Evolución de la Kabaláh | 5. Peligros (Parte I)

בס”ד

En el capítulo anterior:

Todo lo que la persona ha hecho en su vida hasta el momento presente, ya sea en la acción, la palabra o el pensamiento, corresponde a los primeros tres niveles del alma: néfesh, rúaj neshamáh. Esto era claro para los kabalistas antes del Arizal. Las encarnaciones pasadas, sobre las que se enfocó el Arizal, corresponden al aspecto jaiá del alma.

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Los Peligros de la Kabaláh | Parte 1

Lo primero que debemos preguntar antes de estudiar Kabaláh es cuál es el modo correcto de hacerlo sin ponernos en peligro, dado el enorme poder, altamente energético (psicológicamente) y que puede alterar la conciencia (espiritualmente), de esta parte de la Toráh. Las pasadas experiencias nos brindan muchos ejemplos de gente que perdió la cordura o fue dañado psicológicamente por estudiar Kabaláh de una manera inapropiada. Muchos de estos individuos no eran completamente estables desde un comienzo, pero de todas maneras no hay dudas de que el estudio impropio de la Kabaláh contribuyó en cierta medida a su crisis psicológica.

En nuestra generación esto es menos frecuente, porque estas personas que no son psicológicamente estables buscan en general ayuda profesional de alguna tipo y están en alguna clase de programa de tratamiento. Pero aunque muchos peligros psicológicos ya no son más que temas de estudio, siguen existiendo peligros espirituales tales que ponen en riesgo el bienestar espiritual y por ende físico de la persona.

La Kabaláh es una Parte de la Toráh

El primer peligro radica en la noción de que es posible estudiar Kabaláh sin observar las mitzvot. El pueblo judío recibió la Toráh en el Monte Sinaí sobre la base de su declaración «naasé venishmá» (Shmot 24:7), que significa «haremos y luego entenderemos». El hacer crea los recipientes, mientras que entender trae la luz o el alma adentro de estos recipientes. Es importante entender que el propósito definitivo por el cual Di-s creó el mundo fue la formación de los recipientes, viviendo una vida buena emulando a Di-s, la esencia de la Toráh con sus 613 mandamientos para los judíos y los 7 mandamientos para la humanidad.

El intento de tener experiencias místicas o incluso proféticas sin crear los recipientes adecuados que los contengan es peligroso, porque es como crear «un alma sin un cuerpo». La mayoría de las veces estas mismas vivencias son simple ilusión, y en realidad no hay más que la imaginación de la persona trabajando. Pero si se vuelven reales entonces en esencia son el equivalente de la muerte, porque eso es esencialmente «un alma sin cuerpo».

La importancia de crear recipientes se compara con la importancia del lugar que tiene la Toráh en la vida. En este sentido, los mandamientos de la Toráh «dan vida» (vaYikrá 18:5), o sea, hacen posible la vida al crear los recipientes en donde entra el alma.

La Toráh nos cuenta acerca de grandes almas, como los hijos mayores de Aharón (el Gran Sacerdote, hermano de Moisés) Nadav y Avihu, que estaban inmersos plenamente en los más profundos misterios de lo Divino, pero, como no cumplieron con un mandamiento de Di-s, perecieron mientras servían en el Tabernáculo  (vaYikrá 18:10). En Kabaláh, su error es descrito como «correr» hacia Di-s de manera demasiado entusiasta, sin el ancla provista por el cumplimiento apropiado de los mandamientos que permite a la persona permanecer «con los pies en la tierra», incluso al trascender los más elevados niveles de espiritualidad.

Esta es la esencia del primer peligro: sin estar afirmado apropiadamente en la tierra a través del cumplimiento de las mitzvot, la persona puede perder fácilmente contacto con la realidad.

Hemos mencionado que desde los tiempos del Baal Shem Tov, el estudio de la dimensión interior de la Toráh se volvió permisible y hasta necesario para todos, tanto hombres como mujeres. Esto es especialmente cierto respecto de la Kabaláh en cuanto a su máximo nivel de revelación, el Jasidut. La Kabaláh como se manifiesta en el Jasidut es una necesidad para todos. El Rebe de Lubavitch escribe que la permisibilidad y la conveniencia del estudio de la Kabaláh, tal como aparece en el Eitz Jaim del Arizal depende del grado de deseo que tiene cada persona en particular por este tipo de estudio. Para poder entrar de manera segura y salir de la huerta metafórica, el pardés [1], es necesario estar bien protegido de semejante poderosa energía y bien asentado en la realidad a través del cumplimiento serio de toda la Toráh.

