B»H
Queridos amigos y amigas de OrEinSof: continuamos. Esta semana, queremos compartir con vosotros una historia acerca del Baal Shem Tov. Ha sido difícil escoger una. La hemos escogido como puente hacia nuestro próximo tsadik, el Or haJaím. Shabat Shalom!
La Prueba de Rabí Guershon
Rabí Guershom de Kuth no creía en el poder de su cuñado. Decía: Rabi Israel (el Baal shem Tov) no es más que un campesino salido de las montañas. El ni siquiera podría conseguir hacer vida como tabernero.
Una vez fue a Medsiluz a visitar a su hermana. Y pensó: veré el trabajo espiritual de ese cuñado mío. Así, se quedó durante Shabat.
En la tarde del viernes, vió que Rabí Israel se preparaba para rezar Minjá; “Pero si aún es muy temprano”, se dijo Rabí Guershón. Sin embargo, el Maestro empezó a orar. Y cuando Rabí Israel empezó a decir las bendiciones, permaneció inmóvil sobre sus pies durante cuatro horas. El sudor bajaba por su nuca y frente, y su rostro manifestaba una agonía. Finalizó su oración.
“¿Por qué te toma 4 horas decir las bendiciones?”, preguntó Rabí Guershon.
“Quédate hasta el próximo Shabat”, dijo Rabí Israel, “y te enseñaré como decir las bendiciones que yo digo”. Ahora bien, la verdad era que cuando el maestro decía las bendiciones (la Amidá) de la noche de Shabat, pronunciaba la Palabra de la Voluntad, que tenía el poder de librar las ataduras de las almas de los muertos y de los vivos. Entonces, millares de almas de muertos pululaban hacia él, y le rogaban que los incluyese en sus oraciones, para que por ese medio pudiesen ser elevadas a los cielos. Cuando él pronunciaba las palabras “mejayé ha metim” (que revives a los muertos) estaba siempre rodeado por multitud de almas en situación de exilio. Era la labor de elevar tantas almas al cielo a lo que dedicaba tantas horas. Pero en esa labor trabajaba sin parar, hasta que escuchaba a la Hija de la Voz decir: Entonces sabía que ya no podían admitir más almas en el Cielo ese día, y finalizaba la oración.
El viernes por la tarde, Baal Shem Tov le dijo a su cuñado Rabí Guershom: te explicaré una palabra para que la pronuncies antes de empezar Minjá. Entonces entenderás porqué yo permanezco tantas horas ocupado en las bendiciones (de la Amidá). Y le murmuró el secreto de la Palabra de la Voluntad a Rabí Guershon. Rabí Guershon repitió la palabra y empezó a decir MInjá.
Pero Rabí Israel no empezó a orar. Permaneció en pie y jugaba con su cajita del tabaco. Esperó, esperó hasta que Rabí Guershon dijo las palabras “Mejayé hametim”(que revive a los muertos). Y en ese instante vinieron un terrible enjambre de almas, miles y miles de almas de muertos vinieron a él, una multitud de gritos y súplicas alrededor de la oración de Rabí Guershon. Y Rabí Guershon se asustó y estaba a punto de desfallecer del miedo.
Entonces el Baal Shem Tov le animó y él mismo se puso a decir las bendiciones; ayudó a esos millares de almas a entrar en el Cielo.
A partir de entonces, Rabí Guershon quiso llegar a ser más grande que su cuñado.
En esos tiempos, en la Tierra de Israel vivía el célebre Rabino Jaím ben Atar, también conocido como Or haJaím, que significa la Luz Viviente. (
Tenía un poder que estaba incluso más allá del poder de la Palabra de la Voluntad de Rabí Israel. Y este poder más allá consiste en Dos que son Uno. Es el poder de caos y creación, es el poder de la eternidad dentro del instante.
Y la mitad de este poder estaba en el Or haJaím, mientras que la otra mitad de ese poder estaba en el Baal Shem Tov. El alma de Rabí Jaím ben Atar era el complemento del alma de Rabí Israel. El alma de Rabí Israel era afirmación y el alma de Rabí Jaím era negación. Si esas dos almas hubiesen estado unidas, el principio y el final se hubiesen convertido en Uno ( inmediatamente se hubiese revelado el Mashiaj).
Rabi Guershon fue a Erets Israel, para convertirse en discípulo de Or ha Jaím. Rabí Gershon le habló al Or haJaím de su cuñado, diciendo: “mi cuñado, Rabí Israel, cree que camina por los mundos superiores”. Or haJaím conocía el poder de Rabí Israel, porque en sus viajes a los cielos, ambos habían estado en las más altas regiones, donde Rabí Hillel enseña Torá. Y el Or haJaím, quien era el final, conoció el destino de Rabí Israel.
El Or haJaím dijo a Rabí Guershon: “pregúntale a tu cuñado si él puede ver cada parte de sí mismo cuando camina en el cielo”. Rabí Guershon pensó: “ mira cómo Or haJaím se está burlando de mi cuñado….”. Y le envió una carta a Rabí Israel con la pregunta: “el Or haJaím pregunta si puedes verte desde cabeza hasta los pies cuando caminas por el cielo”.
Pero la carta tardó mucho en llegar al Baal Shem Tov.
Traducido del excelente libro de Meyer Levin titulado: Classic Hassidic tales, Dorset Press, New York 1948.
Rabí Israel Baal Shem Tov.es uno de mis maestros favoritos en el veo el poder que hay detras de la humildad.todo lo que sabe-ve.conoce,aca y arriba y aun asi no se vanagloriava,Yo considero la humldad la llave del conocimiento.la misma Tora se deleita en enseñarte.mi Alma llora en saber de tan grande maestro y por que no aun Yo deseo ser como el,genial aprender para enseñar. y mas a la LUZ de la Tora.
Gracias Yohanan. En efecto, sabemos que Moisés era el más humilde de todos los hombres como dice la Torah. Sabemos que D-s lo escogió por esa cualidad (y por su amor a las criaturas y a los animales). Sabemos que Moisés se vació de todo ego en su interior, y eso le permitió elevarse a lo alto de HarSinai y bajarnos la TOrah, tan inmensa cantidad de luz. Si hubiese tenido la más mínima cantidad de orgullo en su interior, hubiese quedado parte de la Torah sin ser revelada. Así de importante es la humildad. Te deseamos la misma cualidad de Moshé rabeinu. Shalom veHatslajá
Cuan importante es la Oración mucho más cuando se intercede por los que an partido de este mundo Shalom a todos
Sí. Esta historia nos llama a valorar la oración, y la compasión con los muertos es la más pura de todas, porque la persona que la recibe de seguro no la puede devolver. Es interesante notar que según el Talmud, existen personas en este mundo que físicamente están vivas, pero moral y espiritualmente no lo están, y cuando Baal Shem Tov, ( y nosotros en la tefilá ) decimos: «Revives a los difuntos,» “Mejayé ha metim”, entre estos «metim», nos estamos incluyendo quizás a nosotros mismos y a muchos personas más, vivas sólo en sentido biológico. La vida es algo más que eso. Al mismo tiempo, Baal Shem Tov quiso enseñarnos cómo fortalecer nuestra oración. Una oración con todo el cuerpo, no un acto mecánico, sino lleno de intención, kavaná, como si el alma estuviera a punto de salirse de nosotros. Shalom, querido Gustavo.
Sinceramente, YO AMO al Baal Shem Tov …todo lo de EL, me enseña…gracias….
Gracias a ti Martha, por estudiar junto a nosotros, y dejarnos ver tu interés. Shalom y Jodesh Tov. Arturo y Equipo Oreinsof