בס”ד
OrEinSof.com publica esta nota en honor de Shlomo Alexander ben Reuvén, en el 35º aniversario de su bar mitzváh y por su 35ª lectura anual ininterrumpida de su parasháh: Mishpatim.
Relata el Talmud (Avodá Zará 54b) que si un individuo roba algunas semillas de trigo y las planta en su propio campo, estas semillas no florecen. Parece un hecho imposible, pero veremos, gracias a nuestra parasháh, que así es.
Estamos en parashat Mishpatim, donde abundan las leyes y decretos. Nuestros sabios explican que todos los misterios están codificados en ella, sobre todo los que hacen referencia a los misterios de las almas. Empieza la parashá diciendo:
«Y éstas son las leyes que ordenarás ante ellos».
El Zohar lo interpreta así:
«Éstas son las leyes divinas de las reencarnaciones».
Cuenta el midrash que Moshéh le pidió a Di-s que le explicara cómo es la justicia divina, y HaKadosh Baruj Huh le responde con este cuento:
“Un hombre va a beber agua en un manantial y desgraciadamente le cae al agua un saquito lleno de monedas, pero él no se da cuenta y reemprende su camino.
Al cabo de un rato, un segundo hombre va a beber agua y por sorpresa suya encuentra el saquito con las monedas, y se va del lugar contento con su hallazgo.
Aparece un tercer hombre que quiere beber agua, pero de pronto, el primero se da cuenta de que no tiene el saquito, vuelve al manantial, ve al tercer hombre, y cree que éste le ha robado el saquito.
Como el tercer hombre lo niega, el primero se enoja y lo mata…
Moshéh exclama: “¡Cómo va a ser esto la justicia divina!”
Y entonces HKB»H responde:
“Mira y entenderás. El primer hombre robó la bolsita, el dinero no le correspondía, y por eso ahora no lo tiene. El segundo hombre hacia unos meses había perdido una suma de dinero y ahora la recupera a través de encontrar las nuevas monedas. El tercer hombre había matado al hermano del primero, y ahora este, sin saberlo, lo venga”.
Como vemos, nada es lo que parece.
¿En qué se parece la semilla robada, el misterio de las reencarnaciones de Mishpatim y el cuento de Moisés?
En que el mundo se rige por una justicia divina, invisible a los ojos y al entendimiento.
Lo que está claro es que la semilla robada no florece, y aunque nosotros la veamos florecer, tarde o temprano esta semilla se rebelará contra nosotros, o contra nuestros hijos, o contra los hijos de nuestros hijos.
Mishpatim nos explica que nosotros somos y seremos nuestros propios hijos, ya que somos los padres de nuestros actos, y que nosotros mismos padeceremos la semilla robada, en esta vida o en otra, o aun en otra.
Que tengamos el mérito de que nuestra semilla robada –que seguro que todos tenemos muchas– se pudra apenas plantarla, o como máximo, al cabo de pocos días. ¡Será menos doloroso para todos!
– Moriáh Mazal, Barcelona.
Extraña historia, difícil de entender según nuestro raciocinio, pero lo que queda claro es que: una cosa es lo que «vemos», otra cosa es lo que «creemos» que es, y otra muy diferente es la realidad.
A HKB»H. no se le escapa nada, conoce y ve todo lo que ocurre… sabe realmente toda la «verdad», y según ella entonces «juzga».
Tehilim 19:10 «El temor de Ad*nai es puro, perdura para siempre. Los juicos de Ad*nai son verdad, todos ellos juntos son justos».
Shalom.
Así es Jaime. ¡Cuántas cosas se escapan de nuestro entendimiento? Pero una cosa es cierta: muchas veces, después de que ocurren, mirando hacia atrás nos damos cuenta de cuán lógicas eran 😉
Justicia Divina. Está escrita en un idioma –precisamente– Divino, quizás inentendible para nosotr@s. Inentendible cuando lo leemos en el presente o futuro. Totalmente coherente cuando leemos los hechos hacia atrás, hacia el pasado.
Inentendible cuando quizás, el nivel de emunáh –como si nivel de idioma se tratase– no es el suficiente por nuestra parte. Nos quedamos en blanco en el discurso, no encontramos sentido al mensaje…
Confiando en la Sabia Justicia del Eterno, hasta lo más «aparentemente» injusto a nuestra vista, toma un valor positivo de que, todo… absolutamente todo es por para bien y es justo desde la infalible visión de H». Al menos, por experiencia personal, he ido llegando a esta conclusión 😉
Gracias mil por tu reflexión y Shabat shalom.
B»H
¡Muy Hermoso Moriá!
Es una profunda contemplación en esta parasháh, que muchas veces se suele interpretar más según el פשט (pshat: sentido literal), debido a la gran cantidad de leyes aparentemente «lógicas» que aparecen en ella. Desde luego que contemplar la parashásh de Mishpatim con esta visión profunda, relacionada más con el סוד (sod: la parte secreta de la Toráh) nos brinda la oportunidad de estos aprendizajes sorprendentes.
bE»H que todos podamos llegar y aprender a estos niveles, y además, incorporarlo a nuestra vida.
Alejándonos de las «semillas robadas» y teniendo buenos resultados de nuestras buenas acciones… culminando con la venida del Mashiaj, llamado צמח («Tzemaj», Planta) según las palabras del profeta Zacarías (capítulo 3, Versículo 8 “שמע נא יהושע הכהן הגדול אתה ורעיך הישבים לפניך כי אנשי מופת המה כי הנני מביא את עבדי צמח ”)
¡Jazak uBaruj! y muchas gracias.
Oded.
BS»D
Estimado Oded, es un placer también leerte en nuestro blog. Gracias por tus palabras y por complementar el estupendo artículo de Moriáh, ilustrándolo con tus conocimientos.
Para ponerlo más claro a quienes no lean ivrit, el pasuk que citas (Zacarías 3:8) suele ser traducido al castellano como:
«Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú, y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones de prodigio. He aquí, yo traigo a mi siervo, el Pimpollo[1]».
Aparte de las claras referencias mesiánicas (siervo y pimpollo) que, son oportunas en tu comentario y el artículo de Moriáh… algunos comentaristas hablan de que HaShem completa o cuida a las personas hasta el momento en que su madurez es más perfecta… es decir, en el tramo de semilla a planta ya capaz de sostenerse sola 😉 Así que retomando y parafraseando tus palabras:
bE”H que todos podamos llegar y aprender hasta estos niveles de madurez más perfecta, cuando habremos pasado de ser semillas, a ser renuevos de sabiduría… y que podamos –después de integrarla a nuestras vidas– compartirla con todos quienes se acerquen a la sombra de nuestras ramas de luz proveniente del estudio de la Toráh.
Shabat shalom.
Edit Or
—
[1] de «pino» + «pollo» = pino nuevo, árbol nuevo, o tallo nuevo. Algunas versiones traducen «Renuevo» que es el vástago nuevo de un árbol o planta después de cortado/podada.
Oded,
¡Me encanta que traigas que a Mashiaj se le llama Tzemaj!
Me explico:
En otra parte de Mishpatim se citan las palabras “verapó yerapé” (Éxodo 21:19), es decir, “y hará que se cure”.
Rashi lo interpreta como que pagará el salario del médico para la completa curación del injuriado. Una de las interpretaciones del Rabino Ginsburgh es que existen siete maneras diferentes de curación, correspondientes a las siete sefirot inferiores (ver su shuir sobre Mishpatim de 5771).
El Rabino Baruj de Mezhibuzh interpreta la doble repetición del verbo en “verapó yerapé” como que la planta cura al enfermo, y el enfermo cura a la planta.
Que la planta cura al enfermo está claro, pero… ¿cómo el enfermo cura a la planta?
Podemos entenderlo, precisamente, en la sección del Zohar Saba de Mishpatim 96A donde se discute el misterio de la reencarnación.
HKB»H explica al alma que fue creada con el propósito de descender al mundo y cumplir con la función divina que se le ha encomendado.
Resumiendo: Cuando hagamos lo que hemos venido a hacer, a finalizar con la misión que HKB»H nos encomendó justo antes de descender a este mundo, entonces, curaremos al Tzemaj. Somos, pues, parte activa en la aceleración de la llegada de Mashiaj.
No por casualidad otro nombre de Mashiaj es Metzorá. El índice de enfermedades de todo tipo, físicas, emocionales o espirituales que acosan a la sociedad hoy en día, ciertamente son un anuncio de que el hombre está curando al Tzemaj.
Moriáh, shalom.
Kol haKavod por tan brillante complemento a tu propio artículo y los comentarios de Oded.
Puesto que para Shabat Mishpatim del año pasado 5771, OrEinSof.com estaba apenas en diseño 😉 nuestr@s lector@s no podrán encontrar ese estupendo shiur en nuestros archivos.
Así pues, y como complemento al vídeo-shiur del rav Ginsburg para esta parasháh… con gusto publicamos en una nota [aquí abajo] la transcripción de las reflexiones del rav para Mishpatim 5771.
Mil gracias por apuntar esta idea.
Shabat shalom.
Reflexión del Rav Ginsburgh | Mishpatim 5771
«Siete Principios para el Médico»
En la parashá de esta semana, parashá Mishpatim, la Torá dice: “ verapó ierapé ,” que al médico se le otorga permiso del Cielo para sanar al enfermo. La expresión es única y muy importante en la Torá “ verapó ierapé ” que al traducirla literalmente dice “ y sanar sanará.”
La pregunta es: ¿por qué se repite dos veces? Aunque esta sea una expresión de forma que aparece constantemente en toda la Torá, no obstante cada vez que esta forma aparece como un verbo doble, el motivo por el cual el verbo se repite debe ser interpretado.
Así que lo que haremos ahora es ofrecer siete interpretaciones diferentes que se encuentran en los escritos de los sabios y que explican el motivo por el cual este verbo tiene que ser repetido dos veces en este contexto. Obviamente mediante éstas entenderemos más profundamente que significa realmente sanar al enfermo.
Y como tenemos siete interpretaciones diferentes, las ordenaremos, como usualmente lo hacemos, de acuerdo a los siete atributos emocionales, las sefirot , del corazón que son Jésed, Guevura, Tiferet Netzaj, Hod, Iesod, y Maljut, que generalmente se traducen como: bondad o a veces bondad amorosa, poder, belleza, victoria, agradecimiento o reconocimiento, fundamento y reinado.
Primera interpretación : BONDAD
Comenzaremos por la bondad. Si contemplamos gramáticamente esta frase verapó ierapé , “ y curar curará” que el médico curará, el primer verbo es llamado el “ makor”, está en una forma gramatical llamada “el origen del verbo,” que también se encuentra en la forma ligera del verbo. Existen dos tipos de verbos en hebreo que son “ligero” o “pesado”, “ligero” o “duro”, “sencillo» o “difícil”, así que la primera forma verbal está en la forma ligera o fácil, mientras que el segundo verbo, que está en tiempo futuro simple, “[sanar] sanará,” está en forma dura o pesada.
¿Qué implica que el primer verbo sea fácil y el segundo difícil? Implica que el médico, al sanar al paciente, al enfermo, tiene que empezar a curar haciendo todo lo posible por utilizar medicamentos y otros tratamientos que sean los más fáciles o ligeros posibles, así como lo más natural que sea posible. Comenzando por hierbas y medicinas naturales, con toda clase de formas de tratamiento naturales. Si resulta, si se cura ¡que bien! Si no (se cura), entonces será necesario pasar a tratamientos más difíciles, más duros, que usualmente son los medicamentos químicos convencionales.
De hecho, se nos enseña en la Torá que hay dos meses al año que son muy propicios para sanar, uno de ellos es Iar y el otro es Elul. El primer mes es sanar con remedios naturales, el segundo, sanar con medicamentos químicos.
Así, una vez más, el primero es una recuperación relativamente fácil. Trata primero de hacerlo fácil, esto es lo que mi atributo de bondad amorosa me está diciendo como médico, primero tratar de hacerlo fácil, si lo fácil funciona, ¡maravilloso! De lo contrario (hay que) tratar con otros tipos medicamentos difíciles.
Y esta es la interpretación número uno, y por supuesto, hemos aprendido de esto, y no sólo como curar sino que también aplicado a la educación de los niños: siempre comienza con medidas simples, si estas medidas fáciles funcionan, ¡magnifico! de no ser así, tal vez se deba proceder con medidas gradualmente más duras.
Segunda Interpretación: GUEVURÁ
La segunda interpretación es la que corresponde a guevura , “poder” o “rigor”.
Y esto es que como hemos estudiado, cuando Dios cura –el sanador supremo es HaKadosh Baruj Hu, Hashem, Dios- cuando Él cura, cura completamente, absolutamente, al cien por ciento, y lo hace sin ningún efecto colateral negativo. Más cuando un médico humano cura, muy a menudo, mientras cura una cosa, crea otros problemas y sus efectos secundarios. Quizá no debió siquiera haber comenzado (el tratamiento) debido a éstos posibles efectos colaterales adversos que pueden derivarse del tratamiento.
Por eso la Torá nos dice que, si recurrimos a Hashem, y Hashem es toda bondad y toda misericordia, y Él nos sana, y nos sanará sin ninguna reacción adversa. Pero el médico humano tiene que tomar el riesgo, tiene que saber que aunque pudiesen haber, y muy a menudo habrán reacciones colaterales, deberá, no obstante, tratar de curar la enfermedad base, que es potencialmente la peligrosa, incluso aunque hayan reacciones adversas y después tenga que encargarme de éstas, tenga que curar estas reacciones adversas.
Y esta es la interpretación número dos, que dice verapó , si puedes curar la enfermedad al cien porciento, ¡ má tov ! ¡Que bueno!, pero si no puedes, si sabes que va a ser difícil, puesto que sabes que aunque cures lo principal, comoquiera habrán efectos colaterales menores que pueden desarrollarse debido al medicamento, no significa que renuncies y no tengas que involucrarte en el problema, pues tu como médico eres responsable de involucrarte en el problema de todas maneras.
Esto es rigor, pues el rigor significa algo que también pudiese producir efectos negativos.
Tercera Interpretación: TIFERET
La tercera interpretación, es que la primera forma verbal verapó, “y sanar [sanará]”, significa que el médico verdadero, el bueno, médico creyente primero se dirige a Dios. Se vuelve a la máxima fuente de curación, verapó , se dirige a lo Alto y reza. El médico, (e incluso como hemos dicho antes, el médico también puede ser un docente, puede ser cualquiera que trate de ayudar a otro individuo, a otra alma), antes de hacer cualquier cosa, pues no importa lo Él que vaya a hacer, cualquier cosa que yo vaya a hacer, tendrá algo de severidad, primero tengo que rezar a Hashem para tener éxito, que sea fácil, tal vez para que Tú mismo, Hakadosh, Hashem puedas curarlo y no requiera para nada de mí.
Por eso la primera cosa que hay que hacer es invocar a lo Alto, el médico en su corazón debe recurrir hacia arriba y pedir la misericordia Divina. La tercera sefirá, el atributo del corazón, es misericordia, compasión. Misericordia en la Torá siempre quiere decir rezar a Dios. Así que primero reza y luego haz lo que todo médico experto tiene que hacer, pero primero reza. Esta es la tercera interpretación, verapó reza y despierta la misericordia Divina, ierapé , luego haz todo lo que debas como un médico experto.
Las Interpretaciones Cuarta y Quinta: NETZAJ y HOD
Las interpretaciones cuarta y quinta se relacionan entre sí debido que inclusive en las sefirot superiores, estas dos sefirot, Netzaj y Hod , victoria y reconocimiento o agradecimiento, siempre trabajan como un par, en conjunto.
Uno de los comentaristas, el Ibn Ezra, dice que aunque dijimos en este versículo de la parashá de esta semana que el médico tiene el permiso, y por consiguiente, que se le otorga desde lo Alto el poder de curar, esto se refiere solamente a las enfermedades externas. Pero si hay algo mal en el interior de la persona, no es para que lo toque el médico, eso le corresponde curar solamente a Dios. Al médico solamente se le ha otorgado permiso de tratar, por ejemplo, problemas de la piel, como la lepra, la enfermedad que ha sido discutida explícitamente en la Torá y otras heridas externas del cuerpo, pero cualquier cosa que sea interna está puramente en la esfera y el dominio del Sanador de toda carne, Dios.
La Halajá no concuerda con esta interpretación; de acuerdo a la Halajá, el médico sí tiene el poder y el permiso de tratar inclusive enfermedades internas. Así el hecho de que inicialmente hay un pensamiento en la misma Torá que dice ocúpate primero con los problemas externos, y trata de no tener que tocar o entrar en la naturaleza interna del cuerpo. Pero, si no hay opción, si la enfermedad es verdaderamente algo interno, especialmente en la actualidad que tenemos rayos X y una gran variedad de maneras de ver realmente lo que esta sucediendo dentro del cuerpo, así que si es necesario entrar en el cuerpo –que es ser un poco como Dios en relación a sólo curar heridas o enfermedades de la piel desde el exterior del cuerpo- esto también está permitido de acuerdo a la Halajá. De acuerdo a la Halajá, tan pronto como esta permitido también es una mitzvá para el médico tratar problemas internos y no solamente externos.
Existe otra interpretación relacionada (a ésta) que no es exactamente la misma a la de Ibn Ezra, que el médico solamente debe tratar problemas externos y no los internos, ésta se cita de hecho por los Tosafot, uno de los comentarios más importantes, que dice que el médico solamente debe tratar y sanar… -podría pensar, mi primer pensamiento sería que sólo es permitido para el médico tratar exclusivamente enfermedades o problemas causados por el hombre, pero no con enfermedades físicas o psicológicas, espirituales que son causadas solamente desde lo Alto. Si Dios te ha dado una enfermedad, tal vez pudieses pensar que solamente Él puede curarte de esa enfermedad si haces tu trabajo espiritual, que Él quiere de ti, tu teshuvá , tu regreso a Él, entonces Él te sanará. Pero si alguien te golpea, te hiere, te hace daño, o tú mismo te haces daño, o, Dios no lo quiera, te accidentas, cualquier cosa hecha por el hombre, un problema creado por el hombre sea físico o espiritual, psicológico, esto le corresponde a un hombre tratarlo y no así algo que viene directamente de Dios.
Este es un pensamiento inicial, pero no es la Halajá. Esto es sólo lo que pudieses pensar, que tal vez este sea el caso, pero la Halajá dice no, incluso si es algo que viene de Dios, Dios le da permiso, le da poder y consiguientemente se vuelve una mitzvá, es una obligación para que un doctor experto, ya sea un doctor en medicina o en psicología, un doctor experto, tratar y curar este problema.
Una vez más, de acuerdo a esta interpretación, la primera palabra significa que ante todo el médico esta ahí para resolver problemas que son creados por el hombre, pero la segunda palabra implica que aunque exista un problema que fue enviado por Dios, el médico también tiene el permiso y el poder de tratar y de curar esa enfermedad, ese problema.
Sexta Interpretación: IESOD
La sexta interpretación es un poco más practica, dice –esta es una de las explicaciones de los sabios- que si el verbo hubiese aparecido solamente una vez, verapó, sanar pero no sanar sanará , yo podría pensar que sanar sería como enseñar la Torá, que al principio no se te remunere, que no tomes dinero a cambio de dar algo que es bueno; curar a alguien es un acto de bondad así como una mitzvá curar a una persona, tal vez a un médico no se le permite que se le pague por sanar, tendrías que hacerlo gratis.
Eso es lo que yo podría pensar, y si lo podría haber pensado significa que hay una buena y legitima razón para pensar eso. Que hay una razón y un razonamiento legítimo para pensar un médico debería trabajar gratis. Y es por esto que el verbo debe ser repetido dos veces, verapó ierapé, para poder permitirle al médico, al igual que a un maestro.
El maestro podría haber hecho otra cosa en ese momento, y está dicho que si le pagamos al maestro porque está utilizando su tiempo, en lugar de trabajar y ser remunerado en otra actividad, ahora está utilizando su tiempo para instruirte, y debido a esta consideración, a esta lógica, es la manera de que le es permitido a un maestro y también a un médico a tomar dinero.
Y eso es lo que nos enseña la repetición de verapó ierapé, que al principio se pudiese pensar que debo hacerlo sin ser remunerado y el segundo verbo nos dice no, incluso puede ser remunerado por ello. Es legítimo, está bien, e inclusive a veces es bueno, a veces la Guemará nos dice que el médico que lo hace gratis no es de confiar. Un buen médico aceptará el dinero y tienes que darle dinero y esto significa, esto asegura, que va a poner en ello todo su esfuerzo. A pesar de que una vez más, sea sólo una consideración psicológica, en todo caso, Dios quiere que el médico cure. Y si necesita que se le pague, que así sea, si él es el mayor experto, entonces se le debe pagar en concordancia.
