בס”ד
En la entrega anterior:
Guevuráh es asociada en el alma con el poder de restringir las propias necesidades innatas de brindarbenevolencia a los demás, cuando el receptor de tal bien es juzgado indigno de él, y propenso a darle un uso no correcto.
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Tiféret es la sexta de las diez sefirot, y el tercero de los atributos emotivos dentro de la Creación.
Tiféret aparece en la configuración de las sefirot en el eje central, directamente debajo de dáat (o de kéter, cuando se excluye dáat), y corresponde en el Tzélem Elokim a la parte superior del torso (en particular, el corazón).
Tiféret es asociada en el alma con el poder de redimir o reconciliar las inclinaciones conflictivas de jésed y guevuráh, como así también permitir brindar compasión, por lo que se la identifica en Kabaláh como midat harajamim (el atributo de misericordia). La belleza de tiféret, se manifiesta a través de la mezcla elegante de los gestos emotivos implícitos en su expresión.
La raíz de tiféret, puede connotar tambíen el acto de enorgullecerse y como tal representa el orgullo que tiene Di-s, como si fuera, por Su pueblo Israel. Cuando servimos y alabamos a Di-s desde una conciencia de tiféret, lo hacemos con la intención de renovar ese orgullo.
Tiféret = 1.081, la suma de todos los números desde 1 a 46 (triángulo de 46).
46 = Levi, el tercero de los hijos de Yaakob, correspondiente al tercero de los atributos del corazón, tiféret. La tribu de Leví [1] se divide en dos, los Kohanim (sacerdotes) y los Leviim (levitas). En el momento que tiféret –que se encuentra en la línea media– conecta y balancea las dos líneas a izquierda y derecha, debe poseer en sí misma dos «lados». El lado derecho de tiféret (su inclinación o tendencia hacia jésed) es personificado por los Kohanim, mientras que el lado derecho, (hacia guevuráh) es personificado por los Leviim.
La unión de las tres emociones primarias del corazón, jésed (72) guevuráh (216) y tiféret (1.081) = 1.369 = 37². Este es el número de letras en el capítulo de la Toráh que precede a los Diez Mandamientos, donde se describe la preparación del pueblo de Israel para recibir la Toráh.
La Toráh en sí misma corresponde a la sefiráh de tiféret. Ella fue dada a Israel con las dos manos de Di-s, jésed y guevuráh. Este es el valor numérico de la conclusión del segundo versículo de la Toráh, (Génesis 1:2):
«y el espíritu de Di-s se cernía sobre la superficie de las aguas« (=1.369).
«Las aguas» simbolizan la Toráh. El espíritu de Di-s que se cernía sobre la superficie de las aguas simboliza a la porción de la Toráh que precede a la entrega de la Toráh.
37 = Hével («vapor»; Abel, el hijo de Adam y Javáh). Nuestros sabios nos enseñan que: «La Toráh de este mundo es hével en comparación con la Toráh del mundo por venir«.
El estado espiritual identificado en el jasidismo como correspondiente a la sefiráh de tiferet es el de rajamim (misericordia).
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Notas:
[1] la «elegida» de las tribus de Israel, como Yaakob mismo, el tercero de los patriarcas –tiféret– es el «elegido» de los patriarcas