Simját Toráh llega el último día de las festividades. En este momento se lee la última porción de la Toráh, ya que nunca debemos terminar la lectura de la Toráh, empezamos la lectura al puro principio de nuevo para mostrar que amamos la Toráh como un “nuevo mandato al que todos corren.”
Es una ocasión muy feliz. Todos los pergaminos de la Torá son sacados del Arca y llevados en un desfile alrededor de la sinagoga siete veces. Nos regocijamos, cantamos y danzamos con los rollos de la Toráh, por el reestablecimiento de nuestro pacto con la Toráh, como un novio se regocija con su novia; ya que la Toráh se desposa con Israel como una esposa con su marido.
A los niños se les dan regalos de dulce y fruta porque se ha dicho que los “mandamientos del Señor son más dulces que la miel.”
Se aproxima el fin de una semana, el fin de las festividades, y tal como sucede en nuestro calendario, este fin no es más que un inicio… un Bereshit hacia una nueva semana y un nuevo año totalmente a estrenar.
Escribo hoy desde Israel, por lo que, para nuestros lectores de la goláh, aún les quedará un día de yom tov que deseamos celebréis con mucha alegría… pues es nada más y nada menos que Simját Toráh.
Como sabéis, con este día pasamos desde la última parasháh de la Toráh, a la primera. Del fin al inicio. Porque como la energía misma, la Toráh sólo se transforma, pasa de una fase a otra de nuestras propias vidas, de año en año… y con su misma esencia inalterable, nos sigue hablando particularmente a cada uno de nosotros de acuerdo a las circunstancias y tiempos que corren en nuestro día a día.
Hoy tenemos por tanto –como cada año– un Bereshit diferente, milenariamente renovado, y meditado especialmente para nosotros por el rav Ginsbugh, en su acostumbrado vídeo semanal.
Empezamos el año litúrgico con intensidad, para que sea signo del mucho estudio y aprendizaje en el año que empieza. Os recomendamos por ello, que aparte de ver el vídeo, descarguéis la transcripción en pdf, para poderlo repasar nuevamente, deshojar cada idea e internalizar cada concepto.
“En el principio”… también había un «árbol del Conocimiento del bien y el mal» y éste fue objeto de la transgresión de Adam y Javáh. Mucho se habla de ese árbol, pero…
¿cómo era realmente?
¿qué fruto tenía?
¿Qué pensarías si dijésemos: uvas, trigo, higos?
Y sea lo que fuese lo que comieron, ¿qué podría significar la frase «con aquello que se corrompieron, se rectificaron»?
Precisamente sobre esta frase medita el rav Ginsburgh en esta ocasión y nos trae una serie de interesantísimas enseñanzas, que culminarán en Jojmá, Biná y Daat, su guematria y algo que nos dará mucho que pensar.
Sin más y con la certeza de que este vídeo-comentario semanal será de vuestro provecho, os deseamos shabat shalom.