Evolución de la Kabaláh | 2. Evolución

בס”ד

En el capítulo anterior:

(…) la kabaláh como alma interior de la Toráh, es apropiada para brindarnos una visión del futuro perfeccionado y utópico del mundo que vamos a disfrutar cuando el Mashíaj se revele. El estudio de la Toráh nos proporciona a nivel individual y colectivo la conciencia y la fortaleza de carácter necesaria para imaginar este futuro y trabajar en pos de él durante las horas de oscuridad más colosales.

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Evolución de la Kabaláh

En general hay 5 etapas en la revelación de la sabiduría de la kabaláh, cada una aparece, podríamos decir incluso codificada, dentro de un texto en particular. La kabaláh analiza todas las cosas de nuestro mundo, especialmente aquellas que se relacionan explícitamente a la Toráh, en concordancia con modelos básicos predefinidos que derivan de un estudio profundo de la Toráh. Naturalmente, estas cinco etapas son significativas y deben ser analizadas basándose en los cinco niveles ascendentes del alma.

1. Vital – néfesh

2. Espiritual – rúaj

3. Respiración (la dimensión intelectual) – neshamáh

4. El viviente (la conección supraracional del alma con Di-s) – jaia

5. El único (es uno con Di-s, iejida leiejdaj): este nivel brinda el poder del total autosacrificio (kidush HaShem), porque es siempre uno con Di-s, ya sea investido en el cuerpo o no – iejida

El Estudio de la Kabaláh

Portada de la primera edición.

El Libro de la Formación. El texto que revela la primera etapa que corresponde al nivel vital del alma es El Libro de la Formación, Séfer Yietziráh. De acuerdo a la tradición judía, la sabiduría en este texto es atribuida al primer judío, Abraham. Respecto a su tamaño, es un texto relativamente corto y la mayoría de su contenido aparece como frases enigmáticas, quedando claro por su lenguaje que tiene –por cierto– un origen muy antiguo. Explícitamente, esto significa que la sabiduría contenida en este libro antecede a la entrega de la Toráh en el monte Sinaí. Sin embargo, tradicionalmente, la edición final del libro –a la que podemos acceder en la actualidad– fue compilada en la generación anterior a la destrucción del segundo Templo (siglo I de la era común) por el sabio más grande del período tanáico (de la Mishná), rabí Akiva. Este fue también el maestro y educador de rabí Shimón bar Iojai, el autor del Zohar , literalmente el Libro del Resplandor .

Portada de la primera edición, 1558 EC

El Zohar. Al contrario del Libro de la Formación, el texto que revela la segunda etapa de la kabaláh, el Séfer haZohar, es muy largo. Su contenido está estructurado primariamente como una interpretación de la Biblia en general y de los Cinco Libros de Moisés en particular. El Zohar, si bien habla en un lenguaje menos enigmático que el anterior, es estructuralmente variado. Algunos de sus contenidos aparecen como el relato de una historia, algunos como un análisis profundo de “los mundos superiores”, el reino de las sefirot, la manera en que estas evolucionan en “figuras” partzufim [1], persona espiritual [2] de los mundos superiores, etc.

Hay algunas partes del Zohar (como el Idra Raba y el Idra Zuta) que permanecieron casi completamente incomprensibles hasta que el Arizal (siglo XVI EC) arrojó luz sobre ellas (hay más sobre el Arizal en la cuarta etapa). En el cuerpo completo de las muchas escrituras que componen la Toráh, el Zohar es considerado un midrásh – un discurso homilético o hermenéutico de la Toráh [3]. A veces se hace referencia al Zohar como Midrásh Rashbi (un acrónimo del nombre de su autor: Rabi Shimón Bar Yojai).

