בס”ד
Querid@s lectores y lectoras de OrEinSof.com,
Tan sólo ocho días faltan para que terminemos la cuenta del Ómer. Detrás de nosotros queda Egipto. Por delante, Matán Toráh, representado por la fiesta de Shavuot.
Y entre todas estas fechas, no sólo el Pueblo se prepara para un evento crucial en nuestra historia, sino que también nosotros os preparamos ya un evento interesantísmo y que seguro –quienes nos acompañásteis en mayo del año pasado– querréis se parte de él esta vez: hablamos del segundo seminario de OrEinSof.com en Barcelona. Ya hemos empezado a publicar información. No os perdáis más detalles próximamente.
Ahora bien, volviendo a Egipto, a la entrega de la Toráh… en este punto de nuestro recorrido, concluimos el tercer libro de nuestra Toráh con dos parashot muy interesantes.
Por cierto, mientras esperamos que nos llegue el vídeo de este año con las reflexiones del rav Ginsburgh, volveremos a compartir con vosotr@s lo que se grabó para estas parashot, el año pasado.
¿De qué nos habla la Toráh esta semana?
En Har Sinay, HaShem comunica a Moshéh rabenu las leyes del Shnat haShemitá (año sabático). Cada séptimo año, todo el trabajo en la tierra debe cesar… Siete ciclos sabáticos son seguidos por un quincuagésimo año, Shnat haYovel (el año de jubileo), en el cual también cesa el trabajo en la tierra, todos los sirvientes son enviados libres y las propiedades ancestrales en la Tierra de Israel vuelven a la posesión de sus propietarios originales.
beHar también contiene leyes adicionales que gobiernan la venta de tierras, y las prohibiciones contra el fraude y la usura.
Sin embargo, nos llama la atención: siete días, siete semanas, siete años, siete ciclos de siete. ¿Por qué tanto siete? Pues bien, en el vídeo sobre esta parasháh, el rav Ginsburgh explica el motivo por el que el número 7 se repite en muchos ejemplos de la Toráh.
- ¿Qué significado tiene el 7 en la Toráh y en nuestras mitzvot?
- ¿Qué connotación añadida tiene el número 7 en sus apariciones?
Pasando a la siguiente porción de nuestro Shabat doble, en la sección beJukotáy, el Eterno promete que si los Hijos de Israel observan sus mandatos, disfrutarán de prosperidad material y vivirán seguros en su tierra. Pero también da una dura “reprimenda” advirtiendo sobre el exilio, la persecución y otros sufrimientos que les ocurrirán su abandonan su pacto con Di-s.
“Si guardan mis leyes…” se cumplirá el pacto. Habrá prosperidad y paz en la tierra.
- Pero ¿cómo será exactamente el estado espiritual del Pueblo al recibir la bendición del Todopoderoso?
El rav Ginsburgh lo explica en el vídeo que encontraréis al final de esta publicación.
Os invitamos entonces a repasar las parashot que corresponden a Levítico 25:1 – 27:34, a ver los vídeos y a complementar con las transcripciones que os adjuntamos en los campos de comentarios.
Shabat shalom de parte de todo el equipo OrEinSof.com
BEHAR
En la parashá de esta semana, parashát Behar, la Torá nos ordena contar 7 años 7 veces, y después de 49 años sigue el año 50 del jubileo. Esta es la continuación de lo que trató la parashá anterior, que tenemos la mitzvá de contar 7 semanas. Cada semana tiene 7 días, y contamos 7 semanas, eso es Sefirat Haomer, «la cuenta de Omer», y el día 50 es la festividad de Shavuot, «la entrega de la Torá». Hay otros conteos en la Torá, por ejemplo, para purificamos de las impurezas espirituales debemos contar 7 días, o la mujer debe contar 7 días limpios, y luego ir a la mikva.
De esta manera vemos que en la Torá, con respecto al tiempo, opera y nos ordena pensar en términos de 7, como ciclos de 7, ya sea 7 días a la semana, que es, en realidad como el mundo fue creado: Hashem creo el mundo físico en 6 días, y luego descansó en el séptimo día, el de la consumación. Entonces, el primer ciclo que vemos explicito en la Torá, son los 7 días del inicio de la creación. Después los 7 días aparecen en muchas leyes de la Torá, como ya dijimos, donde tenemos que contar 7 días. Luego tenemos esta mitzvá cada año, en la cual contamos 7 días 7 veces. Y la misma palabra semana, en hebreo, (שבוע, shavúa) viene de la palabra 7, sheba, שבע.
En resumen, contamos 7, en ciclos de 7, y eso es la cuenta del omer, sefirat haomer. Y en la parashá de esta semana llegamos al clímax, al epítome, porque contamos 7 años. Cada 7 años es un año shmitá, «sabático», se le llama «el shabat de la tierra,» y contamos justo como en la sefirat haomer 7 años 7 veces y luego después del año 49, llega el año 50, que es el año del jubileo, cuando todo se libera. Liberamos a los esclavos, liberamos la tierra para que vuelva a sus dueños originales.
Entonces, la meditación de esta semana es meditar en ciclos de 7. El tiempo en la Torá, funciona, opera en ciclos de 7. En el Sefer Ietzirá, nos encontramos que existen 3 dimensiones de la realidad, la manera en que Hashem creo al mundo, y lo creó en olam, shaná, nefesh, es decir, mundos, años y almas, o, espacio, tiempo y almas: tres dimensiones diferentes de creación.
Hashem creó el espacio, las dimensiones espaciales, y se considera todo una sola dimensión general de la realidad, luego creó el tiempo, y luego creó almas. Y en realidad todas son paralelas entre sí, todo lo que existe en el mundo, existe en el año, en el tiempo. Todo lo que existe en el tiempo y en el mundo, existe en el alma. Son todos paralelos, y esta es la base de la Cabalá. La palabra Cabalá significa הקבלה, hakbalá, hacer un paralelo, comparar, todo es paralelo.
BEJUKOTAY
Parashá Bejukotái inicia con: “Si andarán de acuerdo a mis estatutos”, אם בחקתי תלכו “ Im bejukotái teleju ”. Y continúa con una serie de bendiciones con las que Hashem nos bendice, si seguimos Su Torá. Y al epítome a que llega es “ veolej etjem komemiut ”, “y los hice andar erguidos”. Ese es el epítome de todas las bendiciones. Primero para el éxito, dice “te daré la lluvia en el tiempo propicio,” después dice : “habrá paz en la tierra”, luego dice “construiré el Templo”, el tercer Templo eterno, y finalmente el punto más alto, el clímax de todas las bendiciones es: “y los llevaré erguidos”, «ואולך אתכם קוממיות» , “ veolej etjem komemiut ”.
El targum Jonathan dice que komemiut es bekomá zkufá , [con la cabeza erguida] y Rashi, en su comentario de la Torá, que es pshutó shelmikrá , la explicación más literal de la Torá, también utiliza la misma expresión que aparece en el targum Jonathan , bekomá zkufá , “estatura erguida”. El targum Ónkelos dice “ vejeiruta ”, que “erguidos” significa “libres”, que serán completamente libres, como la festividad de Pesaj, llamada zman jeruteinu , “el tiempo de nuestra libertad”. Es la misma palabra que targum Onkelos utiliza para traducir al arameo “ komemiut ”, “erguido”, que quiere decir “libre”, más el targum Jonathan es una interpretación más literal, es la misma que Rashi utiliza, vekuma zkufá , “con la cabeza en alto”.
Entonces los comentaristas hacen la siguiente pregunta: se nos ha enseñado en la Guemará que la persona no debe caminar con la cabeza en alto, erguida. Y que si la persona camina con la cabeza erguida es como si estuviese echando a la Shejiná, a la Presencia Divina, pues la cabeza levantada en el aire es un signo de arrogancia. Entonces, preguntan los comentaristas, ¿Cómo es posible que la epítome de las bendiciones de Hashem es que todos caminaremos con la cabeza en alto bekomá zkufá , con nuestra cabeza erguida en el aire.
Evidentemente la Torá no nos quiere decir que seamos arrogantes ante la presencia de Hashem, Dios no lo quiera, ¿Qué significa? ¿Cómo explican los comentaristas la aparente contradicción? Explican que antes de decir “y los haré andar erguidos”, dice “ vehitalajti betojejem ”, “y andaré dentro de ustedes”. Esto se refiere a la existencia de la construcción del Beit Hamikdash, y Hashem está presente dentro del Beit Hamikdash. Se dice que cuando entramos en el Beit Hamikdash no sentimos la presencia de Hashem por encima de nosotros, sino que sentimos a Hashem frente a nosotros.
Existen diferentes niveles de estar conscientes de la presencia de HaKadosh Baruj Hu. Uno es que Hashem está por encima de nosotros: el primer mandamiento de la Torá es “Anoji Hashem Elokeja” “Yo soy Hashem tu Dios Quien te ha sacado de…”, nos ordena creer, es el mandamiento de creer en Dios y sentir, experimentar que Dios siempre está por encima de mí. ¿Qué quiere decir por encima de mí? Que siempre me está cuidando, si es que necesito ser salvado, si necesitare ayuda, Él siempre está allí para ayudarme, pero Él está primero y esencialmente por encima de mí.
Pero existe otro estado de consciencia, la consciencia de “ Shemá Israel Hashem Elokeinu Hashem ejad ”, “Oye Israel, Hashem es nuestro Dios, Hashem es Uno”. Que Hashem está siempre frente a mí, como se dice “ shiviti Hashem lenegdí tamid ”, “puse a Hashem siempre enfrente de mí”. Y ese estado de consciencia es verdaderamente la revelación de estar experimentando a Dios en el Templo. En el Beit Hamikdash uno siente estar ojo a ojo, frente a los ojos de Dios.