El maestro no debe impartir la falsa concepción de que no es necesario comprometerse con la Toráh toda cuando alguien desea aprender Kabaláh. Sin embargo, debe saber cómo cumplir con el legado del Baal Shem Tov, que incluso aquellos judíos que están lejos del estudio de la Toráh estudien esta sabiduría, ya que muchos de ellos que crecieron lejos de la Toráh no desean al principio asumir la responsabilidad de cumplir los preceptos. El verdadero maestro de la Kabaláh ha de saber cómo tomar apropiadamente el riesgo de acercar a alguien a la Toráh a pesar de que aún no esté preparado para cumplirla en su totalidad.

El Maestro Real, Erudito y de Naturaleza Interior

Real: El segundo peligro involucra a quién elegimos para que nos enseñe Kabaláh. No se debe recibir sabiduría de una fuente no auténtica, incluso si decidimos aceptar vivir de acuerdo con la Toráh como parte del estudio de la Kabaláh.

Brindaremos algunos ejemplos de fuentes falsas. Si usted va a ver a alguien así llamado kabalista y comienza realizando todo tipo de cálculos con su nombre, y el de su esposa y su conclusión es que su nombre no es bueno y debe ser cambiado, o no es una buena pareja para su esposa, entonces puede estar seguro cien por ciento que esta persona es un charlatán. Haría mejor mantenerse lo más alejado posible de alguien así. El Arizal dejó bien aclarado que en nuestras generaciones ya no hay necesidad o legitimidad de usar la Kabaláh práctica. [2]

Erudito: En segundo lugar, hay muchos maestros que aunque tienen buenas intenciones, en realidad son ignorantes en lo que respecta al resto de la Toráh. Como su conocimiento de la parte revelada de la Toráh es tan flojo, no pueden entender plenamente sus facetas ocultas; consecuentemente, tanto conciente o inconcientemente, enseñan un conocimiento incorrecto. [3]

Interior: Finalmente, un defecto más sutil respecto a la fuente de nuestro estudio es que muchos de los maestros que enseñan hoy en día sólo comprenden los aspectos externos de la Kabaláh. La parte más grande de las enseñanzas del Arizal está basada en la distinción entre los aspectos externos e internos de las cosas. [4] Incluso alguien que sabe de Toráh y Kabaláh, puede carecer completamente de su conocimiento interior. El entendimiento interior se refiere a ser capaz de no sólo entender intelectualmente el significado de las enseñanzas de la Kabaláh, sino más bien, como se explica en extenso en Jasidut, de ser capaz de experimentarlos de una manera rectificada y sagrada. Un auténtico maestro de Kabaláh comprende y transmite a sus estudiantes que la Kabaláh no se refiere solamente a la realidad externa. Reconocer a un maestro que comprende la sabiduría de la Kabaláh de una manera íntima depende de la sensibilidad a la verdad que tiene el estudiante.

Continuará con

5. Peligros (Parte II)

[1] La palabra hebrea pardés, que significa «huerta», es un acrónimo de los nombre de las cuatro partes de la Toráh: (1) pshat, el significado simple del texto; (2) remez, los indicios e insinuaciones dentro del texto; (3) drash, las implicaciones que derivan del texto a las que se arriban a través de reglas hermenéuticas; y (4) sod, el significado simbólico y esotérico del texto. Las interpretaciones kabalísticas son consideradas parte del nivel de sod.

[2] Rabi Jaim Vital, el estudiante más avanzado del Arizal, escribió en extenso acerca de esta prohibición en su libro titulado Shaarei Kedushá (Los Portales de la Santidad).

[3] Las enseñanzas reveladas de la Toráh (como el Talmud) están basadas en pensamientos racionales. Las facetas ocultas como la Kabaláh (especialmente como aparecen en los escritos del Arizal) están basadas en ideas supraracionales. Explicamos antes que el nivel de estudio racional precede al nivel supraracional  así como la neshamá (intelecto) precede a jaiá (la inspiración supraracional del «viviente»).

[4] Etz JaimShaar Pnimiut Vejitzoniut (40).