בס”ד
Estimad@s amig@s que leéis nuestro blog,
Como anunciamos hace unos días, iniciamos esta semana una nueva serie de artículos por el rav Ginsburgh, que forman parte de una colección llamada «Las Cuatro Dimensiones de la Fe«.
Estos artículos «La Clave para la Salud Espiritual» os los presentaremos en 7 entregas, y en ellos podremos aprender sobre la emunáh, el ser, la mente, la neshamáh y su interacción constante en un campo que seguro será de vuestro interés: Kabaláh y psicología.
Hoy, de forma especial, publicamos dos entregas para que empecemos a entrar con fuerza en el estudio de estos contenidos que tan clara y sabiamente prepara el rav Ginsburgh para todos quienes seguimos sus enseñanzas de mística judía.
Sin más preámbulos y esperando que la reflexión y el estudio os esté ayudando en la preparación para el año nuevo, os mandamos un cordial shalom desde todo el equipo de OrEinSof.com.
Edit Or
1. Emuná: Fuerza, Fe, Creatividad y Nutrición
La fuerza de la emuná, «fe» o «creencia», juega un rol esencial en nuestro bienestar psicólogico. De hecho, cuando es considerado apropiadamente, sirve como una base para comprender todo esfuerzo físico. Así como el cuerpo fisico vuelve a la tierra de donde se formó, el alma se dirige a su reunión definitiva con la fuente Divina en donde ha sido concebida. En cualquier momento en particular, el estado psicológico se puede considerar un reflejo del avance de este proceso.
En el Séfer HaShorashim (libro de las Raíces) del Radak, un trabajo clásico sobre gramática Bíblica Hebrea, la raíz de la palabra emunáh es descrita con 4 significados relacionados entre si:
1. «Fuerza», como en Isaías 25:1: “HaShem, Tú eres mi Señor, te exaltaré, alabaré Tu nombre, pues has escrito antiguos consejos maravillosos de tremenda fuerza”. La «fuerza» a la que este versículo se referiere intenta expresar la inalterable fidelidad de Di-s en cumplir sus antiguas promesas.
2. «Fe», como está escrito en Deuteronomio 32:20: “…los hijos que no poseen fe”. Rashi explica así este versículo: “el esfuerzo que invertí en criarlos no es reconocible”, indicando que la fe sería la consecuencia de una nutrición apropiada.
3.»Nutrición», como en Meguilat Esther 2:7: “y él (Mordejai) se ocupó y crió a Hadassa (Esther)”. El rol del que alimenta estriva en el uso de la propia fe como la base para brindar al prójimo un sustento consistente y confiable.
4. «Creatividad», como en el Cantar de los Cantares 7:2: “la artesanía de un artista”. La calidad del resultado de la expresión «creatividad» se puede ver como un indicador de nuestra emunáh. Esto implica la utilización completa de la actividad creativa como una herramienta para la rehabilitación de la fe dañada.
Esta ultima dimensión de fé, el aspecto creativo que se deduce del versiculo ‘la artesanía de un artista’, nos ayudará a entender la conexión entre emunáh, y la adquisición de la salud.
2. Salud, Fé y Creatividad
La raíz de la palabra hebrea briut (salud) es b’ro, que significa «crear».
La mejor forma de obtener y conservar la salud es a través del esfuerzo creativo, siendo el producto de este esfuerzo una expresión de la fe que hay detrás de él. Por medio de la Creación, la «artesanía de un artista», el Santo bendito Sea demuestra Su fe en la interdependencia y la compatibilidad que hay en las raíces de los reinos físico y espiritual: ‘En el comienzo Di-s creó los cielos y la tierra’, expresando así Su fe en la armonía que se puede lograr entre el alma (los «cielos») y el cuerpo (la «tierra»).
En su comentario de la Toráh, el Rambán interpreta el termino bará como una expresión específica de la creación ex-nihilo, la generación del ser desde la nada absoluta, negando de esta manera la teoría de la eternidad de la materia. Aunque las fuentes kabalísticas aceptan este principio, discrepan en su identificación con el verbo bará, sugiriendo que el acto de la creación, referido en el primer versículo de la Toráh, describe lo que en realidad es la segunda etapa de la Creación: la introducción del reino de la rectificación.
De acuerdo con la kabalá, la creación necesitó de la verbalización de dos reinos distintos y contrarios. El primero, que verdaderamente fue creado ex-nihilo, es conocido como el no rectificado «reino del caos«. Por otro lado, como sinónimo del «vacío» e «informidad» universal descrito en el segundo versículo de la Toráh, el reino del caos fue un preludio a la elaboración de un reino adicional, el «reino de la rectificación«, que es responsable del significado y el orden que vemos en el universo.
En el momento que fue introducido el reino de la rectificación en la Creación, el universo ya estaba lejos de ser una «agenda vacía». En todo caso era una agenda que fue escrita en forma ilegible y que aguardaba la mano que pudiera escribir una formulación que tenga significado.
El reino colateral de la rectificación surge con este propósito, para imponer orden sobre la caótica y amorfa realidad que lo precede.
Consecuentemente, el témino bará utilizado al comienzo de la Toráh para describir el reino de la rectificación, no puede referirse sólo a las realidades ex-nihilo como sugiere elRambán.
La identificacion de B’riá con rectificación toma en consecuencia, en la Creacion, el carácter de una intervención terapéutica. Como un mecanismo que va a restaurar el orden en un área previa de caos y fragmentacion, briá sirve explicitamente como un vehículo derehabilitación y avance de labriut, la salud, del universo.
Este diseño, la Voluntad creativa Divina, sólo puede ser afirmado por medio de nuestra fé. Al cultivarla, la profunda raíz inconciente de nuestra alma puede acceder a ese núcleo incorrupto de Sabiduría Divina y obtener de él la inspiracion necesaria para sobreponerse al caos y la desesperación que a menudo impregna nuestro mundo interior.
[Continuará]
Estimado Maestro, es decir, que por medio de la fé activamos esa serie de conecciones que existen en un plano superior al físico,y hacemos que nuestro ser interior encuentre el equilibrio necesario para manejar problemas propios de la vida que llevamos. Relaciono entonces a la fé (como conciencia infinita de que El Eterno todo lo dirige y para bien) instrumento imprescindible para una salud mental, la que nos permitirá retificar el caos en el pequeño cosmos que llevamos dentro.