Todo lo que tenga que ver con recompensa, (remuneración en hebreo es lo mismo que recompensa) obtener una recompensa por algo. Y si un médico realmente cura, se merece esa recompensa, la cual son sus honorarios, su compensación. Esto corresponde a la sefirá de Iesod o fundamento. Fundamento es el tzadik que es recompensado o castigado por sus acciones, por lo que hace.
Séptima Interpretación: MALJUT
La última interpretación es la que le corresponde a Maljut, en diferentes contextos Maljut significa que si la persona no tiene éxito la primera vez, tiene que continuar tratando. Así aquí también, cuando dice verapo ierapé , “sanar el sanará”, el médico deberá pensar “voy a hacer mi mejor esfuerzo” pues tratar de curar es tomar un riesgo, porque si hace algo erróneo y, Dios no lo quiera, si algo malo le sucede al paciente en lugar de algo bueno, tal vez se me haga responsable. Así que no es algo sencillo para un médico entrar en esta peligrosa situación de tratar de curar a alguien.
Esta última interpretación dice que muchos médicos sentirán que: ya traté la primera cosa que me vino mi mente basado en mi experiencia de cómo curar y tratar a este paciente. Pero si la primera manera no funcionó, entonces levantará las manos y dirá me rindo, no es para mi, no puedo lidiar con este problema, tal vez debas ir a otro médico, algún otro.
Verapó ierapé , esta es la interpretación que aparece muy a menudo cuando el verbo se repite. Significa que si no tienes éxito la primera vez, debes tratar una segunda manera, un segundo enfoque al problema, y si el segundo enfoque no funciona, debes tratar un tercero (enfoque) y debes seguir intentándolo, dando lo mejor de tí pues tienes la sensación de que realmente es tu responsabilidad, tienes que curar esta dolencia, esta enfermedad.
Y si el primer tratamiento no resultó, no te desesperes. Obviamente esto se aplica, davka , especialmente en este punto de Maljut, no es solamente la psicología del médico, sino que también es parte de la psicología del paciente, el paciente también pudiese decir “me rindo, fui con este doctor, no funcionó, fui con ese otro doctor, tampoco funcionó, mejor me rindo, nadie sabe.”
Cuando se trata de curar, hay una mitzvá en la Torá que dice venishmartartem meod et nafshotejem , que la persona tiene que cuidar de su salud, y debe que continuar intentándolo aunque algún tratamiento no haya funcionado, debe intentar otro tratamiento y otro tratamiento y otro tratamiento, cosas físicas, obviamente junto al rezo sabiendo que el único médico verdadero es solamente Dios, y debe continuar intentándolo hasta Veezrat Hashem itbaraj, que con la ayuda de Dios, será sanado.
Me han encantado las reflexiones de Moriáh, son brillantes y profundas, y me han sugerido algunas ideas, que comparto.
En Génesis (1:28) podemos leer: D-os los bendijo y D-os les dijo: «Fructificaos y multiplicaos» (פְּרוּ וּרְבוּ).
Esto hace que tradicionalmente se asocien bendición y fructificación. El Talmud (Berajoth 35b) nos enseña que disfrutar de las cosas de este mundo sin bendición es como robarle a D-os. Fructificar o disfrutar, ambas palabras proceden de fruta, sugieren algo gozoso, algo que más que evocar a este mundo de exilio, representado en la Toráh por Egipto, evocan al mundo porvenir.
Una semilla robada (נגנב זרע) no puede fructificar porque es una semilla maldita al carecer de bendición. No es, pues, casual que la guematria de semilla robada (נגנב זרע) sea 382, como en “beMitsraim” (בְּמִצְרַיִם), “en Egipto”.
Shalom,
Creo en este principio de rueda del alma.
Hoy comprendo lo que soy, vi quien fui y he pedido perdón por ello. Rezo cada día y hago lo mejor para corregir mi vida, para así evitar repetir o retroceder en la oscuridad.
Cada persona que me encuentro, cada situación que vivo, etc… analizo su función y mi misión.
Si esta sabiduría nos fuese enseñada desde temprana edad…
bueno, hoy es el tiempo de sanar las heridas del ayer, para vivir el presente en la verdad y proyectarnos hacia la Luz Divina.
Nuestra fuente.
Muy buen comentario Moriáh,
A veces no entendemos el porqué de las cosas, e inclusive llegamos a preguntarnos por qué Hashem nos paga de una manera tan particular. No entendemos los sucesos que ocurren a nuestro alrededor y rápidamente lanzamos ‘latigazos’ contra Hashem, si es que podemos insultarLe de manera alguna e inconscientemente no nos damos cuenta que dichos ‘latigazos’ revierten contra nosotros o acentúan la situación incomprensible por la que atravesamos.
Además, ya sabemos que el acto de ‘robar’ no es bien visto por nadie ni tan siquiera por los mismos ladrones que roban, como se explica en la historia reseñada.
Este punto nos ilustra que aún nuestra propia naturaleza, nuestro propio ser, nuestra propia alma, aunque viva en el error, reconoce la maldad de nuestras acciones y la condena.
Este día a día nuestro es una gran telaraña de acciones y eventos que no hacen otra cosa más que atestiguar la grandeza del Santo, Bendito sea. Estamos conectados los unos con los otros, el barrendero de tu trabajo, el cuidador de tu hija/o, el hijo de tu vecino, etc… Todos estamos unidos en la grandeza del destino preparado por Hashem para cada uno de nosotros.
Sin embargo, me queda la siguiente duda y a ver si alguien me la puede explicar: ¿Cuál es la relación entre Tzémaj y el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal? ¿Será Tzémaj un renuevo rectificado de este Árbol?
¡Shalom a tod@s!
Josean
Estimado Josean,
Muchas gracias por tu tiempo y por hacernos llegar tus comentarios. Más aún, te agredecemos tus preguntas, que hemos pasado a la persona adecuada, para poderte dar respuesta en breve.
Nos encanta que hayas compartido tu visión y experiencia en relación al interesante artículo de nuestra compañera Moriáh.
Entretanto publicamos la respuesta a tus excelentes preguntas… te deseamos Shabat shalom.
Veamos una posible respuesta:
“… podemos decir que la interioridad de la Toráh es llamada árbol de la vida. Su objetivo esencial es la reparación de la falta del árbol del conocimiento, gracias a la interioridad de la Toráh llamada árbol de la vida…” (Igrot Kodesh 3, página 259)
«Según el Zohar y la Kabalá, el árbol de la vida hace alusión a la interioridad de la Toráh, a sus dimensiones más ocultas y secretas. Adam rehazó comer de este árbol, prefiriendo el conocimiento del mundo exterior, es decir, una visión del mundo fundada sobre la lógica humana, sobre su propia percepción y su propia comprensión e interpretación de las cosas. El rechazo de la interioridad a favor del culto a la inteligencia humana, es lo que la Toráh llama el pecado original. Por el contrario, el árbol de la vida eleva al hombre por encima de los límites estrechos de su inteligencia y sus sentidos, y lo recoloca en relación con lo Infinito.
Si la falta es el rechazo de la interioridad, la reparación será precisamente el abrazarnos al árbol de la vida.» (Notas del libro La hassidut a la portée de tous)
Maimónides, en Melajim 12, explica que Mashiaj vendrá para revelar las profundidades de la Toráh. “Nuestro pueblo y sus sabios no esperan la venida de Mashiaj para poder disfrutar de la abundancia material en este mundo, sino únicamente porque la verdadera sabiduría será revelada finalmente…”
El Talmud está inundado de discusiones entre diferentes rabinos. Generalmente, sus opiniones difieren y, en ocasiones, es difícil seguir el trazo de la cuestión presentada. También puede ocurrir que no se llegue a ninguna conclusión y entonces se califica de problema sin solución satisfactoria. En el lenguaje del Talmud a esto se le denomina Teku, que es el acróstico de Tishbi ytaretz kushiot uvaayot, es decir, Tishbi responderá en el futuro a estas cuestiones y problemas. ¿Quién es Tishbi? Tishbí es uno de los nombres del profeta Eliahu, sobre el cual se dice bimerá yavó elenu in Mashiaj ben David, o sea, que pronto vendrá junto con Mashiaj ben David.
Quizás, nuestra labor, sea plantar miles de Teku a través del estudio de la Toráh, que serán las semillas con las cuales Mashiaj podrá revelar dimensiones aun inaccesibles de la interioridad de la Toráh, aferrándonos así al árbol de la vida.
Shabat Shalom