Incluso dice el verso que en el futuro “ kiain vaain iru veshuv Hashem Tzión ”, “Porque ojo a ojo verán el retorno de Havaiá a Tzión”, que veremos y experimentaremos a Hashem cara a cara, ojo a ojo, como la expresión en hebreo “ vegova haeinaim ”, que estamos a la misma altura, por así decirlo, nos vemos cara a cara, uno en los ojos del otro. Es un estado de conciencia muy elevado, que logramos en el Beit Hamikdash. El amor de mirarse cara a cara es llamado el amor de las palomas. Para ellas el máximo placer es mirar a los ojos. Y así experimentamos a Hashem en el Templo. Es una experiencia muy elevada. Y esto es lo que dicen los comentaristas, cuando podemos percibir a Hashem frente nuestro, y no sobre nosotros, entonces podemos ir con la cabeza erguida, porque no estamos “echando” a Hashem de nosotros. Como dice la Guemará, si la persona camina con la cabeza en alto está alejando a Dios lejos de él. Esto es cuando Dios está por encima de ti, pero si Dios esta ante ti no Le estás alejando.
Una vez más, obviamente no estás caminando arrogantemente, es sólo que estás caminando erguido con un sentimiento muy profundo de que tú y HaKadosh Baruj Hu están a un mismo nivel. Por eso ese verso “ vehitalajti betojejem ”, “y caminaré en tu presencia”, lo dice antes de “y te conduciré erguido (con la cabeza en alto)”.
Los sabios interpretan esto como “Caminaré junto a ti en el Gan Eden [el paraíso]”. No sólo en el Templo. En el futuro te tomare de la mano y caminaremos juntos y seremos como compañeros, como un par de personas caminando juntos. Así será cómo caminaré con cada judío, con cada alma.
¿Qué significa esto? Significa un cierto estado de igualdad, a la misma altura de Hashem, y entonces, cuando camine junto a Hashem, así como Él es erguido, así estaré erguido. Esa es una señal de la manera en que estaremos unificados con HaKadosh Baruj hu.
Y por eso siempre leemos la parashá de esta semana, Bejukotái, durante Sefirat HaOmer. Y de hecho, Bejukotái alude al día más importante de Sefirat HaOmer que es לג בעמר “lag baOmer”, pues es la porción de la Torá número 33 desde el inicio de la Torá, y las primeras dos palabras de Bejukotái equivalen en su guematria a 561 que es la suma de todos los números del 1 al 33, y el primer versículo de Bejukotái contiene 33 letras. Así que hay 3 veces, existe una triple alusión, una prueba triple, de que está parashá alude al número 33.
Una vez más, es la porción número 33 de la Torá, sus primeras dos palabras, que son el nombre de la parashá, Im Bejukotái , אם בחקתי , es el triangulo de 33, es decir, la suma de todos los números del 1 al 33. Y cuando contamos la sefirát haomer desde Haiom iom ejad , hoy es un d í a (de la cuenta del omer) y al día siguiente no decimos hoy es el segundo día, decimos son dos días, porque es un proceso sumatorio. Después decimos son tres días del omer, así que en realidad estamos añadiendo 1 más 2 más…etc., y cuando llegamos a 33, ya hemos contado 561 días que equivalen exactamente a “ im Bejukotái ”. Y por último, el propio verso primero de Bejukotái tiene 33 letras.
Así que una vez más, esta porción de la Torá, éste el día más elevado de la sefirat haomer , que es lag baomer y sobre sefirat haomer los sabios nos dicen que justamente en esta mitzvá, se nos enseña que debemos decirla erguidos, debemos ponernos de pie. Y todas las demás mitzvot de la Torá en que debemos bendecir de pie, erectos, eso se deriva o proviene de la sefirat haomer , pues está dicho: מהחל חרמש בקמה , “ meajel jermesh bakama ”, “levanta la hoz por encima [de las espigas]. No digas “ bakamá ” (por sobre) sino “ bakomá” “erguido”. El Omer es la primera cosecha de la cebada, se corta levantando fardos de cebada, “ bakamá ”. Y de esta palabra los sabios nos dicen que tenemos que contar el Omer todas las noches de pie, erguidos. Esta es una kavaná (intención) muy importante. Cuando contamos el Omer todos los días, tratar de pararnos lo más erguidos posible y recordar que este hecho de estar de pie en la cuenta del omer es el secreto de “ vaolej etjem komemiut ”, “te llevaré con la cabeza en alto (erguido)”, que en hebreo es la misma raíz, la misma palabra. Y como dijimos, el significado de esto es ir junto con Dios, estar iguales con Dios. Dios está a mi derecha y también “ojo con ojo”, cara a cara, ante mí como cuando estemos en el tercer Templo.