Janukáh | Significados Ocultos del Sevivón (1)

בס”ד

Estimad@s lectores y lectoras de nuestro blog,

En los próximos días, y debido a la festividad de Janukáh, estaremos publicando una serie de artículos más bien relacionados con esta significativa fecha de luz, de unión, de alegría y de reflexión.

Hacemos un paréntesis en relación a las publicaciones habituales, y en su lugar podréis prepararos para tomar la sufganyiáh de la tarde con nosotros, mietras repasamos interesantes enseñanzas del rav Ginsburgh 😉 desde el punto de vista del misticismo judío. Esperamos que sea de provecho para vuestro estudio y que sea de vuestro agrado.

¡Os deseamos jag Janukáh saméaj!

Edit Or y el equipo que hace posible

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Janukáh y Sevivón:

la Unión de lo Sobrenatural y lo Natural

De una monografía del rav Ginsburgh acerca del Sevivón.

Encendemos las luminarias de Jánuca para difundir el milagroso poder de Dios que intervino en beneficio de los Macabeos. Los ocho días de Jánuca conmemoran el encendido milagroso de los siete brazos de la Menorá en el Templo Sagrado durante ocho días, conectando de esta manera los números 7 y 8. En la tradición judía, el número 7 representa un estado de perfección natural, por ejemplo el Shabat es el séptimo día de la semana, pero el número 8 representa un estado de perfección sobrenatural, como la circuncisión que es hecha en el niño de ocho días de vida. Entonces Jánuca reúne lo natural con lo sobrenatural, lo finito y lo infinito.

El Baal Shem Tov, fundador del movimiento jasídico, tenía un amor y afinidad especial por Jánuca más que por las otras festividades del año. Esto es así porque las velas de esta festividad representan el don innato del alma judía de esparcir luz e iluminar el mundo entero, incluso las naciones del mundo. El mensaje del Baal Shem Tov diseminado por el alma judía pone de relieve dos conceptos complementarios: que Dios crea la naturaleza de nuevo a cada momento y al mismo tiempo la impregna con un poder sobrenatural. Gracias a esta capacidad de unir lo natural y lo sobrenatural, la luz de las velas de Jánuca dará lugar eventualmente a la redención verdadera y completa.

El Sevivón

Una costumbre judía muy popular es jugar en Jánuca con el sevivón (también llamado dreidel), una especie de trompo, perinola, etc. Juntos adultos y niños se reúnen alrededor de las luces de la menorá, girando la perinola para descubrir qué letra sale. ¿Cuál es el significado profundo de este acto, y qué pensamientos significativos podemos tener en mente mientras jugamos con el dreidel este Jánuca? Como veremos, al tirar la perinola frente a las luces de las candelas, estamos salvando las distancias entre la realidad finita y la infinita.

Las Cuatro Letras del Sevivón

Tradicionalmente el dreidel tiene cuatro caras. Lo primero que notamos es que cada una tiene grabada una letra del alfabeto Hebreo: nun ( נ ), guimel ( ג ), hei ( ה ) y shin ( ש ), las iniciales de la frase “Un gran milagro ocurrió allí”, nes gadol haiá sham . ( Zejariá 6:12)

Es de destacar que el valor numérico de las cuatro letras es 358, el valor numérico de Mashíaj, משיח ! El motivo recurrente que encontramos en los significados ocultos del dreidel , es el Mashíaj y la redención, cambiar el mundo y hacerlo una morada adecuada para el Creador.

En las generaciones pasadas, algunos judíos que vivían en la Tierra de Israel decidieron que era apropiado cambiar la última letra de “allá” (sham) por “aquí” (po), transformando la frase de acuerdo a estas iniciales en “Un gran milagro ocurrió aquí”. Según esta idea, las letras del dreidel, nun, guimel, hei, pei , suman 138, el valor de Menajem, uno de los nombres del Mashíaj de acuerdo con nuestros sabios; y es también el valor de la palabra Tzemaj el nombre del Mashíaj que aparece en el Tanaj “Tzemaj es su nombre…”

Continuará