La Sabiduría del rey Salomón | Shlomo haMélej y Mashíaj

בס”ד

Queridos amigos y amigas de nuestro blog,

Llegamos hoy al final de la serie de artículos que hemos estado publicando, realmente interesantes, y tomados de “The Torah Science Foundation”. En esta oportunidad, el sexto comentario –especialmente traducido para vosotros y vosotras– trata sobe Mashíaj.

Sin embargo, antes de pasar a su contenido, queremos aprovechar para agradeceros vuestro seguimiento, tanto de esta esta serie de artículos, como del blog en general. El número de visitas está siempre en aumento, lo cual nos exige presentaros contenidos de interés, novedosos, con mayor esmero, y responder a vuestras expectativas. Por eso os animamos a participar activamente con vuestros comentarios y sugerencias, no sólo en cuanto a este espacio en internet, sino también en cuanto al próximo seminario en Barcelona, a cargo de rav Ginsburgh:  “Homenaje a Najmánides: Auténtica Kabaláh, presente, pasado y futuro”. Seguimos preparando para vosotros un evento de calidad y al nivel para la ocasión: única en España y a cargo de una persona –a quien ya conocéis por este y otros medios de información– que es científico, artista, filósofo, sabio de la Toráh y autoridad rabínica del místicismo judío. Te esperamos en junio y recordamos que ¡las inscripciones ya están abiertas!


El Rey Salomón y Mashíaj

Involucrarse con la sabiduría y el arte de las naciones del mundo requiere suma precaución. El deseo o “pasión” del rey Salomón (1 reyes 9:1) de rectificar el arte y la ciencia mundanas –la atracción que sentía por la estética y la cultura de las naciones– llegó así a afectar adversamente su devota obediencia a las leyes de la Toráh. La Toráh le permite a un rey desposar a dieciocho esposas, pero por tratar de elevar toda la belleza y la sabiduría no rectificadas de las naciones (corporizada en la princesa de cada nación) el rey Salomón desposó a mil esposas, como está dicho: “El rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras y tuvo muchas esposas, que sumaron setecientas y trescientas concubinas (ibid. 11:1-3).

Al descender para depurar el arte y la sabiduría de las naciones, se debe ser cuidadoso de asumir el rol de influenciador y no de influenciado, porque de lo contrario bien podría ser atrapado en las (todavía) garras de la cultura foránea. Hasta que maljut sea rectificado, el iesod (el poder sexual masculino) debe conducir y no ser conducido. Sólo el maljut rectificado, la conciencia femenina rectificada asociada con la naturaleza, su belleza y sabiduría, es capaz de canalizar al iesod según su deseo. Hasta entonces, el iesod debe saber cómo controlarse y limitarse para armonizar su relación con maljut.

El Mashíaj, un descendiente directo de los reyes David y Salomón, rectificará completamente la pasión del rey Salomón por elevar la belleza y la sabiduría inherente en la naturaleza y manifestada en las naciones de la tierra. El Mashíaj será mas sabio incluso que el rey Salomón y sabrá cómo elevar a las naciones y redimir sus chispas de sabiduría.