B»H
Shalom, amigos y amigas de Oreinsof. Continuamos con la biografía del gran Or Hajaím, z»l. ( Es el momento de fortalecernos en la Torah más que nunca). Un caluroso saludo a tod@s! Arturo y el equipo de Oreinsof
Una historia dice que cierto día, una epidemia brotó sobre todo el ganado de Sale, y todos los animales que fueron faenados en en honor del Shabat resultaron taref (no aptos para el consumo), con la única excepción del becerro faenado por nuestro maestro. Uno de los habitantes de la ciudad, un muy próspero y honorable hombre muy preocupado por no tener carne que comer en Shabat, vino a ver a nuestro maestro para pedirle que le diese algo, al precio que fuera. Nuestro maestro se negó, explicandole que toda la carne estaba dedicada para cubrir las necesidades de los estudiosos de la Torá que venían a recibir su porción en honor del shabat. Mientras ellos aún hablaban, uno de los estudiosos de la Torah pobres que regularmente le apoyaban vino, y nuestro maestro le dio su porción. El hombre rico estaba muy ofendido por el hecho de que él no tenía carne para sí mismo, mientras que ese hombre pobre vestido con harapos recibía una generosa porción. En su furia, lanzó palabras injuriosas sobre el hombre pobre, quien era un gran Talmid Jajam. Nuestro maestro no deseaba continuar hablando con el hombre rico, así que este se fue sin haber conseguido su deseo.
Esa noche, nuestro maestro soñó que había sido condenado al exilio por un año entero, porque no defendió el honor del Talmid Jajam de los insultos del rico. El aceptó el decreto. A la semana siguiente, abandonó su lugar y llevó un año de verdadero exilio. Él no dormía más que una noche en el mismo lugar, partiendo por la mañana para cumplir su exilio. El fue a menudo asaltado por el hambre, y aceptó esta prueba debido al insulto sufrido por el Talmid jajam.
Notando que estaba cubierto de problemas, nuestro maestro decidió que el momento había llegado de ascender hacia la ciudad sagrada. Como escribió nuestro maestro: “Hashem clarificó mi mente, y entendí que el sentido de esa prueba era darme coraje de partir en dirección al lugar sobre el cuál ya había soñado, el lugar de la Shejiná, la exaltada ciudad que es preciada para el Dueño del Mundo, soberano en el mundo superior e inferior. Me armé con todo mi coraje y me enfrenté a grandes peligros atravesando regiones desérticas, hasta llegar al país que añoraba, el único lugar puro de la tierra, la Tierra de Israel, pues todos los países de las naciones del mundo, su tierra, incluso el aire que se respira, es impuro.

Akko
En Rosh Jodesh Av del año 5501 (1741), dejó Livorno, Italia, con un grupo de estudiantes, 30, hacia Alejandría de Egipto. Desde allí pretendía llegar a Jaifa, y después a Jerusalén. Uno de sus estudiantes, Rav Abraham Ishmael Hai Sanguinetti, describió en una carta a su padre en viaje entero desde Livorno hasta la ciudad de Akko. El bote que habían tomado paró en Alejandría desde donde el grupo tenía que viajar a Jaifa, y después a Jerusalén, pero el capitán, en vez de esto los llevó a Akko, donde ellos llegaron al final del mes de Elul de 5501 (1741).
De hecho, era un bien que D-s había hecho por ellos, pues una epidemia había brotado en Jaifa y en Jerusalém. Este es el motivo por el que el Rabino estableció una yeshivá en Akko, y permaneció allí casi un año, hasta mediados de 5502 (1742). En la Tierra de Israel se acostumbró a orar ante las tumbas de los tsadikim, que el visitó con sus discipulo, fuese en Jerusalén, en Safed y en Tiberiades en la Galilea.
El estAba muy emocionado cuando llegó a Safed, inclúso el Bet Midrash de nuestro reverenciado maestro Rabí Josef Karo (autor del Shulján Aruj) fue puesto a su disposición. Allí, de acuerdo a la tradición, el Arizal había orado. De vez en cuando, nuestro maestro y sus estudiantes partían a ziarot (peregrinajes) hacia las tumbas de los tsadikim, Tanaítas y Amoraítas enterrados en los poblados de la Galilea. Se acercaron a la tumba de Rabí Shimon Bar Yojay en Meron con una emoción particular, y a pesar de que viajaron allí con burros, cuando vieron desde lejos la tumba de Rabí shimon Bar Yojay en la montaña de Meron, nuestro maestro descendió de su asno y empezó a subir con todas sus fuerzas, diciendo con voz amarga: “Cómo puedo yo-que no soy nada-cómo puedo yo entrar en este lugar de fuego, donde dentro permanece la llama del Sagrado Uno, bendito es Él, y Su Shejiná, mientras todos los guías celestiales y todas las almas de tsadikim están aquí!” CONTINUARÁ!