בס»ד
A lo largo de los años se ha vuelto evidente que sin el estudio de las dimensiones interiores de la Toráh como son reveladas a través de la Kabaláh y el Jasidut, hay muy poca posibilidad de que la persona alcance alguna vez un estado de equilibrio y calma interior. El estudio de la Kabaláh, especialmente a través del Jasidut, ya no es un lujo que se puede postergar hasta estar asentado, sino que se ha tornado una parte necesaria del sano desarrollo intelectual, físico y de comportamiento de todo individuo.
Jasidut nos revela el drama de D~os en la creación del universo. Es como un juego de escondite. En este juego Divinamente inspirado, D~os Se oculta a Sí Mismo, pero desea que nosotros Le busquemos. Nos promete que si Le buscamos con todo nuestro corazón y nuestra alma, finalmente Le hallaremos.
La búsqueda es el estudio de la Kabaláh. Puede comenzar desde el primer momento que uno se da cuenta que hay más en este mundo que lo que el ojo encuentra, y esto puede ser en una etapa muy temprana de la vida.
Otra razón, por la que algunas autoridades han aconsejado en contra de estudiar Kabaláh a una edad demasiado temprana, fue que hubo casos en la historia judía –algunos relativamente recientes– de fenómenos muy negativos como resultado de la tergiversación y mal uso de la Kabaláh. Por ejemplo en el siglo XVII, Shabetai Tzvi (1626-1676) se autoproclamó el Mashíaj, basando su demanda y sus enseñanzas originales en malas interpretaciones de la Kabaláh. Antes de que probara ser un fraude, trajo gran sufrimiento material y espiritual a una parte significativa de la judería europea.