Columnistas Invitad@s | Pensamiento y Salud (1)

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Shalom querid@ lector@ de OrEinSof.com,

Tal como esperábais después de la serie «¿Cómo se originó nuestro Mundo?», vuelve con nosotros Patricia Bogdanov: una de nuestras colaboradoras más leídas de nuestro blog. que nos vuelve a obsequiar con un artículo propio, interesante e inspirador.

Nos complace presentaros una nueva colección de artículos que nos responderán el cuestionamiento siguiente: ¿Podemos influir en nuestra salud a través del pensamiento?.

A lo largo de las informaciones y explicaciones que nos plantea Patricia a través de sus investigaciones, podréis ir encontrando respuesta a esta interesante cuestión. Esperamos que os sea de provecho y ya sabéis que vuestros comentarios, dudas o consultas a la autora o al equipo, son siempre bienvenidos.

bShalom,

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¿Podemos influir en nuestra salud con el Pensamiento?

Es sabido en la cultura popular, que cuando estamos con un estado de ánimo bajo, llámese depresión, estrés, o estados de ansiedad, repercute directamente sobre nuestro estado de salud en forma negativa. Y que si nos planteamos pensamientos  positivos, incluso visualizando nuestro combate con el agente invasor dentro del cuerpo, hay una influencia comprobable en la superación de la enfermedad.

Hoy en día vivimos en un estado de tensión, de estrés, de ansiedad. A menudo ambicionamos objetivos y metas diversas, que finalmente no podemos concretar y ello nos crea una confusión mental. El estrés, uno de las principales agentes causales de enfermedad, sabemos que actúa mediante efectos psicológicos que provienen desde la mente e impactan directamente sobre la salud, los que son ejercidos por influencias sobre el sistema inmunológico. Se ha demostrado que en ocasiones no padecemos de enfermedades corporales, sino enfermedades psíquicas o psicológicas, o espirituales, ya que surgen sentimientos de envidia, de culpa, resentimiento, conciencia intranquila y todo ello nos conduce al estrés, perdiendo la posibilidad de vivir con plenitud, con felicidad y con alegría. No podemos descartarlo como real, porque es propio de la naturaleza humana.

Podemos establecer a nivel científico que una gran parte  de las patologías existentes, se basan en un componente absolutamente orgánico y un componente psíquico añadido que puede determinar la evolución de la misma. En algunas enfermedades podríamos hablar de un agente externo, denominado noxa, que genera mediante una causa-efecto una respuesta por parte del huésped, sea de defensa o de reacción ante la agresión externa. Se trata de un hecho absolutamente objetivo, pero hoy en día crece continuamente el interés en la psiconeuroinmunología que explica que el modo en que uno piensa tiene un efecto significativo en la salud del individuo.

Desde la perspectiva de la halajáh, el período de duelo por un ser querido, es de 11 meses, a partir del cual la Toráh nos enseña que debemos superar la tristeza generada, y apartarnos del período de luto, retomando nuestra vida normal con alegría, participando de eventos festivos, etc. que permitan superar la etapa de duelo con evidentes influencias significativas sobre nuestro estado de salud, los que naturalmente se atenuarían luego del período de un año. Es una forma que tiene HaShem de decirnos: ¡Venga, la vida ha de seguir, y debes poner de ti para superarlo!

​En la Introducción al Libro del Zóhar del sabio kabalista Yehudah Leib haLevi Ashlag encontramos que la voluntad se encuentra por encima del pensamiento, es decir, que cuando el hombre piensa no hace más que modular en forma mental su voluntad y deseo.  De acuerdo a la percepción judía el pensamiento no es causa sino consecuencia, esto implica que nuestra acción de pensar es el resultado de cómo intelectualizamos y percibimos nuestra voluntad. Así podemos predisponernos hacia pensamientos positivos, que impactarán beneficiosamente en nuestra recuperación.

Hay tres sistemas fisiológicos predominantes involucrados en la interacción del cuerpo y la psiquis que contribuyen a mantener el bienestar global del individuo: El sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema  inmunológico. Actualmente hablamos de mecanismos neuro-inmuno-endocrinológicos, los que concurrirán a la adaptación que tengamos frente a los desafíos potencialmente estresantes. Muchas de las enfermedades degenerativas, autoinmunes, de origen alérgico y aún letales tienen relación, hasta cierto punto, con el estrés. Entre ellas se cuentan algunos problemas renales; diabetes que cursan con cambios frecuentes en el nivel de azúcar en sangre; algunos tipos de migraña o jaqueca emocional, la afección de la arteria coronaria con angina de pecho, el infarto agudo de miocardio u otros tipos de insuficiencia cardiaca, la hipertensión arterial, enfermedades gastrointestinales, etc. Hay científicos que opinan que el estrés puede desempeñar un papel relevante en el desarrollo del cáncer.

Continuará

Dra. Patricia Bogdanov | Bioquímica de profesión, doctorada en Ciencias Químicas. Especialista en Microbiología y en Estrés Oxidativo Celular. Excatedrática de la Universidad Nacional de Córdoba, anteriormente investigadora en la Universidad de Barcelona. Actualmente investigadora de la EFSD, European Research Programme in Micro- and Macrovascular Complications of Diabetes. Patricia trabajo en el Institut de Recerca Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona.