Columnistas Invitad@s | Pensamiento y Salud (3)

בס”ד

Del capítulo anterior:

Una vida con preocupaciones permanentes inducirá a una vida muy infeliz. Si persistes en preocuparte constantemente serás tú mismo quien estará destruyendo tu propia vida. Si intentamosrevertir esta línea de pensamiento negativa, podemos sentirnos con mayor plenitud.

En Késer Jojmáh 12:16 leemos que “La preocupación destruirá tu propia vida”.

Una vida con preocupaciones permanentes inducirá a una vida muy infeliz. Si persistes en preocuparte constantemente serás tu mismo quien estará destruyendo tu propia vida. Si intentamos revertir esta línea de pensamiento negativo, podemos sentirnos con mayor plenitud.

“La verdadera libertad es la libertad de la mente”.

Sólo una persona cuya mente este libre de preocupaciones, podrá considerarse auténticamente libre (Jojmáh Umussar, Vol. 2, Pág. 99).

Evidentemente, Di-s creó un mundo imperfecto e incompleto, donde no todo es un “valle de rosas”. Podemos plantearnos el hecho que los problemas acuden a nosotros, sometiéndonos a una vida con preocupaciones. Es verdad. Pero también podemos pensar que Di-s creó al mundo para…

hacer en este mundo, para crecer y evolucionar como personas.

Por un lado, este mundo fue creado imperfecto para darnos la posibilidad de mejorarloletaken olam y por otra parte, para exigirnos a nosotros mismos este proceso evolutivo, creciendo cada vez que sorteamos un inconveniente. Si nos ocupamos de optimizar nuestras capacidades especificas que ayudarán a mejorarnos, podremos liberarnos de inquietudes y aumentar en eficiencia nuestra vida y actividades.

“Preocuparse es un hábito que puedes superar”.

A veces nos equivocamos pensando que es parte de nuestra naturaleza y en consecuencia no podemos  librarnos de nuestra esencia. Pero se trata solamente de un hábito, que podemos superar si no empleamos nuestra ansiedad y preocupaciones como excusa para no alcanzar nuestros logros.

La ansiedad, esta enfermedad tan frecuente en la sociedad actual, emerge cuando hay falta de emunáh. La emunáh hace decrecer la ansiedad:

  • «HaShem es mi fuente de salvación, confiaré y no tendré temor, porque mi fortaleza y mi canción es mi D-os…» (Isaías 12:2).
  • “El Señor es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador”. (Tehilím 18:3)

La confianza en HaShem genera serenidad.

En Devarim 26:11 vemos que la Toráh nos dice: «Y te regocijarás en todo el bien que Hashem te hubiere dado a ti y a tu casa…»

 Es una mitzvá agradecer, pero ¿lo es como una obligación, el sentirnos felices? La naturaleza del hombre es querer más de lo que posee en el presente. «El que tiene cien, quiere doscientos» (Kohélet Rabbáh 1:34).

Siempre destacamos lo que nos falta para ser felices. Debemos esforzarnos por sentir una alegría que sea plena. La falta de alegría con lo que tenemos es destructivo tanto física como espiritualmente.

La felicidad ante todo ha de ser una obligación hacia uno mismo. Una persona con entusiasmo puede vencer la pereza y procurar la sabiduría y alcanzar niveles espirituales más elevados. (Jojmáh Umussar, vol. 2, pág. 172).

Podemos concluir que desde la Ciencia  y desde la Toráh llegamos a una conclusión compartida:

Podemos con nuestros pensamientos originar muchas enfermedades psicosomáticas, pero también tenemos en nuestro poder la fabulosa herramienta de adquirir conciencia al respecto e intentar con pensamientos positivos alejar a la causa de nuestros desequilibrios. Como dice Rabenu Yonáh en Mishle 17:22…

“La felicidad curará a la persona de su enfermedad”.

Una buena disposición es un inestimable tesoro, preserva la salud, alienta la convalecencia y ayuda a enfrentar a la adversidad (de la Sabiduría de Mishle, pág. 220).

Intentemos pues, permitir ahondar en nuestro interior y transmutarnos en positivo.

FIN

Dra. Patricia Bogdanov | Bioquímica de profesión, doctorada en Ciencias Químicas. Especialista en Microbiología y en Estrés Oxidativo Celular. Excatedrática de la Universidad Nacional de Córdoba, anteriormente investigadora en la Universidad de Barcelona. Actualmente investigadora de la EFSD, European Research Programme in Micro- and Macrovascular Complications of Diabetes. Patricia trabajo en el Institut de Recerca Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona.