venir, avisad al correo oreinsof.blog@gmail.com.

Seguimos hablando del capítulo titulado Tefilá Kodemet haLimud (Plegaria que antecede al estudio):

Deseo estudiar para que el estudio me lleve a la acción, y a las cualidades rectas y a comprender la Torá y a apegarme al Creador y a desprender las fuentes del Gran Abismo y se abran las chimeneas del cielo y se llene la tierra del conocimiento de Dios como las aguas cubren el mar, con la llegada del justo redentor pronto en nuestros días Amen.

Comentamos en la clase anterior que esta oración utiliza el lenguaje que aparece en Génesis 7, 10, en la parashát Noaj, cuando dice: en este día se rompieron todas las fuentes del abismo grande y las ventanas (dice arubot, nosotros decimos chimeneas) se abrieron. Examinemos las palabras. Qué es este Gran Abismo?? Qué son los manantiales??

Os avisamos, amigos, que estamos empezando por lo más difícil. Keter parece que es lo más simple, verdad? Estamos hablando de lo supraconsciente, y veréis que no es fácil comprenderlo. Empezamos abriendo, expresando la Yejidá, el alma superior.

El Gran Abismo (Tehom Rabá) se refiere al Keter shel be Keter. Este Keter es la raíz de todas las cosas. Dentro del Nombre Havayá, corresponde al ápice superior de la letra Yud, como todo el nivel de la Yejidá. (el Keter es compuesto, como veremos. El Keter es todo lo que llamamos Supraconsciente, por encima de lo consciente). Desde Jojmá, estamos hablando de lo que está en nuestra consciencia.

Es interesante saber que Rabá (רבה), suma 207, igual a Or  אור (luz), y a Ein Sof , אין סוף

Las fuentes o manantiales del Gran Abismo:  se refiere a la Jojmá oculta dentro del Keter, llamada en arameo Jojmá Stimá. Es la raíz de la consciencia, y estos canalitos, los tendones de la tierra, o los pelitos de la barba, lo llevan hacia la consciencia-donde pasa a ser la Jojmá, ya no Jojmá oculta dentro del Keter.

Una vez estas fuentes o manantiales procedentes del Gran Abismo, que estaban bajo la Tierra han emergido, tenemos ya la sefirá de Jojmá que conocemos. Esta se corresponde con la YuimagesCASMI30Sd Ilaa, la Yud superior del Nombre Havayá.

SIMBOLISMO DE LA BARBA

Este es el secreto de los pelos de la Barba, de los que se habla en la Cabalá. ¿Qué tiene que ver eso con mi mente? De repente, de mi piel, sale algo nuevo, un poco de vida, esto es la Jojmá. El pelo es aquí un intermediario entre lo vivo y lo no vivo. Es una metáfora, de un tubo muy fino que se conecta con algo muy elevado.  Es el secreto de la barba de la Corona, que lleva lo supraconsciente a la consciente. Sigue leyendo

Kabalah y Educación | La Espada y el Arco (2)

Shalóm a Tod@s,

En esta fascinante enseñanza, reconocemos nuevas maneras de entender la Tefilah. la comparación de la meditación y la plegaria con elementos bélicos nos obliga valorar de nuevo la fuerza que estas partes de la practica judía pueden dar a cada uno de nosotros.

antes de seguir adelante, nos gustaría citar al profeta Isaias, que ilustra una forma mas de ver a los instrumentos bélicos:

 וְכִתְּתוּ חַרְבוֹתָם לְאִתִּים וַחֲנִיתוֹתֵיהֶם לְמַזְמֵרוֹת לֹא יִשָֹּא גוֹי אֶל גּוֹי חֶרֶב וְלֹא יִלְמְדוּ עוֹד מִלְחָמָה

De las espadas forjarán arados, 
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra. (Isaias 2:4)

en la entrada anterior:

La Torá alude a dos formas de comunicación con Di-s -la meditación y la plegaria-cuando relata la bendición de Iaacov a su hijo Iosef: “He tomado esta ciudad (Shejem) de los amoritas con mi espada y con mi arco”. El traductor arameo Onkelos, interpreta la palabra “espada” como una plegaria en el sentido de contemplación/meditación y la palabra “arco” como plegaria con sentido de súplica. El primero describe un proceso de ingresar a un estado de solemnidad y devoción, mientras que el segundo se refiere a nuestra conversación real con Di-s, con lo que se llega a la culminación de todo el esfuerzo…

Existen instrucciones precisas para realizar esta tarea y el arco debe estar afinado como las cuerdas del arpa, de esta manera, aunque el disparo sea a ciegas y contra un enemigo invisible, las flechas llegarán a destino porque el arquero estará en armonía con Di-s.

La Espada y el Arco. Segunda parte

[Este principio es particularmente aplicable al proceso de teshuvá. El factor limitante en el crecimiento personal y espiritual es el grado en que la persona puede despojarse de las múltiples capas de su ego. Es importante desacelerar y tomarse tiempo si es necesario, para evitar precipitarse hacia un punto de ruptura.]

La excepcional fuerza requerida para estirar un arco representa la humildad de recordar constantemente la dependencia humana de Di-s y la extrema insignificancia del ego y la personalidad. Los arcos antiguos usados como armamento de guerra eran apuntados hacia arriba en un ángulo de 45 grados y la cuerda era estirada en dirección opuesta hacia la tierra. Estirar hacia abajo simboliza la humildad, la que determina la distancia que recorrerá la flecha. Luego de este esfuerzo previo de tensar y jalar del arco, el arquero libera la flecha y Di-s realiza el trabajo final de dirigirla hacia el blanco correcto.

Salir victorioso con el arco es alcanzar el estado de madurez más elevado, cuando el arquero controla y dirije los niveles conscientes y subconscientes de la personalidad. La iniciación purifica los aspectos conscientes del ser y la integración lleva su claridad hacia los niveles subconscientes ocultos del ser, incorporando veracidad en el yo físico provocando su transformación en concordancia. La primera opera a través de la meditación y la última por medio de la plegaria.

A primera vista, podría parecer que la meditación debería ser el método de elección para penetrar en el subconsciente  mientras que la plegaria estaría limitada por los horizontes de la percepción consciente  Pero de hecho es todo lo contrario. La meditación es un proceso de pensamiento consciente y discursivo que culmina en la concentración sobre un tema en particular o punto de enfoque. Si lo logramos o no (en otras palabras, nuestra habilidad de concentrarnos) depende de nuestra fortaleza mental. El grado de penetración en la profundidad del asunto o el desarrollo del pensamiento a través de varios niveles de abstracción, dependerá de la magnitud de la concentración. Si somos “ignorantes” es porque no nos concentramos bastante como para analizar los detalles que conforman nuestro entorno. Somos conducidos primariamente por nuestro subconsciente porque no examinamos estos impulsos, poniéndolos así bajo nuestro control consciente.

Para liberarnos de la obediencia ciega a nuestros impulsos físicos, seleccionando exclusivamente las motivaciones apropiadas según las cuales actuar, debemos diferenciar entre aquellos deseos que son verdaderamente favorables a nuestros objetivos y los que desperdiciarán nuestra energía y en definitiva nos llevarán a la derrota.

La meditación refuerza la habilidad de concentrarse. Aunque amplía los límites de la percepción consciente para incluir más y más de lo que antes era inconsciente  sin embargo, su campo de influencia primordial sigue siendo los reinos conscientes del intelecto y las emociones.

Nos vemos en la proxima Parasháh

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