…en una Mala Persona que Ver lo Malo en una Buena Persona.
בס”ד
“Bueno en lo malo” (טוב ברע, tov berá) = “malo en lo bueno” (רע בטוב, ra betov) equivale a 289 = “bueno” (טוב, 17, tov) al cuadrado.
Las frases “bueno en lo malo” (טוב ברע) y “malo en lo bueno” (רע בטוב) sólo aparecen una vez en la Biblia, yuxtapuestas en el mismo verso –“lo bueno en lo malo o lo malo en lo bueno” (Levítico 27:10).
En el contexto del verso –la prohibición de sustituir un “buen” sacrificio por uno “malo” o viceversa– “bueno en lo malo o malo en lo bueno” se traduce como “bueno por malo o malo por bueno”. De esto podemos inferir que si uno ve bueno en lo malo o malo en lo bueno, en cierto sentido está sustituyendo el bien por el mal y el mal por el bien.
Pero de la guematria anterior aprendemos que en definitiva, al ver el bien en el mal y el mal en el bien, y de esa manera sustituir el uno por el otro, se hace evidente que todo es (para) bien. Esta aparente paradoja se refleja en la continuación del versículo, que dice que si uno sustituye bueno por malo o malo por bueno, (y por lo tanto comete una transgresión) ambos se vuelven sagrados, ¡todo se vuelve bueno!
Relativamente, lo malo está en la superficie de lo bueno, es la “cáscara” del bien (cuyo máximo propósito en la creación es proteger el bien, el “fruto,” y permitir que crezca y madure). El bien, por otro lado, está oculto dentro del mal, por eso que es más difícil ver lo bueno en lo malo, que lo malo en lo bueno. Los sabios nos enseñan que incluso los malvados de Israel están llenos de mitzvot (buenas obras) como una granada está llena de semillas (su fruto).
En la Kabalá,h el “proceso de clarificación” (עבודת הבירורים, avodat habirurim) es separar lo bueno de lo malo, lo que por supuesto sólo puede lograrse si uno es capaz de ver, de identificar, lo bueno en lo malo y lo malo en lo bueno.
El ojo derecho rectificado es capaz de identificar lo bueno en lo malo y extraerlo a fin de guardarlo. El ojo izquierdo rectificado es capaz de identificar el mal en el bien y extraerlo a fin desecharlo. La extracción real, tanto de lo bueno de lo malo y lo malo de lo bueno, es realizada principalmente por la mano derecha (el órgano “controlador” del mes de Tamuz, como se explica en el Libro de la Formación), la mano de la bondad.