Aunque fue compuesto originalmente por su autor en la 2da centuria EC, el Zohar no fue publicado abiertamente sino después de 1.200 años. Durante ese ínterin, fue pasando de maestro a alumno. “Una cosa en su momento [apropiado] es buena” [4] y eso fue la revelación pública del Zohar . Inmediatamente luego de su revelación, el Zohar se esparció por el mundo de la cultura judía y muchos de los sabios kabalistas comenzaron a tratar de revelar sus secretos interpretando apropiadamente sus miríadas de alusiones y metáforas. Esto continuó durante casi 200 años, hasta que este proceso llegó a su zenit con el trabajo de rabí Moshéh Cordovero (1522-1570 EC), conocido por su acrónimo, el Ramak.

Portada de la primera edición.

El Árbol de la Vida. Con el trabajo del Ramac y otros sobre el Zohar, fueron revelados muchos de sus misterios, pero sin embargo, los conceptos y enseñanzas más profundos no pudieron ser penetrados por la mente humana sola si no hubiera sido inspirada desde arriba por el Todopoderoso. El Santo Arí, el acrónimo de Rabí Isaac ben Shlomo Luria, fue el alma nueva [7] enviada desde lo alto y elegida para revelar esto. El Arí arribó al pueblo del Ramac, la ciudad santa de Tzfat, el mismo día que el Ramac falleció y fue sepultado [8].

Más allá de tener la capacidad intelectual y el conocimiento de sus predecesores, el Arí tuvo el mérito de recibir una revelación completamente nueva de la sabiduría del cielo. Aunque esta nueva sabiduría podría ser enseñada independientemente, el Arí prefirió “recubrirla” como una interpretación del Zohar, esto es, enseñarla en un contexto del lenguaje y el estilo del Zohar. Las enseñanzas del Arí fueron entonces compiladas en el texto titulado El Árbol de la Vida, Etz Jayim. Tan abarcadoras y penetrantes eran las enseñanzas del Arí, que un estudiante de kabaláh que no haya estudiado aún el quinto nivel de la kabaláh, podría decir que el trabajo clásico para el estudio de la kabaláh en nuestras generaciones es El Árbol de la Vida.

Las notas a pie de página para este artículo, están más abajo, publicadas en una nota de comentarios. Gracias.

Próximos capítulos:

3. Divulgación

4. La Profecía

5. Los Peligros

Un comentario el “Evolución de la Kabaláh | 2. Evolución

  1. NOTAS:

    [1] Como en nuestra entrega anterior, nos referimos a los principios/figuras de el padre (Aba) y la madre (Ima).

    [2] Por supuesto, todas estas figuras/personas son entidades creadas emanadas por Di-s durante el proceso de la creación, no son una parte de Di-s Mismo.

    [3] Otros textos midráshicos incluyen los midrashim halájicos (legales) como la Mejilta (sobre el libro de Éxodo), Torat Kohanim o Sifrá (sobre el libro Levítico), Sifrí (sobre los libros Números y Deuteronomio). Entre los midrashim homiléticos (algunos con un contenido similar al Zohar) están Tanjuma, Rabá, Pirkei Derabbi Eliezer, Shojer Tov y otros.

    [4] Proverbios 15:23. Ver también Job 3:11: “Di-s ha hecho todo en su momento apropiado…”

    [5] En kabaláh, un alma nueva es aquella que no estaba contenida dentro de Adam por lo tanto no tomó parte del pecado original de comer del Arbol del Conocimiento del Bien y el Mal. Como cada ser humano es verdaderamente un mosaico de almas, y la mayoría, si no todas ellas, estaban contenidas dentro de Adam, el Arí, como todos los seres humanos maldecidos con la muerte, eventualmente falleció. Para una explicación más profunda, ver “Tzadik Iesod Olam” en el volumen del rabino Ginsburgh en hebreo Lev Ladaat, p. 136. (aún no se tradujo al castellano).

    [6] El Arí contó luego que vió una columna de fuego que se elevaba del cuerpo del Ramac durante su funeral. En cada generación, hay un individuo que tiene el mérito de ver el pilar de fuego que elevándose del cuerpo del lider desaparecido de la generación previa. Al verlo, ese individuo es señalado desde los cielos para ser el lider de su generación. El lider judío de cada generación es llamado el Moshe Rabeinu (nuestro Maestro Moshé) de la generación (Moshé shebador).

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