Kabalah y Educación | El camino de la Automotivación (1)

Querid@s participatntes,

¿Que es lo que convierte al aprendiz en experto? ¿Que hay que dar al alumno para que adquiera la capacidad de aprender solo, y enseñarla a los otros? Preguntas como estas tratan una de las finalidades mas necesarias y significativas en todo el proceso educativo. En la enseñanza de hoy, vamos un paso mas allá: En que consiste el sentido interno mas profundo a la motivación de la gente joven?

El Camino de la Automotivación

Como vimos en el versículo de Proverbios:

«Educa al joven de acuerdo a su camino
e incluso cuando sea anciano no lo abandonará».

lo particular debe estar presente dentro de lo general (“educa al joven de acuerdo a su camino”). La inspiración desencadena el proceso de crecimiento estimulando el deseo de bien que yace dentro de la raíz inconsciente de cada alma. No obstante, con toda la excitación y el dramatismo de las emociones, es algo típico que los estudiantes sólo vislumbren las posibilidades, pero todavía no produzcan de ninguna manera un cambio real. Deben trabajar, esforzarse y sacrificarse para construir verdaderamente esta nueva conciencia en sus personalidades, porque de lo contrario, cuando pase el romance volverán a quedar impasibles, ya que incluso en la cúspide de su inspiración, aún permanecen aferrados por las limitaciones de la personalidad, con la única diferencia de que ahora tienen un objetivo.

Un educador debe encaminar ambos aspectos, a qué está aferrado cada estudiante en particular y hacia dónde se quiere dirigir. Los esfuerzos del educador producirán frutos -esto es, motivarán el crecimiento espiritual de sus estudiantes– únicamente si se ajustan de manera realista y apropiada al nivel y la personalidad de cada educando. Por eso un padre motiva a su pequeño hijo con una golosina, pero un maestro incentiva al estudiante con distinciones y reconocimientos en el aula. El maestro debe ser atractivo a los intereses del estudiante a pesar de que parezcan superficiales e intrascendentes, pero cuando se realiza el balance final sólo variará el estuche, pero el contenido de las enseñanzas permanecerá esencialmente igual para todos. Esto es así porque en todo despertar verdadero hay un punto escondido de objetividad que puede evolucionar hacia una percepción de la verdad universal que va más allá de la subjetividad miope de cada personalidad.

Si el educador se asegura que lo particular está incluido en lo general, sus enseñanzas serán potentes, podrá conducir a sus estudiantes hacia la armonía con la voluntad de Di-s y liberarlos de la dependencia de la recompensa y el castigo externos. Los estudiantes adquirirán su automotivación; su internalizado nuevo amor por Di-s los obligará desde adentro a ir en busca de ese punto de verdad que se intuye más allá del horizonte.

CONTINUARÁ

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