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En la entrega anterior:
Una comunidad, en el sentido ecológico, denominada comunidad biótica comprende todas las poblaciones que ocupan un área física definida. Esta comunidad junto al medio ambiente físico no viviente comprende el ecosistema. También se emplea el término ecosistema para indicar una unidad natural de partes vivientes o inertes, con interacciones mutuas para producir un sistema estable en el cual el intercambio de sustancias entre las plantas vivas e inertes es de tipo circular.
Entonces, dos conceptos fundamentalmente útiles para describir las relaciones ecológicas son el hábitat y el nicho ecológico.
El hábitat de un organismo es el lugar donde vive, su área física, corresponde a la superficie de la tierra, aire, suelo y agua.
El nicho ecológico es el estado o papel de un organismo en la comunidad o el ecosistema. No es un espacio demarcado físicamente, sino una abstracción que comprende todos los factores físicos, químicos, fisiológicos y bióticos que necesita un organismo para vivir. Una de las generalizaciones importantes de la ecología es que dos especies no pueden ocupar el mismo nicho ecológico. Asimismo, una sola especie puede ocupar diferentes nichos en distintas regiones, en función de factores como el alimento disponible y el número de competidores. Cada especie mantiene relaciones de distintos tipos con otros elementos del ecosistema: una planta, no crece en un único terreno, aunque en determinados suelos prospera con mayor vigor.
¡Comenzamos a comprender la importancia de la conservación del medio ambiente!